El separatismo catalán (y II), por Paco Hernández
4.
Por otra parte, miles de pequeños hilos forman la urdimbre, el cuerpo que
constituye las alfombras. Contribuyen al desarrollo de esta ideología que se va
formando desde que nacemos:
-
El ambiente natural, la luz, la temperatura, la vegetación...
-
Los alimentos, la vivienda, medios de supervivencia, ...
-
La multiplicidad de costumbres en las relaciones familiares y sociales...
Pero
no debo seguir esta lista que tú puedes completar en cualquier libro de
antropología. Personalmente te
recomiendo los de Marvin Harris, como “Nuestra Especie” o su “Introducción a la
antropología”.
5.
Toda la inmensidad de sensaciones, vivencias y costumbres que vamos adquiriendo
o rechazando, es manejada especialmente por los artistas: los músicos, los
poetas, los literatos o los contadores de cuentos y leyendas que se transmiten
oralmente...
En
todo caso interesan particularmente los intelectuales y los historiadores,
creadores de la historia oficial, que casi siempre están al servicio de los
poderes políticos, religiosos o sociales.
Si
en la segunda mitad del siglo XIX el nacionalismo se convirtió en un peligro en
las sociedades desarrolladas se debió, además de la existencia de los libros,
ya que hay muchos engañosos, al desarrollo de la prensa directamente
vinculada a quiénes tenían la capacidad
de gestionarla: repito, el nacionalismo europeo sirvió para invadir y colonizar
todos los países considerados inferiores en Asia y África, o para promover
guerras como los señores Hearst y Pulitzer, dueños de importantes periódicos,
enfrentando a Estados Unidos contra España para arrebatarle Cuba, Puerto Rico,
Filipinas, Guam y otros territorios... O para enfrentar a todos contra todos en la
Primera Guerra Mundial, con millones de muertos resultantes de las luchas por
las causas nacionales.
Hoy
en día, con la capacidad de la televisión y los demás medios que
llaman de 'información y de comunicación' pero que en realidad son de
control de masas, todo es posible.
6.
Tampoco puedo extenderme desarrollando los conceptos de nación y/o estado que
no siempre van juntos. Es muy conocido el caso de los kurdos que habitan
territorios entre Turquía, Siria, Irán e Irak, que se quedaron sin estado tras
el reparto de Lausana (1923). Pero hay muchas situaciones similares.
Quebec
intentó separarse de Canadá. Y Escocia estuvo cerca de conseguir la
independencia que ahora buscan los catalanes. Se consideran naciones sin
estado.
No
es momento de entrar tampoco en cómo hay en España muchas personas que tienen
doble o triple nacionalidad...
7.
Esto nos lleva a otro asunto, la 'identidad' nacional: como en el caso del diputado Gabriel Rufián, nacido en Andalucía que, cuando llegó a Badalona y
escuchó en el instituto la lengua catalana, quedó transportado, como San Pablo
cuando cayó del caballo, y ya no quiso saber más de Andalucía y ni del español
de su tierra natal. Personalmente, me disgustaba mucho cuando de niño me
preguntaban: ¿a quién quieres más a tu padre o a tu madre?, costumbre arraigada
en mi pueblo, y no me dejaban responder que a los dos... Hoy puedo sentirme
muchas cosas a la vez, entre ellas 'fuentealamero, cartagenero, murciano,
vasco...'
Para
quien quiera profundizar en la identidad para la ideología nacionalista
recomiendo el libro “Identidades
asesinas” del periodista franco-libanés Amin Maalouf. Es un clásico.
8.
Por qué estamos perdidos:
Desde
1976, cuando se inició en España lo que aún se sigue llamando la “transición”
de la dictadura militar a “la democracia”, que se nos viene presentando como
modélica, ejemplar y otros adjetivos similares, todo se vinculaba a dos
decisiones básicas: por un lado la nueva Constitución, bastante apañada,
si no entramos en detalles como la falta absoluta de controles contra la
corrupción, la pervivencia de élites del antiguo régimen vinculadas al poder
militar, judicial, religioso etc. y, por otra parte, en una opción insensata, un error garrafal,
básico, que inevitablemente nos lleva al desastre: el Estado de las
Autonomías.
Con
ello se pretendía contentar a ciertas regiones más desarrolladas económicamente
y que, por ello, habían desarrollado también ideologías nacionalistas: el País
Vasco y Cataluña. Pero si hay una tradición política en nuestro país que no ha
tenido revolución burguesa, es la
tendencia a la disgregación, desde los tiempos medievales de los Reinos de
Taifas: Navarra, Galicia, y otras regiones fueron reclamando también competencias,
hasta que por hastío se decidió el 'café para todos'. Sin embargo, no todas las
autonomías tienen las mismas competencias, ni de la misma manera.
Y
así, hemos llegado a un país imposible. Imposible de mantener económicamente 19
'parlamentos', con palacios de gobierno, cientos de políticos, coches
oficiales... Imposible para funcionar con la complejidad de legislaciones
contradictorias, una auténtica barbaridad. Pero, sobre todo, hemos llegado a un
montón de focos de tensiones nacionalistas... locales, con agravios comparativos
a veces intolerables: ¿Por qué Euskadi o Navarra tienen la posibilidad de
recaudar sus propios impuestos y gestionarlos y Andalucía o Murcia no?
¿Qué
podía esperarse cuando un país llamado España pone la educación en manos de
agentes locales de forma que una familia que se traslade de Castro Urdiales a
Bilbao, a menos de 20 kms. no pueda encontrar escuela para sus hijos en
castellano? ¿Qué podía esperarse de los hombres y las mujeres de Cataluña que
hoy tienen 40 años que no han oído otra cosa que historias míticas de una Cataluña agraviada
por la tiranía española? Se pusieron todos los medios para obtener como
resultado el reto que tenemos planteado: ¡un 1º de Octubre ahí mismo! Que los
catalanes quieren independizarse porque lo dicen sus libros, sus profesores, sus
medios de comunicación, sus políticos... que no dicen la otra cara, la otra
realidad: que esta España corrupta, incluyendo la Autonomía Catalana, nos roba
a todos los españoles y nos pone de rodillas ante el capitalismo mundial.