lunes, 26 de septiembre de 2022

EL ECO DE LA TORRE nº 68 (Septiembre - Octubre 2022)

 EL ECO DE LA TORRE





A.R.D.C. Torre de Santa Elena


Boletín Informativo número 68

Septiembre - Octubre 2022
             Puedes ver los títulos de los artículos (y acceder a ellos directamente) en los Índices de los artículos del año 2022, o los artículos del año 2021   o  los del año 2020

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EQUIPO DE REDACCIÓN Y COLABORADORES


Antonio Fernández García
Paco Acosta
Eladio Chávarri / Baldomero López Carrera
José Luis Mozo
Juan Miguel Ortiz
Marco A. Santos Brandys
Mercedes Aróstegui
Juanjo Cano Gómez
Asociación ADELA
Ricardo Márquez






Agencia Inmobiliaria y de Seguros “A su Servicio” At your Service
ARTO Reformas en general
Asociación ADELA
Autos AL-MAZARRON Citroën
BricoPepelino
B. Restaurante Deskaro
B. Restaurante Villamares
B. Restaurante Vistabella
Café Bar El Ancla
Casa Pepelino
Centro de Buceo Rivemar 
Club de Mayores de Isla Plana
Farmacia Serrano Ciller -La Azohía-
Farmacia Martínez García –Isla Plana-
Laura Sánchez (Con_Tacto_Masajes)
Mola Mola Kayak 
Panadería Méndez 
Pilar García (Cursos de Español / Inglés)
Restaurante Antípodas Tavern
Restaurante Casa del Nono
Restaurante La Bodega Molina
Restaurante Mesón Acuario
Supermercado El León (SPAR)





ECO.68 DERECHOS HUMANOS (VIII)

Derechos Humanos (VIII), por A.F.García 


(continuación)

Artículo 9.

"Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado".

Advertimos que en este apartado estamos hablando de los Derechos Humanos, los cuales no todos los gobiernos han subscrito o no cumplen adecuadamente, por lo que difícilmente reconocen la arbitrariedad de su acto. Al contrario, le aplican su peculiar legalidad. ¿No lo hace Rusia con el opositor Alexei Navalni? ¿No lo está haciendo en estas fechas Arabia Saudí con la reportera opositora?

En nuestro país una persona sólo puede estar detenida hasta un máximo de 72 horas, si no se le encuentra causa para ser juzgada, riesgo de fuga, de reincidencia.

Este artículo, junto con el siguiente, se incumple en el mundo más de lo que parece, pues, citando atentados como los del 11S en Nueva York, resulta muy complicado el proceso de hallar los verdaderos culpables y las pruebas fehacientes que aseguren un juicio justo.

 

Artículo 10.

"Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal".

Este artículo recoge una larga tradición del derecho dirigido básicamente a los hombres y no a todos. Si consideramos que la Atenas clásica albergaba a casi medio millón de personas, los ciudadanos libres, con derechos, no sobrepasaban los cuarenta mil.

En la tradición hebrea solo los hombres adultos entraban en el cómputo (multiplicación de los panes y los peces). Recordemos, sin embargo, que cuando el Sanedrín dilucida sobre acabar con Jesús, Nicodemo les recuerda que la Ley no permite condenar a nadie sin haberle escuchado.

Lope de Vega en “Peribáñez y el Comendador de Ocaña” pone en boca del primero reclamando al Rey Enrique III, que haga honor a su sobrenombre de “Justiciero” dándole la palabra antes de ejecutarlo.

El texto de este artículo se enriquece en contenido, matices  de vocabulario y expresiones que no dan lugar a dudas y se extiende a todas las personas del género humano.

(continuará



ECO.68 CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA 1978 (XII)

CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA 1978 (XII), por A.F.García

(continuación)

 

“Artículo 20.                Libertad de expresión

(continuación)                                   

2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa”.

Este apartado, así de claro y de tajante, es uno de los más gozosos de nuestra Carta Magna.

  

“3. La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España”.

Uno puede considerar normal la actual fragmentación política si se llevara con más civismo, tolerancia y sentido de estado y responsabilidades y no la confrontación visceral que se estila. En cambio, aprecio que la actual pluralidad de medios evita que quien detenta el poder dirija el medio que controla hacia su interés político, de lejano y triste recuerdo.

Es obligado recordar que el pluralismo social y la diversidad de lenguas es una garantía democrática y una riqueza cultural de obligada tolerancia.

 

“4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que los desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y la protección de la juventud y de la infancia”.

