miércoles, 24 de abril de 2019

ECO.45 ¿Y TÚ CÓMO HABLAS? ¿EN ESPAÑOL O EN CASTELLANO?

¿Y tú cómo hablas? ¿En Español o en Castellano?, por Paco Hernández


Ésta es la pregunta que surgió cuando comentábamos un capítulo del libro de Javier Orrico “La enseñanza destruida”. El libro, desde mi punto de vista no tiene mucho comentario. Es una colección de artículos periodísticos destinados a criticar la LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo/realizada por el PSOE, una más entre el montón de leyes que se han hecho, en teoría para mejorar la educación pública, en la práctica no han hecho otra cosa que empeorarla. Todavía está vigente la que hizo el sr. Wert, por parte del PP, que es el colmo. Pero dejémoslo aquí. Si quieres conocer mi opinión sobre el particular, puedes consultar en el número anterior de este boletín un texto con el título: “La educación: una revolución pendiente”

Pero en el libro de Orrico aparece un artículo titulado “¿Castellano o Español Sr. De la Cierva?”, porque se dirigía al que era por entonces Consejero de Cultura y Educación de la Región de Murcia. Nosotros, el grupo de lectura buscamos con interés una respuesta. Ruego a quien esto lea que se plantee también cuál es la lengua que usa y luego pase adelante.

Nosotros, tras debatirlo, llegamos a la conclusión de que hablábamos en español, con deje, mazarronero, murciano, andaluz…, pero español a fin de cuentas, la lengua que surgió del castellano tras siglos de uso e historia común como herramienta de comunicación entre las gentes de los territorios que hoy llamamos España. Paso a ofrecerte algunas referencias del libro que no puedo copiar entero, para que te hagas una idea.

Por un lado cuenta la anécdota ocurrida a un gramático español, que, en cierta ocasión, preguntó a un campesino de La Palma, la isla bonita de las Canarias, por la lengua que hablaba, a lo que él contestó: “Mire usté, aquí hablamos en español porque el castellano no lo sabemos ‘pronunsiar ’”.

A continuación, hace referencia a un artículo de Miguel Delibes en el ABC, en el que mostraba gran cantidad de palabras estrictamente castellanas que no han pasado a formar parte de la lengua española. Puedo dar fe de algo similar que me ha ocurrido hace unos días leyendo la novela original de Delibes titulada “Los santos inocentes” para compararla con el guión de la película del mismo título: hay palabras y frases castellanas que no he entendido, quizás porque sólo se usan en la vieja Castilla).

Estas, según el texto, son sólo anécdotas para redundar en algo que hasta el más humilde de los filólogos conoce: que hace siglos que el castellano, el viejo romance de frontera…terminó por convertirse en lengua de todos y para todos, en la lengua española, en el español.

Hoy sabemos cómo se produjo este proceso con bastante detalle, sobre una base del latín en descomposición, incorporando palabras y sonidos del vascuence, como la famosa ‘ñ’, del gallego, del visigodo, del catalán, y hasta del árabe en buena medida.

Entre tanto consenso, llama la atención, la polémica suscitada por Cela, en un Congreso de la Lengua, con motivo de la elaboración de la Constitución, cuyo 40 aniversario celebramos el día en que emborrono esta página. Cela, muy enfadado, llegó a afirmar que llamar castellano a nuestra lengua no es más que complejo y cobardía. Según él, para los enemigos de España, rebajar el español hasta devolverlo al castellano suponía un gran triunfo: anulaba su condición de lengua integradora y de todos.

Por mi parte, me parece ridículo este debate en un momento en que más de 572 millones de personas en todo el mundo, se reclaman hispanohablantes y dicen que hablan el español o la lengua española. Por esta vez estoy de acuerdo con Cela y ésta es también mi posición. Además de que él era un escritor importante y yo soy solo un ciudadano de a pie.

Quiero añadir algo más, aunque apenas me queda ya espacio. En la pag.85 del libro de Orrico se afirma que el Rey, hoy emérito, dijo que “una cosa es que se declarara al español como lengua oficial, porque el Estado necesitaba dotarse de un vehículo de comunicación general dentro del mismo, y otra que se obligara a todos a hablar en español”. Y que, por decir esto, dando más relevancia al español, por poco le excomulgan catalanes, vascos, gallegos y otras nacionalidades. Aunque me cueste decirlo, estoy también de acuerdo con el Emérito esta vez.

A continuación, una nota advierte que todo esto ya se hizo en la Constitución que elaboró la 2ª República en 1931. Lo he comprobado, como puedes hacerlo tú, y he visto que esta afirmación es falsa. La Constitución republicana también claudicó ante los nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y demás. El artículo 4º dice: “El castellano es el idioma oficial de la República”. Finalmente, he comprobado el “adelanto” que consiguieron los “Padres de la Constitución” del 78 tras muchas horas y debates: “El castellano es la lengua española oficial del Estado”. Compara el adelanto.

Y luego se fueron a contratar una batería de intérpretes para que tradujeran en el Congreso y en el Senado las sesudas intervenciones en lenguas “propias” de los señores y señoras diputados y diputadas…

 ¡Así estamos en el siglo XXI! ¡Qué vergüenza!

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