EL SEPARATISMO CATALÁN: “ESTÁN PERDIDOS”, por Paco Hernández
1. Cuando han pasado casi 80 años
de la Guerra Civil Española, para unos, y Guerra Revolucionaria para otros, y
42 de la muerte del gran triunfador de la misma, el Generalísimo Franco, España
se enfrenta de nuevo a una situación secesionista: los catalanes amenazan con
que de una manera o de otra se desconectarán de España y crearán una república
catalana independiente. Aunque esta amenaza no viene de ayer ni del año pasado
sino de hace mucho tiempo, la inmensa mayoría de los españoles están perdidos,
no saben qué pensar, ni qué decir. Incluimos en esta apreciación a los
políticos de los partidos mayoritarios que no saben explicarse cómo hemos
llegado a esto.
2. Si queremos entender lo qué
está pasando tendremos que recurrir a una metáfora que nos lleve a comparar una
ideología política altamente contagiosa, el nacionalismo, con unos virus o unas
bacterias que siempre están con nosotros y que, controladas, son beneficiosas,
como la flora bacteriana de nuestro aparato digestivo, pero que,
descontroladas, como ocurre en los grandes grupos humanos, como los estados,
nos ciega el pensamiento y lleva a unos humanos a creerse mejores que otros, a
agredirlos con violencia e incluso a exterminarlos. El nacionalismo local
siempre ha existido de manera moderada desde que los humanos vivíamos en
tribus, queriendo a nuestros familiares y vecinos, a nuestra tierra y a
nuestros símbolos, a nuestra pequeña patria...; pero que empezó a manejarse de
manera retorcida en el mundo capitalista a mediados del siglo XIX para
convencer a grandes masas de población de que eran mejores que otras, de que
tenían más derechos, para justificar las conquistas e imposición sobre otros
que, supuestamente, tenían menos, atribuirse un derecho legal de dominación o
expulsión de sus tierras e incluso su aniquilación. Ejemplo habitual fue el
colonialismo: había que tutelar a determinados pueblos de África, Asia...mporque
no eran capaces de regirse por sí mismos, saqueando de paso sus riquezas
naturales. Las ideas nacionalistas llevaron a la Primera Guerra Mundial, aunque
el ejemplo más claro fue el nazismo, la idea de la superioridad de la raza aria
germánica, que debía forjarse un espacio vital propio, que con Adolf Hitler dio
lugar al Tercer Reich en Europa y a la Segunda Guerra Mundial también. Para una
visión formal de ésta ideología política recomiendo el librito 'NACIONALISMO',
de Elie Kedourie, en Alianza Editorial, muy asequible.
3. Continuando con la metáfora
para explicar el nacionalismo, voy a compararlo con una alfombra que, como
todas las antiguas, tiene una trama y una urdimbre. La trama son unos pocos
hilos más gruesos y fuertes que sujetan una infinidad de hilos finos para
constituir, entre todos, el cuerpo de la alfombra. Comenzaré por los tres hilos
más gruesos de la trama, aunque se podría añadir alguno más; pero tengo que
resumir en un pequeño texto lo que requeriría un libro. Estos hilos más gruesos
y potentes no tienen por qué darse en todas las sociedades desarrollados y
juntos; pueden ser dos o incluso uno, porque son muy potentes:
a) La lengua: Todos los
humanos, además de catalanes y vascos... tenemos lengua propia. Venimos al
mundo con la capacidad de aprenderla de nuestros familiares o vecinos. Es
estupendo que amemos nuestra lengua. El problema viene cuando oímos otras
lenguas y nos da cierta repulsión o miedo porque no las entendemos. Esta
repulsión, llamada xenofobia, es aprovechada por los políticos para
enfrentarnos.
Se llegó a decir que el francés
era la lengua más capacitada para la diplomacia y por eso se utilizaba en las
embajadas y en los tratados; que el alemán era la lengua más capaz para la
filosofía; o que el inglés era las lengua más apropiada para la ciencia. Esto
justificaba a estos países a repartirse el mundo y a colonizarlo porque su
lengua era mejor.
Hoy en día, gracias al desarrollo
de la lingüística, sabemos que todas las lenguas son igual de capaces para
todo, solo es necesario desarrollarlas. Cerca de mí tengo un diccionario
'Elhuyar', la institución que ha creado todo un vocabulario vasco para la
ciencia y la tecnología que antes no existía. Noam Chomsky es la persona viva
que más sabe de esto. Me remito a sus libros de lingüística, no olvidemos que
Chomsky es, además, un prolífico escritor y activista político.
b) La raza fue otro
invento potenciado por los nacionalistas: la raciología. No puedo extenderme,
pero la polémica continúa y se siguen publicando libros sobre las razas
humanas, aunque los científicos 'de verdad' continúen afirmando que no existe
más que la variedad 'homo sapiens', adaptada a distintos ámbitos geográficos.
Los racistas extendieron la idea de que “determinados hombres blancos” eran
superiores y debían dominar al mundo. El vasco Arzallus y la señora Pujol,
catalana, piensan también así, aunque no tanto como los nazis arios alemanes,
ejemplo de xenófobos.
c) La religión es otra
creencia básica excluyente, puesto que la veracidad de una implica la falsedad
de las otras, sobre todo en las religiones monoteístas. Es prototipo el caso
del nacionalismo judío tal como se cuenta en La Biblia: Jehová mandó a los
judíos salir de Egipto donde sufrían esclavitud y atravesar el desierto para
ocupar la tierra de Palestina... ¡pobres palestinos! También lo es el caso del
Isis o República Islámica entre los musulmanes actuales, donde la religión rige
todas las facetas de la vida. No hay que olvidar a los antiguos cristianos, que
pasaron de pacifistas que se dejaban comer por los leones, a exterminadores
sanguinarios de los no creyentes en cuanto se hicieron con el poder. Además de
estar enfrentadas entre sí, todas las religiones han estado siempre enfrentadas
al pensamiento científico y al desarrollo de la ciencia.
Repito, estos hilos gruesos y más
fuertes no aparecen siempre; pero, cuando alguno lo hace. Da mucha consistencia
a la trama nacionalista.
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