Yo separaría, en este apartado, cuanto se refiere a los adultos y cuanto se refiere a la protección de la juventud y de la infancia, cada día más desprotegida. Todo cuanto se haga en este campo es poco. Diría que el abuso de los medios sociales dirigido hacia la intoxicación y desviación de los futuros ciudadanos va por delante de las medidas que dilucidan nuestros representantes y aplican nuestros gobernantes.

En lo que se refiere a los adultos parece uno verse enredado en una veterana madeja social de cuyo embrollo es muy difícil salir entero y libre. Espero a lo que la próxima tertulia pueda deliberar.

Nos ha dado en concluir que cualquier grado de superior status en lo político, económico, social,… del hombre sobre la mujer o de dependencia de ésta respecto a aquél han dado lugar a este tipo de abuso. Poco menos que imposible es saber, pasados los años, el grado de imposición por parte del hombre o de dura sumisión o fácil, incluso voluntaria, aceptación por parte de la mujer.

Cuando la denuncia es a continuación del abuso denunciado, caso de Nebenca Fernández respecto al alcalde de Ponferrada, el asunto resulta más claro. El posterior desarrollo de la mentalidad social y la actual legislación pone más difícil al varón tales tentativas.  


(continuará)




ECO.68 REFLEXIONES

Reflexiones, por A.F.García

En el número 64 de esta revista, primera del año en curso, inician su andadura una serie de artículos o trabajos específicos del Doctor Juan M. Ortiz sobre el campo de la genética. Me he tomado el trabajo, placentero por supuesto, de leerlos detenidamente y apreciar la línea de conexión que los une avanzando en profundidad y concreción.

No es mi deseo entrar a debatir con el Doctor Ortiz sobre tal materia, como profano que soy, y me limito a leerlo con interés y aprecio.

Me permitiré, si este Doctor no se opone, servirme de su admirable trabajo para mis consideraciones o reflexiones humanistas, incluso cristianas.

Su trabajo y divulgación nos ayuda e impulsa a abrir nuestra mente, que se cree con autoridad para corregir al Creador cuando solo admite la dualidad hombre-mujer como humanos vivientes.

La sabia Naturaleza o Aquél por quien existimos, nos movemos y somos con su Amor, Sabiduría y Poder le ha placido hacernos diferentes: hombres-hombres, mujeres-mujeres, intersex, TRANSgénero, diversos… TODOS, sin excepción, somos seres humanos, personas, sujetos de derechos. Por todo lo cual Todos debemos aceptarnos a todos, empezando por aceptarnos a nosotros mismos.

Ni deseo ni me corresponde opinar sobre el cambio de sexo. Sólo sugiero que sea una decisión personal, del sujeto convencido, sin presiones desde su entorno ni desde fuera.

Desde mi punto de vista humano y cristiano, me atrevo a sugerir la aceptación y la autoestima: hombre, mujer o lo que tú te consideres, tú vales mucho a los ojos, eres diferente pero no inferior; piensa en todo lo que te gusta hacer y aplícate con ahínco en ello. Piensa en los minusválidos que se preparan para las olimpiadas. Piensa y siente que no sobras, que eres necesaria allí donde vives o su entorno.

Siempre puedes hacer algo con tu mente, tu imaginación, tus manos, tus pies.

¿No tienes en tu entorno alguien a quien puedes ayudar, que te necesita? Hazlo, con naturalidad, como quien disfruta con ello.

Teresa de Calcuta comentaba “cuando no tengo que dar a una persona le doy una sonrisa”.

Si eres creyente como yo, recuerda este texto que a mí me ayudó mucho en momentos bajos:

Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt,11,28-30).

Escucha joven, quien seas, acéptate y acepta a los demás; somos diferentes, personas distintas; pero todos iguales en derechos.


ECO.68 SÓLO LA CORBATA

Sólo la Corbata, por José Luis Mozo

Durante largos años, algunos estuvimos creyendo que la corbata había sido un invento francés. En realidad procede de Croacia, y fueron mercenarios croatas quienes la llevaron a Francia en el siglo XVII, según una costumbre de sus enamoradas. Éstas, que vestían numerosas sayas de tela blanca, solían, al despedirse, arrancarse un jirón que anudaban al cuello de su amado, deseando así que volviera pronto y en buen estado de revista. Total, sólo iban a la guerra de los 30 años.

Se nos calienta el planeta. Entre paréntesis, me aparto del trascendental problema de la corbata para decirles que el hombre no tiene gran capacidad de acción en lo que de real tenga este cambio. El planeta ha sufrido no se sabe cuántas glaciaciones (en un momento se habló de cuatro, luego se dijo que podían haber sido muchas más y mucho más breves) y las causas proceden de dos categorías. Las cosmológicas, o de fondo, como la actividad solar, la inclinación del eje de giro de la tierra, incluso las propias tripas del planeta, que están calentitas y activas (pregunten, si no me creen, a los volcanes), y otras varias que ciertamente interesan poco, pues cuando alguien avisa que, para sacar consecuencias de estos fenómenos, hace falta un mínimo de diez mil años, el interés tiende a enfriarse.

