lunes, 29 de abril de 2019

ECO.47 Rincón de la lectura: Los bulos

Rincón de la lectura: Los bulos, por Paco Hernández




FAKE NEWS” (noticias falsas): La nueva arma de destrucción masiva”. Autor: David Alandete (ex-codirector de “El País”). Ed. Deusto, febrero de 2019, ¡rigurosa actualidad!, 290 pgs. 18 €.

¿Por qué recomiendo este libro? ¿Qué tiene de interesante?
 Como su título indica, nos habla del fenómeno en expansión de la producción y distribución de noticias falsas a partir de internet, inundándolo todo, desde los ordenadores y las aplicaciones de los teléfonos móviles (Google, Facebook, Twitter etc.), a nuevas cadenas productoras de televisión, que se utilizan para atacar a personas, empresas o países enteros diseñando o divulgando noticias falsas, alteradas, inventadas...con la intención de enredar, cambiar estados de opinión en amplios grupos ante cuestiones sociales, políticas, empresariales... con objetivos muy diversos, desde propiciar la venta de artículos de consumo hasta enfrentar a países o empresas, o propiciar cambios políticos en el interior de un país.

El autor, buen conocedor del tema, porque ha sido atacado personalmente usando estos medios, pone el ojo en personajes de interés, como Julian Assange, el fundador de Wikileaks, que se la jugó para difundir informes secretos del ejército yanqui cuando invadió Irak (Assange ha permanecido encerrado en la embajada de Ecuador en Londres). Edward Snowden, que tras informar sobre cómo las agencias gringas conocían las comunicaciones internas de todos los mandatarios del mundo, bien por internet o por teléfono, y de muchos de los ciudadanos que consideraban relevantes. Snowden, tras huir por Hong Kong, permanece refugiado en Moscú y Washington tiene puesto precio a su cabeza.

El autor muestra también la influencia que estos medios han ejercido, sin duda,  en la radicalización de los independentistas catalanes. Buena parte del libro se dedica al secesionismo, hecho que relata con abundantes ejemplos, así como el Brexit, por el que Inglaterra fue llevada a una votación y a salir de la Unión Europea..., que también ha sido atacada globalmente.

Particularmente, se centra en la utilidad que todo esto proporcionó a Rusia para quedarse con Crimea primero y con buena parte de Ucrania después. De hecho, pone en Rusia, bajo los auspicios de Putin, las redes más importantes de gestión de noticias falsas a través de canales de televisión autorizados.

No entra tanto en las agencias de Estados Unidos, quizá porque el autor es ahora corresponsal especializado ante Washington, pero no nos quepa duda que el 'Imperio USA' tiene controlado a todo el resto del mundo, sea este amigo o enemigo.

Sorprenden también las aplicaciones que puede tener las noticias falsas en la guerra real o en la ocupación de países el uso de estos mecanismos informáticos.

Mientras escribo este texto ha ocurrido un gran apagón en Caracas y en toda Venezuela, cuya energía eléctrica depende de una enorme central que fue construida por técnicos americanos que han conseguido paralizarla desde Estados Unidos dejando al país sin luz, sin agua y sin neveras o refrigeradores...Allá tienen clima ecuatorial, muy cálido, causando una auténtica catástrofe y sembrando el miedo y temor a lo que pueda producirse.

Otro ejemplo del mal uso de la informática que no aparece en el libro, podría ser la gestión de “Ciudadanos” en las “primarias” para elegir su cabeza de lista para las “autonómicas” de la Junta de Castilla y León. Se votó por internet y aparecieron 82 votos falsos. No han explicado lo sucedido.

Quiero, finalmente, dejar constancia de que es un libro trabajado. Muchas páginas traen referencias para ampliar o comprobar  los hechos que se describen. No es un libro de ficción ni de ensayo, entendiendo por tal la expresión de las opiniones de un señor culto o la exposición de temas teóricos o filosóficos. Todas las opiniones que aparecen están basadas en pruebas, o sacadas de informes reales sobre unos medios informáticos que están cambiando muchas cosas: la vida social, la educación, la medicina...y ¡hasta la guerra!.

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