EL HOMBRE NUEVO DEL FUTURO (III), por Eladio Chávarri filósofo [1952-2002] en estudio y comentario de Baldomero López Carrera, filósofo.
La estructura de nuestro modelo humano es muy compacta, por lo que resulta muy difícil de cambiar, pues los valores y los contravalores económicos y biopsíquicos han convertido toda nuestra existencia en una mercancía, donde todo está sujeto a intercambios monetarios.
Nunca podremos prever y predecir cuándo, dónde y cómo ha de finalizar este vivir sometido a la soberanía de lo valioso y de lo disvalioso biopsíquico-económico.
Y es que los cambios de modelo humano, además de imprevisibles, son procesos muy lentos, que se componen de pequeñas e imperceptibles transformaciones imposibles de controlar.
Nadie sabe el tiempo que
necesitaremos para dejar nuestra vida de seres humanos productores consumidores
y adoptar otra. Y, además, nadie tiene ni la menor idea sobre los rasgos
generales que tendrá esa otra vida más digna. Las situaciones inconformistas,
sin duda, van a dar paso a otras tantas dignificaciones, las cuales provocarán
nuevas situaciones inconformistas, a las que seguirán nuevas dignificaciones.
El cambio a una vida más digna que la actual provocará, como no podía ser
menos, gigantescas transformaciones en todas las estructuras del viviente
hombre. Habrá grandes crisis como la que estamos padeciendo en estos años, pero
tendremos que estar bastante más atentos a los pequeños movimientos, a esos que
pasan desapercibidos y que son los que hacen que vayamos caminando hacia otro
par humano/inhumano diferente del HPC.
Recordamos que cada mundo es una organización peculiar y distinta de los pares valorativos que realiza la persona. Esos pares valorativos biopsíquicos, cognitivos, económicos, estéticos, éticos, lúdicos, religiosos y sociopolíticos reciben significaciones nuevas en cada mundo.
(continuará)
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