Y causas coyunturales, que son las que gustan. Porque ya pueden hacer comités, conferencias y todo tipo de circos para montar numeritos rentables. Y rapiditos. El horizonte 2030 se nos echa encima y a saber si para entonces no estamos todos al gratén. Ciertamente que los que (todavía) nos consideramos humanistas defendemos un planeta limpio… ¡porque es nuestra casa! No somos esos salvadores del planeta en cuyo propio domicilio gotea la mierda hasta por las gárgolas. Que esta tierra nuestra sea diferente a multitud de piedras gordas, tontas, frías y muertas que dan vueltas a su alrededor, sólo se explica y se justifica porque es un lugar de cita homocéntrico, porque el ser humano habita en ella. Si no, podría ser tan gorda, tan tonta, tan fría y tan muerta como las demás, y seguiría dando vueltas millones y millones de años.

Pero ¡al negocio! De todas las herramientas de las que se sirven los redentores de nuestras catástrofes para forrarse a nuestra costa, la más rentable es el miedo, camino directo hacia la esclavitud alborozada. ¡Hosanna al salvador! Pero, para ser permeables al miedo, es aconsejable una raza de clónicos. Que todos piensen igual, hablen igual, sientan igual, incluso lleguen a vestir igual como en su día los hambrientos discípulos de Mao Zsedong. De ahí el valor esencial de la enseñanza, de la que tiene que ser excluida la ciencia. Las religiones han utilizado este sistema milenios y siempre con éxito. Las religiones pueden ser muchas respetables, si no excluyen la ciencia, la sabiduría, el conocimiento. Pero lo intentan. No vamos a proteger los bosques del fuego con gentes del bosque, que sepan lo que se traen entre manos. No vamos a enfrentarnos a una crisis vírica sin precedentes con médicos y científicos. No vamos a diseñar un plan de supervivencia energético con ingenieros especialistas. No vamos a establecer pautas de alimentación infantil con dietólogos pediátricos. Para eso están las nuevas religiones, las ideologías que nos traen los salvadores. ¡Hosanna y hosanna!

Así que el camino de la salvación está trazado. Los bosques arden, sí, pero al final se apagan. La crisis vírica se atenúa. Después de dejar 7 millones de muertos directos y un número que ni se sabe ni se dejará saber de afectados crónicos que irán cayendo. Pero se  atenúa. Nuestros salvadores han suprimido los generadores nucleares de electricidad en Europa y nos entregan atados de pies y manos a los señores del gas y del petróleo. Pero los han suprimido, no como los insensatos de los chinos, actuales dueños económicos del mundo, que están desarrollando un ambicioso programa de generación nuclear y a los que, por cierto, se les ha admitido en el selecto club de los señores del gas y del petróleo, sin necesidad de tener ni una cosa ni otra. Hay quien alimenta (¿?) a los niños con deficiencias vitamínicas y de nutrientes, pero no echen la culpa a nadie, porque cuando el sol sale por el este son responsabilidad de los padres y cuando sale por levante pertenecen al Estado, así que nadie se aclara. Salvo la publicidad, que ahora presenta unos niños guapísimos, ñoñísimos y sabiondísimos en anuncios en los que amonestan y enseñan a su padres (¡educación!) el funcionamiento de todo: electrodomésticos, ropavejería, reciclaje… En defensa de los niños, justo es destacar que lo de guapísimos es lo único que ponen ellos. El resto se lo da el guión.

Y así debe ser, porque los niños son los receptores directos e indefensos de los nuevos planes de enseñanza, o sea, los únicos que están bien enseñados. Sin sabiduría, sin ciencia y con una historia reinventada a gusto del salvador, para que no aprovechen experiencias no deseables. El camino se allana por momentos, el 2030 está a la vista, y la nueva e infalible estrategia de la comunicación no falla. Para superar problemas, por graves que sean, no hace falta resolverlos, sino sustituirlos por otros que ocupen el debido lugar en los medios y en la moda. Es una de las fórmulas por la que se está llevando al despeñadero a nuestro sistema sanitario. Y ya tenemos en el horizonte, en el último tramo, dos grandes retos. El geriatricidio (creo que se está llamando así lo de suprimir a los viejos), una fórmula eugenésica idónea para retirar al Estado la parte que incordia y gasta. Tal vez se complemente con la primacía de la raza aria, así no habría que inventar nada porque ya lo inventó en su momento Hitler. Se viene contando como un chiste pero no olvidemos la fórmula: medios, moda y problemas acuciantes sin resolver. Y el chiste dejará automáticamente de hacer gracia, aunque ya maldito si la tiene. Como último escalón, ¡la supresión del dinero! ¡Más hosanna! El diabólico duende que no permite dormir a fin de mes, ni al principio porque pensamos que en 30 días llegará otro fin, dejará de existir. Y la propiedad privada, también.

