Cambio Climático: El "negocio internacional" de la contaminación (y V), por Paco Acosta
(continuación)
En el boletín anterior recogía los ejemplos más representativos, a nivel mundial, del Comercio de emisiones. Sin ahondar mucho en ellos, se puede deducir que el tema, en su raíz, es considerado “por todo el mundo” de suma importancia…, pero no hay unanimidad en su forma de implantación, para llegar a conseguir el resultado deseado, con el menor esfuerzo posible… Dicho en forma de refrán, “cómo ponerle el cascabel al gato”.
Pues bien, dada la diversidad de formas de abordarlo, y por supuesto la complejidad de las mismas, en 2007, se fundó la organización denominada ICAP (International Carbon Action Partnership) -en español Asociación Internacional para la Acción contra el Carbono-, con sede en Alemania, como foro internacional cooperativo, que reúne aquellas entidades de gobierno (organismos nacionales, regionales, municipales o supranacionales) que estaban aplicando, o estaban interesados en implantar, Sistemas de Comercio de Emisiones (SCE), y con el objetivo de contribuir a impulsar la cooperación sobre cuestiones vinculadas al cambio climático a escala internacional y la correspondiente política exterior.
Actualmente
los objetivos de ICAP, se resumen en:
• Compartir
las mejores prácticas y aprender mutuamente de experiencias hechas con
el comercio de emisiones.
• Apoyar
a los responsables políticos en asuntos de compatibilidad de diseño de comercio
de emisiones y en reconocer oportunidades para su
establecimiento en un estado temprano.
• Facilitar
posibles interconexiones futuras de programas de comercio de emisiones.
• Destacar el papel clave del comercio de
emisiones como respuesta efectiva al reto del cambio climático.
• Construir
y fortalecer cooperaciones entre gobiernos.
ICAP se muestra como una
plataforma cooperativa para que los gobiernos debatan sobre los últimos
conocimientos y experiencias prácticas sobre el comercio de derechos de
emisión.
Desde su creación, con 15 miembros fundadores, ICAP se ha consolidado como un centro de conocimientos sobre el SCE y su composición ha aumentado hasta incluir 34 miembros y 9 observadores.
Miembros:
Alemania, Arizona, Australia, Austria, California, Columbia Británica, la Comisión Europea, Dinamarca, Escocia, España, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Maine, Manitoba, Maryland, Massachusetts, Noruega, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Nueva Zelanda, Ontario, Oregón, Países Bajos, Portugal, el Reino Unido, Québec, Suecia, Suiza, el Gobierno Metropolitano de Tokio, Vermont y el estado de Washington.
Observadores:
Canadá, Chile, Colorado, la República de Corea, Japón, Kazajistán, México, Singapur y Ucrania.
Como se ve abarca representantes
de ciudades, provincias y estados, países y hasta un ente supranacional (la UE
que incluye además a Islandia, Liechtenstein y Noruega). Esto muestra la
diversidad y complejidad que existe con respecto al nivel de gobierno en que
pueden aplicarse los SCE. Incluso en países como Alemania y Austria, coexisten
varios SCE en vigor, en donde algunas emisiones están cubiertas por el SCE de
la UE y otras por el SCE nacional alemán o austriaco. Del mismo modo, el SCE
nacional de China cubre actualmente las emisiones del sector energético,
mientras que otros proyectos piloto de SCE a nivel de provincias y ciudades
regulan las emisiones de otros sectores. En Norteamérica, existen muchos SCE
provinciales o estatales, algunos de ellos vinculados a nivel nacional o
internacional.
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