Después
de leer todo cuanto ha caído en mis manos y escuchar declaraciones de los
responsables directos e indirectos de La
Universidad Popular y del
Ayuntamiento de Mazarrón no sé, todavía, por qué los cursos que, años tras
años, han venido desarrollándose en el centro han dejado de impartirse este cuatrimestre,
repito han dejado de impartirse. No se trata de un retraso, es decir, los
alumnos que no han recibido estas clases ya no las tendrán. Este curso será
cojo con un cuatrimestre menos.
No
sé lo que quiere decir la señora alcaldesa, doña Alicia Jiménez cuando declara:
“Desde que salió la nueva Ley de contratos está siendo una máxima entre los
técnicos del Ayuntamiento de Mazarrón”. Sólo sé que esta actitud no me aclara
nada y la considero, con todos mis respetos, una majadería.
El
meollo de la cuestión está que no hemos recibido, por lo menos un servidor,
información alguna del por qué no ha tenido cabida en la Universidad Popular
este cuatrimestre. Como ciudadano y como alumno merezco necesito una
explicación y una responsabilidad asumida.
Ha
sido una desbandada lo que ha ocurrido con la no impartición de clases, muchos
de los alumnos nos hemos visto necesitados de ubicarnos en otros sitios;
concretamente, un servidor, con otros compañeros, lo hemos hecho en la sede de
la Asociación Torre de Santa Elena, en La Azohía, algunos comprometiendo en el
Puerto o en Mazarrón bajos gentilmente prestados por sus dueños.
Ocurre,
igualmente, que muchos de los alumnos
son extranjeros, es decir, esta tarea, además de la docente, lleva consigo una
labor turística. ¿Qué habrán pensado de nosotros ante esta desidia?
Para
mí, la culpa, o la responsabilidad total, es del equipo de gobierno. Ni
siquiera han salido a los medios para comunicarlo y disculparse, como si no
hubiese ocurrido nada; pero también meto en este saco de irresponsabilidad a la
oposición: no basta decirlo o denunciarlo; tienen que buscar al culpable o
culpables y exigir la responsabilidad debida.
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