Largo ha sido el paréntesis, pero volvamos a la trascendente corbata. Para eso están las mentes preclaras. Tras un verano asfixiante en muchos lugares, una mente preclara nos ofrece la solución: “¡quítense la corbata!”. 

¡¿Cómo no lo habíamos visto antes?! Yo me la he puesto de inmediato (porque no la llevaba) para podérmela quitar. Y de verdad que se nota el alivio. Como no tenemos capacidad, ya dije, para influir en el clima, yo me contento con mantener la casa limpia. Si un tercio de la contaminación del planeta la genera China sola y otro tercio Estados Unidos e India, con alguna menor contribución de Rusia y Japón, yo me doy por satisfecho con mirar dubitativamente el papel de envolver el bocadillo de calamares que tengo en la mano, y a la hilera de cubos que tengo enfrente, mientras pienso con cara de idiota: “¿qué puñetas hago con el papel?” De todas las nuevas religiones, la más llamativa e innovadora es sin duda el planeta. En las antiguas, uno podía ser bueno o malo, y el premio te esperaba en el juicio definitivo, ganabas tu cielo o tu infierno. Pero en la del planeta, al contrario que en las otras, el castigo es colectivo. Todos al cielo o todos al infierno. Así que no se podrán tolerar disidentes. Hay que seguir el camino de la fe verdadera. A estacazos, si ello fuere necesario. Por lo que, me temo, estacazos van caer unos cuantos.

Antes que me caiga el primero, les voy a hacer una perversa confidencia. El dinero no dejará de existir. Simplemente, quedará en los bolsillos de una panda de sinvergüenzas que se harán los dueños del mundo. Para los demás, los límites de consumo, los corralitos, las cartillas de racionamiento o lo que nos echen. Es mejor resolver los conflictos eliminando a la indisciplinada clase media que a bombazo limpio porque se han hecho bombas muy gordas. Tienen sus ventajas, ya que con temperaturas, en el núcleo de una explosión atómica, unas 15 veces superiores a la del núcleo solar, la materia orgánica se volatiliza hasta más allá del estado de plasma. Algo así como transformar directamente el cuerpo en alma sin tener que separarlos, un considerable ahorro en servicios funerarios y celestiales. Pero a los nuevos dueños no les acaba de seducir la fórmula. Es probable que nos libremos de ella, si los grandes perros optan por compartir la carne porque tienen mucha. Algún cachorrillo que intente enseñar los dientes, como Ucrania, se llevará un mamporro, pero al modo tradicional.

Y volviendo al clima, ¿qué puede pasar si hay calentamiento? Puede que no baste con las grandes piras de corbatas, que quemaremos en bien del progreso, sino que haya que seguir quemando prendas. Teniendo en cuenta que, sin dinero y sin propiedades, acabaremos ya en pelota picada, la entrada en el 2030 será una entrada triunfante.

¿Y los negacionistas? ¿No respetaremos su derecho a contrariar la verdadera fe? ¡Por supuesto que lo respetaremos! Les dejaremos la corbata. ¿Qué mayor contestación cabe que marchar con su corbata colgando? Sólo la corbata. Del resto, lo que haga colgar la naturaleza.


ECO.68 NUESTRO LARGO VERANO

Nuestro largo verano, por A.F.García

 

Estoy convencido de no equivocarme si afirmo que ha sido el más concurrido hasta la fecha y, muy especialmente, en la afluencia de personas jóvenes.

Se dice que el Mar Menor ha dejado de ser salubre. La Manga por su parte a mar abierto, no tiene ese problema; pero durante casi todo el periodo estival ha soplado de levante, que suele dar lugar a cierto oleaje constante en la zona, mientras en las playas de Poniente las aguas se han mantenido tranquilas y cristalinas.

Quiero recordar que nuestra primavera ha sido muy peculiar y mucho más lluviosa de lo habitual. El 27 de mayo pasado me vi en la necesidad de tener que ir a la Biblioteca Regional de Murcia. La lluvia fue intensa, particularmente torrencial entre Alhama y Murcia y la temperatura en ningún momento superó los 15º.

