El hierro es un mineral importante para nuestra vida,
aunque las necesidades diarias sean mínimas, de 10 a 30 mg/día en las personas
adultas, tiene una función primordial en el transporte de oxígeno, dado que
forma parte de la hemoglobina que es la sustancia que está en los glóbulos
rojos y se encarga de unirse al oxígeno para transportarlo, a través del
torrente circulatorio, a todas las células del cuerpo.
¿Por qué es necesario el hierro?
Este
mineral es fundamental porque interviene en funciones vitales para nuestra
vida, como:
Ø El transporte de oxígeno y dióxido de carbono en
sangre.
Ø La producción de elementos de la sangre como por
ejemplo la hemoglobina.
Ø El almacenamiento de oxígeno en el músculo, formando
parte de la mioglobina, proteína muscular, que realiza esta función.
Ø En la respiración celular.
Ø En la síntesis de ADN (ácido desoxirribonucleico).
Ø En la formación de colágeno.
Ø Aumenta la resistencia a las enfermedades.
Ø Actúa como cofactor en muchas reacciones químicas.
¿Cómo podemos aportar
hierro a nuestro organismo?
Este mineral lo incorporamos a nuestro organismo
mediante la ingesta de alimentos. Pero no todos los alimentos aportan la misma
cantidad de hierro, ni todo el hierro que contienen los alimentos es absorbido.
En ese sentido, hay que saber que el hierro contenido en productos de origen
animal, “hierro hemo”, se absorbe
mejor que el contenido en productos de origen vegetal, “hierro no hemo”.
Alimentos ricos en hierro
Origen animal
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Origen vegetal
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Hígado
Carnes rojas
Huevo (yema)
Pollo
Riñones,
Morcilla
Pescados
Mejillones
Ostras.
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Lentejas
Judías blancas
Garbanzos
Almendras
Pistachos
Pipas girasol
Espinacas
Endivias
Olivas.
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Pero
todo el hierro que contienen estos alimentos no se absorbe. La absorción
depende de si están presentes otras sustancias. En ese sentido, la absorción se ve facilitada si se
toma conjuntamente con otros alimentos o fármacos que contengan la
vitamina C, B6, B12, ácido fólico, cobre, fósforo, calcio. Por el
contrario, si están presentes sustancias como el café, el vino (taninos) o la
fibra, o si se padece un proceso diarreico, disminuye la absorción.
Consecuencias del déficit de hierro:
A pesar de que el cuerpo humano almacena hierro para suplir las necesidades
en situaciones de aporte deficitario o cuando el gasto aumenta, estas reservas
solo pueden suplir este déficit durante pocos meses, cuando esto se prolonga
aparece la anemia ferropénica, que
se manifiesta porque la persona presenta:
§ Falta de energía,
§ Dificultad para respirar,
§ Dolor de cabeza,
§ Irritabilidad,
§ Mareos,
§ Pérdida de peso,
§ Palidez en las conjuntivas y lengua.
Prevención de la anemia
ferropénica
Para prevenir esta enfermedad hay que prestar atención a situaciones
fisiológicas en la cuales hay más pérdida de hierro y por consiguiente hay que
incrementar el aporte del mismo, como:
· Mujeres embarazadas o que acaban de tener un bebé
· Corredores de grandes distancias
· Donantes de sangre
Y también hay enfermedades que interfieren la absorción de hierro como la
celiaquía o en las que se producen un sangrado o hay mayor riesgo de producirse
como las úlceras gastroduodenales, enfermedad de Crohn o colitis ulcerosas.
Una atención especial debemos de tener
con la alimentación y el aporte de hierro en los recién nacidos y los niños en
la primera infancia. Aunque los niños nacen con reservas de
hierro para aproximadamente seis meses, no hay problema si le da lactancia
materna, pero si se les da lactancia artificial se les debe suministrar
suplementos de hierro o leche de fórmula para bebés Igualmente, a los niños
entre 1 y 4 años de edad, hay que suministrarle alimentos ricos en hierro.
También el exceso de hierro en nuestro organismo
produce enfermedad llamada hemocromatosis, de la cual nos ocuparemos en otra
ocasión.
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