lunes, 29 de abril de 2019

ECO.47 Al-Mariyyat (Almería)

Al-Mariyyat (Almería), por Mª José García Valenzuela


Las similitudes entre esta Región en la que vivimos y la provincia de Almería son muchas, desde sus avatares históricos hasta la comida, pasando por el paisaje y el clima. Incluso en otras partes de España confunden el acento murciano con el almeriense. Por fin, nos acercamos a la capital de la provincia vecina andaluza y en febrero paseamos por las calles de Almería, ciudad que alguna vez todos hemos visitado, pero que es bastante desconocida.

Muchos son los tópicos sobre Almería, que si no hay nada allí, que si películas de vaqueros, que si Bisbal... Nuestra excursión fue muy constructiva para situar y darle el peso que merece este lugar. Después de diez años sin visitarla, me reencontré con una ciudad más bonita y cuidada, puesta en valor especialmente en su centro histórico. Pudimos disfrutarla acompañados de una excelente guía turística, orgullosa almeriense de adopción (como muchos de los que vivimos en Murcia, que ya nos sentimos hijos adoptivos, aunque hayamos nacido en otros lugares).

Nos costó llegar, pero tras dar un paseo cuesta arriba llegamos a la impresionante Alcazaba. Es uno de los conjuntos monumentales y arqueológicos árabes más importantes de España. Construida en el siglo X, ha sufrido diferentes modificaciones que nos permite observar cómo evolucionó la arquitectura durante la dominación árabe. El conjunto está compuesto por albercas, recintos amurallados, jardines, cada uno de ellos con su historia real y sus leyendas. Aunque el estilo nos pueda recordar a la Alhambra, en la Alcazaba todo está envuelto en la austeridad propia de su cometido militar. Desde el cerro en el que se sitúa, la panorámica es impresionante por la vasta extensión que se aprecia y que, en su momento, tuvo una importancia estratégica de defensa incomparable. Sin duda, la imponente muralla que aún permanece en el cerro de San Nicolás da buena muestra de su capacidad de defensa. Ya en el centro histórico, paseamos por sus calles y sus puntos más emblemáticos. La plaza de la Constitución, también conocida como plaza Vieja, lugar que en época musulmana se encontraba el zoco, ha mantenido ese carácter de centro social hasta nuestros días. Hoy en día alberga la sede del Ayuntamiento de la ciudad y el Monumento a los Mártires de la Libertad en el centro de la plaza.

En las calles colindantes, destacan muestras históricas tan especiales como el convento de Santa Clara y, sin duda, la Catedral de la Encarnación. Esta construcción llama mucho la atención por su estructura de fortaleza, muy diferente a la presencia que otras catedrales tienen.

Por la tarde, fue la visita guiada al Museo de Almería el que centró nuestra atención sobre su historia arqueológica desde la cultura argárica hasta la musulmana. Es un lugar que realmente merece la pena visitar, no sólo por el contenido de la exposición sino por la forma en que lo hace. Consta de tres plantas, por las que se distribuye la colección, que tienen como eje común una enorme columna de estratos desde la planta baja ascendiendo hasta el techo del edificio, de forma que los diferentes periodos históricos tratados en cada piso coinciden con los estratos de la columna.


Después de todo, esta ciudad conocida por el nombre de la atalaya en lo más alto del cerro de su Alcazaba, Al-Mariyyat, tiene mucho que ofrecer. Nosotros lo disfrutamos durante esta excursión. Aprovechemos este año, en el que Almería es la capital española de la gastronomía para disfrutar de esta y otras maravillosas facetas que ofrece.

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