Por ello, repito que el periodo estival abarca junio, julio, agosto y septiembre con temperaturas por encima de lo normal como todos sabemos.

Alguien me decía que los jóvenes no venían porque no encontraban aliciente; pero los jóvenes llaman a los jóvenes, ejercen su función magnética. Si  en el verano de 2020 buscaban la manera de organizar pequeños botellones a escondidas de la fuerza del orden.

Entre los jóvenes  de este año, entre los cuales había muchos que no eran del entorno sino de muy diferentes lugares, han surgido novedades alternativas, acaso más libres e imaginativas, en algún caso, más audaces, con tablas, patines, cortes de pelo, bañadores tanga, En la playa, si bien no era novedoso, ha sobreabundado las sombrillas, los toldos , mejores que los de antaño, …instalados casi sin espacio, donde se cobijaban de la mañana a la noche en que terminaban la jornada haciendo una frugal merienda cena. Era una delicia ver a jóvenes madres cebar a sus bebés, que, al agradable fresco de la tarde noche, engullían con ansia lo que les llegaba a la boca. A esa hora de la puesta de sol se acercan los vecinos habituales cercanos y la orilla se llenaba a tope. No me es fácil encontrar un pequeño espacio donde pueda posar mi albornoz doblado, pero lo hago y nadie lo toca o lo pisa.

Ha sido mucha la gente que ha pasado el día en la playa, recordando otros tiempos difíciles y desafiando el calor más persistente que se recuerda.

Sin embargo, han estado funcionando 9 restaurantes, 4 chiringuitos, 2 café-bar si catalogamos así la Rockola, y una heladería. En suma, 16 establecimientos en La Azohía, donde se podía tomar algo.

El  más representativo de los hosteleros ha valorado el verano de una manera categórica: “La venta, buena; la compra, mala; el margen de beneficio, escaso”.

 Está claro que se refiere al encarecimiento de la cesta de la compra y los productos energéticos que reduce la liquidez que desean.

De los chiringuitos, aunque no por ser el más visitado, sino por deleitarnos con mensajes como éste:


O el restaurante de “Antípodas Tavern”, porque desde la cocina el antiguo buceador, sufre al ver acumulación de embarcaciones donde está uno de los pocos espacios en mundo donde la flora marina florece dos veces al año.


De siempre de los tres kms de playa, la de la Chapineta es la más favorable: es de arena  muy fina toda ella, muy llana de mínima inclinación, lo que permite adentrarse en el agua hasta al menos cien metros sin que le cubra.



Y, lo más importante, tiene al otro lado de la carretera un amplio espacio para aparcar. A muchos residentes de La Azohía se nos pasa por la cabeza que se debiera convertir en espacio de aparcamiento equipado de los adecuados servicios y regulado. Desde nuestras páginas se lo encomendamos encarecidamente a nuestros responsables municipales. Sabemos que ese suelo es de varios propietarios. Sería su función llegar a acuerdo con ellos.

Los espacios de aparcamiento en La Azohía e Isla Plana van a menos mientras la población va a más. ¿No lo ven así nuestras autoridades para planificar soluciones urgentes? Algunas actuaciones de policía local no parecen ir en dirección de solucionarlo sino de complicarlo.

Esperamos que el próximo no sólo sea más sino también Mejor.



ECO.68 POEMA RECIBIDO 15

Poema Recibido 15  (de Benjamín Prado)


La dulce vida entre la hierba verde

 

Hay un silencio, abajo, de estatuas destruidas.

Amanece.

                     Recuerdas

el amor con su ambiente de barco amotinado,

la vida como un sueño con tesoros y mapas,

el rocío y su lava de cristal.

 

Amanece. Recuerdas.

Los caballos rompieron la lluvia con sus cascos;

las torres eran parte de tu sangre,

tu muerte se añadía a las campanas.

 

En su memoria azul,

río abajo, las aguas te recuerdan ahora;

te apoyas en un muro matizado de hiedra,

el carbón de la vida

                                         se consume en tus ojos

y la nieve

sofoca el fuego de tus manos.

 

No preguntaste entonces quién movía las águilas,

quién juntó las tinieblas y los lobos

quién sembró la semilla del árbol del ahorcado.

 

Cuando ardía el laurel y se quebraba el hielo.

Cuando tu corazón se asociaba a la escarcha.

Cuando la luz fue parte de la noche.

 

Cuando el sol extendía su óxido por la arena

alguien te vio dejar,

perdida junto al cisne redondo de la luna,

la dulce vida entre la hierba verde.

