SALVAGUARDEMOS
UN PATRIMONIO NATURAL, por Antonio F. García
La dimensión del Parque Natural de Sierra
Espuña es de 17.800has, pero el conjunto de la sierra supera las 25.000has.
abarcando espacios de los municipios de Alhama, Totana, Aledo, Mula y Pliego.
A finales del siglo XIX estaba casi toda ella
desprovista de cubierta vegetal, en avanzado estado de desertización. En 1889
Ricardo Codorniu González Villazón acometió la ingente tarea de su regeneración.
Con los medios disponibles en aquella época, las limitaciones técnicas y sobre
todo mecánicas, se puede imaginar y suponer el inmenso esfuerzo que supuso
desde todos los puntos de vista.
Habría que empezar por estudiar el suelo y
ver qué se podría sembrar o plantar y hacer por tener disponibles en espacios
cercanos esas semillas y esas plantas.
Habría que prevenir las tremendas torrenteras
y evitar sus efectos. Todavía hoy se pueden apreciar los gruesos y sólidos
bancales de grandes bloques de piedra.
El desarrollo del proyecto fue todo un modelo,
digno de admiración e impresionante, en
su época y aún lo sigue siendo hoy.
En
1931 fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional.
Hoy se pueden encontrar más de un millar de
especies vegetales, distribuidas según el tipo de suelo y la altitud, que
supera los 1000m. en no pocos lugares: el
pino carrasco es el más
abundante, pero se impone el pino laricio y el rodeno en las
partes más altas. Además, hay olmos, chopos, álamos, madreselvas, rosales
silvestres, zarzaparrillas, sotobosque, cascoja, lentisco, espino, enebro,
madroño, sabina mora, piorno o cojín de monja.
Entre las
especies animales ha vuelto a aparecer la
cabra montesa. Se ha introducido el
arrui o muflón desde 1970 y se pueden encontrar no menos de 200 especies
entre las que se mencionan las siguientes:
Aves: buitre
leonado, halcón peregrino, gavilán, búho real, águila perdicera, alondra de
Dupont, alcaraván, chova piquirroja.
Mamíferos: arui, cabra montés, jabalí, gato montés, conejo, ratón de campo.
Reptiles: culebra de escalera, culebra bastarda, víbora hocicuda, eslizón, tortuga
mora.
Esta riqueza de
especies es muestra de que la naturaleza ha respondido generosamente al
ambicioso e inteligente proyecto de Codorniu y su equipo; pero la naturaleza, a
veces, se subleva y trae sorpresas como lo que aparece en estas imágenes, que
ni remotamente cabe esperar en una ruta idílica, de la Bruja, la más atrayente
y practicable saliendo del Camping de Sierra Espuña.
Preguntando, me enteré que había ocurrido la
primavera pasada con rachas de viento huracanado y que, por supuesto, el
Gobierno Regional lo sabía. A primera vista, son unos cientos de árboles, pero
pueden ser miles. Suponen el terreno abonado para posibles incendios.
El
otoño y el invierno son la época adecuada para actuar. Es urgente. Sin dudar de
la buena voluntad del personal de mantenimiento, esto excede con mucho sus
posibilidades. Desde estos renglones, para nuestra revista y en escrito a los
responsables regionales, queremos ser una voz más que clama por una
intervención urgente, antes de que sea tarde. Esta acción supone un esfuerzo
humano y económico inmensamente menor al que se hizo hace siglo y medio y, como
inversión, la más rentable a medio y largo plazo. Como Codorniu pensemos en el
futuro, no tan lejano, de nuestros hijos y nietos.
En Finlandia, con un 73% de superficie
boscosa, se repone cada árbol que se corta. En Murcia, la región menos boscosa
de España ¿vamos a ser menos? ¿No vamos
a ser capaces salvar y mantener un Parque Natural que nos es tan necesario y
tanto nos ha costado crear?
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