Se trata de un conjunto de casas, de finales
del siglo XIX y principios del XX, que fueron construidas en la arena de la
Playa de Nares -en Mazarrón-, y que a día de hoy se encuentran en peligro de
destrucción por los vaivenes de la Ley de Costas, la cambiante delimitación de
la zona marítima y la falta de protección por los poderes municipales.
No se trata de una arquitectura singular, de
la que se suele mencionar su diseñador o arquitecto o su propietario
primigenio. En estas casas de Nares lo destacable es que permanecen ancladas en
el pasado, tal como fueron construidas, con muy ligeras variantes estructurales
en sus fachadas.
Al observarlas de frente, desde la orilla de
la mar, son perfectamente reconocibles. Y al contemplarlas se tiene una imagen de
lo que constituyó la arquitectura popular de la comarca, tanto a pie de playa
como en las zonas urbanas. De una sola planta, con puerta central y dos
ventanas una a cada lado; o, en las viviendas de menor tamaño una única ventana
junto a la puerta de entrada. Una construcción muy sencilla. Algunas, más
antiguas, con las fachadas enlucidas en blanco. Otras fueron ya realizadas con
cemento, cal y “granito” (almohadillado con china de playa), combinación que le
daba mayor duración a las fachadas y evitaba su deterioro. Y así se han
conservado durante más de un siglo… Incluso una de ellas mantiene un adorno
frontal culminado por cuatro copas de arcilla.
Hace unos días ha llegado a mis manos un
opúsculo, patrocinado por el Ayuntamiento, que lleva por título “Mazarrón, entre dos siglos. Un paseo por la
arquitectura y la historia del XIX y el XX” y cuyos textos se deben a
Miguel Rubio Martínez.
En este paseo por la arquitectura de
Mazarrón, además de presentar los edificios que constituían el centro del poder
(Ayuntamiento, casino,..), se recogen las pocas casonas señoriales que aún se
mantienen en el corazón de la villa o se levantaron en el paseo del Puerto.
Permanecen en el recuerdo de los más ancianos, con pena por su destrucción, otras
casas singulares, que la piqueta y la fiebre demoledora se llevó por delante y que
bien podrían acompañarlas en este opúsculo a poco que los poderes públicos de
la época hubieran puesto algún interés en su conservación. Han sido
reemplazadas por casas de pisos sin personalidad alguna.
La citada obra menciona también, con espíritu
crítico, el desarrollismo que llevó a la transformación de la llanura de las
extensas Salinas en “un paisaje de
ladrillo y hormigón, con hileras de conjuntos residenciales, donde alojar a los
visitantes que llegaban en busca de sol, playa y descanso”.
Y el autor termina este párrafo haciendo
referencia a las casas de Nares: “Nada
que ver, desde luego, con las primeras mansiones señoriales, ni con las
familiares casas para baños, al estilo de las que aún hoy se conservan casi en
la misma arena de la Playa de Nares”.
Pues eso, que se protejan y conserven.
P.D. (Verano de 2019) Dado el interés que genera este tema de la protección y conservación del patrimonio popular e histórico en Mazarrón, y los crecientes rumores de que "Costas" va a cambiar la delimitación de la zona marítima y situarla en la parte posterior a las casas (desde que se tienen noticias los mojones que señalaban esta delimitación se habían situado por delante de las casas), adjunto una fotografía de 192x en la que se observa claramente que estas casas apenas han sufrido cambios en sus fachadas y estructuras y se han mantenido como reliquias de la arquitectura popular. Y gracias a ellas la Playa de Nares se mantiene así,,,, aunque los propietarios de la viviendas que están situadas detrás, y no se qué otros intereses, estén en contra de su conservación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se ruega NO COMENTAR COMO "ANÓNIMO"