 

Benjamín Prado 

De "Un caso sencillo" 1986


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Durante el confinamiento pusimos en marcha, por e-mail, una cadena de envío de poemas a personas no-conocidas, con la esperanza de recibir también algunos. Este fue uno de los recibidos… En números anteriores ya hemos publicado otros.









ECO.68 NUESTRAS LECTURAS: "CARTA DE UNA DESCONOCIDA"

Nuestras Lecturas: "Carta de una desconocida", por A.F.García

 

Stefan Zweig (1881-1942)

 

Nació en el seno de una opulenta familia judía lo que le permitió y obligó a vivir en distintos países de Europa y América. Es un intelectual pacifista y comprometido.

Escritor muy fecundo y en muchos, llegando a publicar 647 obras, seis de ellas en 1922, como el libro en cuestión. Entre ellos hay novelas, biografías, ensayos… Él mismo explica el ser polifacético y de tanto éxito:

...”el inesperado éxito de mis libros proviene, según creo, en última instancia de un vicio personal, a saber: que soy un lector impaciente y de mucho temperamento. Me irrita toda facundia, todo lo difuso y vagamente exaltado, lo ambiguo, lo innecesariamente morboso de una novela, de una biografía, de una exposición intelectual. Sólo un libro que se mantiene siempre, página tras página, sobre su nivel y que arrastra al lector hasta la última línea sin dejarle tomar aliento me proporciona un perfecto deleite. Nueve de cada diez libros que caen en mis manos los encuentro sobrecargados de descripciones superfluas, diálogos extensos y figuras secundarias inútiles que les quitan tensión y les restan dinamismo”.

De su pacifismo tenemos Jeremías, condenando la Primera Guerra Mundial.

De sus biografías quiero recordar “Castellio frente a Calvino, Conciencia frente a violencia”, tomando por centro a Miguel Servet, judío también, que opone la libertad de conciencia y amor cristiano entre los hombres de éste frente al fanatismo de Calvino:

"Matar a un hombre no será nunca defender una doctrina, será siempre matar a un hombre."

 


Hace falta mucho ingenio para crear “Carta a una desconocida”, una novela corta en forma de carta a manos de una mujer en el momento de morir, de una tirada y con esa calidad imaginativa y literaria.

Una protagonista que se enamora locamente, siendo niña, de un vecino recién llegado, joven escritor, a quien sigue los pasos toda su vida, hasta tener un hijo suyo, sin que se entere hasta recibir la dicha carta.

Dos extremos de un romance que raya en lo inverosímil. Me pasó por la cabeza que su primera mujer, admiradora de sus trabajos, le hubiera servido de inspiración; pero resulta imposible porque ella es también escritora, le sobrevive, le dedica dos biografías y una sociedad para salvaguardarlos.

Zweig es un talento, un genio, un monstruo de la creatividad literaria en la que cultivó todos los géneros.

Nacido en Viena, ciudadano austrohúngaro y británico, no participó en la Primera Guerra como objetor. Vivió 20 años en Salzburgo. Se salvó del Nazismo que prohibió 15 de sus obras y quemó otras.

Considerado el mayor creador de la época de su tiempo, no fue Premio Nobel. Como modesto lector me sumo a los que declaran que Europa está en deuda con él.



ECO.68 "CARMEN MOLA" EN MAZARRÓN

"Carmen Mola" en Mazarrón, por Paco Acosta

 


Carmen Mola”: seudónimo atribuido a “un escritor o una escritora” del que hasta hace relativamente poco tiempo se desconocía “su filiación”; uno de los grandes éxitos editoriales de los últimos años; unas novelas de misterio -suspense, thriller o novela negra, llamémoslas como queramos- que “enganchan” fácilmente al lector; una trilogía (“La novia gitana”, “La red púrpura” y “La nena”) convertida recientemente en tetralogía (con la ya inmediata aparición de “Las madres” -prevista para finales de septiembre-); una serie que tiene como protagonista principal a la inspectora Elena Blanco junto con los restantes componentes de la Brigada de Análisis de Casos; unos argumentos en los que el propio lector “intuye fácilmente los guiones para una película” -ya está en marcha su grabación en varios capítulos-; un Premio Planeta, el de 2021, que casualmente (¡que buen olfato comercial tienen los de la editorial Planeta!) recayó sobre la novela de intriga histórica “La Bestia” de “Carmen Mola” y que por exigencias del premio precipitó el desvelar a quién pertenecía el seudónimo…

Y finalmente, el morbo popular y mediático al conocerse que no se trata de “un escritor o una escritora” sino de ¡tres hombres!, que habían elegido como seudónimo un nombre de mujer; que escriben sus libros como si se tratase de una “factoría de producir libros”, es decir en equipo, siguiendo unos procedimientos creativos muy estructurados, muy de consenso, de inventar argumentos y desarrollar ideas conjuntas, generar de común acuerdo un contenido muy planificado para todos y cada uno de los capítulos, para una vez plenamente terminado el “guión”, distribuirse el trabajo entre los tres, por capítulos completos, ir escribiéndolos -con mayor o menor acierto literario-, para después ser revisados, corregidos, o completados por los otros componentes del trío… El producto final es por tanto una obra conjunta, en la que, según comentan ellos, es difícil reconocer la “propiedad” de los párrafos…

En definitiva, se puede hablar de “pérdida del protagonismo individual” -ese que normalmente acompaña a los escritores-, lo mismo que se puede indicar que esa forma tan estructurada de trabajar ya se había puesto en práctica con anterioridad en los equipos encargados de “confeccionar los guiones de películas o series”.

Y es eso, su profesión de guionistas experimentados, lo que ha unido a estos tres autores: Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero en una fecunda “trinidad literaria” que tanto éxito está teniendo con sus novelas, firmadas con el seudónimo “Carmen Mola”.

De todo esto, el jueves 25 de agosto, en el Mirador de Bahía, hablaron los tres autores, en una agradable velada englobada en la programación veraniega Mares de Papel. Por cierto, con una muy apreciable asistencia de público.




ECO.68 TEATRO EN MAZARRÓN: "EL DESMORONAMIENTO DE LA TERNURA"

Teatro en Mazarrón: "El Desmoronamiento de la Ternura", por Paco Acosta 


La función, se incluyó dentro de la amplia oferta veraniega del Ayuntamiento de Mazarrón, -denominada genéricamente Mares de Papel, Festival de Festivales.

Y gracias a la buena promoción de los eventos englobados bajo Mares de Papel, el público respondió con interés y en la noche del domingo 28 de agosto, acudió hasta casi completar el aforo del Mirador de Bahía en el Cabezo de la Reya. ¡Un verdadero éxito de público!

Sin embargo tengo la impresión que la obra “El desmoronamiento de la ternura” no gustó.

En la reducida reseña del folleto promocional se indicaba que el texto, de Luisma Soriano -dramaturgo murciano-, había resultado ganador del premio Born 2021 – concedido por el Cercle Artístic de Ciutadella de Menorca-, y esto contribuyó a que el público “llegase con unas expectativas” que no vio satisfechas con la representación. ¿Porqué?

En mi opinión es una obra difícil, no de entender en el desarrollo de las escenas, sino de seguir su trasfondo. El espectador percibe las “sucesivas escenas” y las entiende, pero no distingue una trama que las aglutine y dé sentido al conjunto. Además, sobre todo en la primera parte, el protagonista tiene unos párrafos complejos, largos, excesivamente largos. Pensados, para “poner a prueba” su memoria de buen actor, pero que contribuyen a “dispersar” la secuencia y su seguimiento por los espectadores.

No obstante, la obra tuvo sus momentos de dramatismo, muy bien llevados por los intérpretes; y también ritmo y dinamismo cuando la situación lo precisaba. Y posiblemente este contraste también haya contribuido a la “dispersión” de gran parte de los espectadores.



El montaje de la obra en el Mirador de Bahía, corrió a cargo de Teatro de la Madrugada y Compañía Ferroviaria. Resultó una escenografía sencilla, realizada básicamente con elementos “chocantes” para el público (unos grandes marcos iluminados, que lo mismo representaban puertas, que asociados entre sí componían un autobús; unas “piscinas infantiles” hinchables, que según la escena puestos en vertical servían para representar una recepción de hotel, o todos juntos en el suelo daban a entender que los protagonistas se encontraban en una piscina, o colocados con el fondo hacia arriba, simulaban una cama…).



Los actores se mueven con soltura por el escenario, realizan los movimientos de tramoya, transforman con rapidez la escenografía de los cuadros y con sus cambios de vestuario son los artífices, junto con los efectos de la iluminación, de la presentación de las escenas. Se les nota “profesionalidad” y preparación.

En definitiva, una obra que “no llegó” plenamente a los espectadores. Eso sí, estos aguantaron hasta el final y aplaudieron con intensidad el buen hacer de los actores. En el “pasillo de salida” los comentarios no eran favorables… Pocos comentaban la trama en sí. Todo lo más hablaban de la “utilidad” de los recursos escénicos…

El fallo -a mi entender- estriba en incluir la programación de una obra así en un entorno veraniego, donde parece ser más adecuada la inclusión de una obra ligera, más sencilla.

















ECO.68 EL PULPO

El Pulpo, por Marco A. Santos Brandys

Buceando en los rincones de mi memoria, me vienen recuerdos muy primitivos de la época de pequeño, a los cuales yo les pongo vivos colores, a pesar de quien piense lo contrario. Los rojos, amarillos y azules… llenan mi cabeza.

Con los años que se pueden contar con los dedos de una mano -y algún dedo sobraría- mi padre me llevaba de paseo, en el “transportín” de la barra de su bicicleta. Era una bici estupenda, con frenos de tambor, de color azul, un faro con dínamo en la rueda delantera y de la que guardo recuerdos imborrables.

Eran los días previos a ir al colegio y nuestra casa en el Mar Menor, formaba parte de la “Colonia Julio Ruiz de Alda”. Se llamaba así, en honor al militar, pionero de la aviación española, que alcanzó popularidad -junto al comandante Ramón Franco y otros- con el vuelo del hidroavión “Plus Ultra” en 1926, uniendo por primera vez, España -Palos de la Frontera- y Argentina -Buenos Aires-, uniendo el “Viejo” y el “Nuevo” Mundo.

La “Colonia J. R. A”. era y es, un barrio de la pedanía de Santiago de la Ribera, la más poblada de San Javier, en Murcia. Se creó a mediados de los años 40, para alojar a los militares de la AGA, la Base aérea de reciente creación, según modelo urbanístico semejante al de las Bases americanas de la época, con manzanas de casas en retícula y espaciosas viviendas unifamiliares con jardín.

El Mar Menor en esa época, era diferente al que conocemos hoy. “La Manga”, no tenía edificaciones; solo dos molinos salineros -El Quintín y el Calcetera- y alguna otra edificación, poblaban esa zona Norte, antes de llegar al Estacio. Las dunas arenosas, las salinas, los flamencos, con una típica flora y fauna, hacían del lugar, un espacio singular. Mi hermano iba con su pandilla, de excursión en bicicleta hasta el “segundo molino”, como si de una proeza heroica se tratase… y lo era. Al volver, yo esperaba que me contase las interesantes aventuras y los tesoros encontrados.

El Mar Menor, entonces estaba limpio y sin contaminación; entre la superficie y el fondo, -arenoso y gredoso-, pululaban caballitos de mar, “aguas malas”, “zorros”, berberechos, "nácar", almejas, chirretes, camarones, doradas y lubinas… toda una fauna vívida en ese agua, un poco más salada que la del Mar Mayor, el Mediterráneo.

Nos bañábamos en los balnearios, -que lamentablemente, han ido transformándose con el tiempo en otra cosa- y allá donde quisiese nuestro capricho. No existían los puertos deportivos que proliferan hoy, siendo contados los barcos deportivos, -exceptuando los pescadores- que surcaban sus aguas. En el horizonte, a veces oíamos y mirábamos, el rugido de una lancha deportiva admirada por su rapidez y conocíamos bien: “la lancha de Cobarro”, sin yo saber entonces, que sus propietarios eran de la familia de horticultores, más famosa de esta región.

A veces mi padre, profesor de la AGA, iba desde casa a colaborar por la tarde, a la oficina de la "Asociación de la Conferencia de San Vicente de Paul", en Lo Pagán, donde ahora está el puerto deportivo y pescador, pero entonces, no. Me llevaba en el “transportín” de la barra de su bici y a mí, me gustaba. Pasábamos a media tarde, a la orilla de la playa por la puerta de un bar marinero, decorado con boyas, remos y redes de pesca, en el lugar donde hoy se encuentra el hotel “Neptuno”. En el techo y a modo de lámpara, había un enorme pulpo disecado, con las patas abiertas y en su boca, una bombilla iluminaba el local. A mí, me intimidaba ver a ese extraño ser, sintiéndolo como una amenaza, pero él al notar mi zozobra, me decía con seguridad:

- «A ese pulpo, me lo como yo "asao" con patatas, en dos "bocaos"»... y eso, me tranquilizaba.

Al llegar a su oficina cerca del mar, yo lo esperaba fuera, jugando en la playa, cosa impensable hoy día. Después de un buen rato, él salía y volvíamos a casa haciendo el recorrido inverso, en la bicicleta, ya con el sol ocultándose y yo, rebozado de arena como una croqueta.

A medio camino, volvíamos a pasar por el “Neptuno” y ver con recelo el gran pulpo amenazador, con sus patas abiertas y la bombilla encendida, en su boca. Y mi padre me miraba y… sonreía.

No sé, si yo deseaba llegar a casa, o continuar el viaje en la “bici”.