miércoles, 8 de diciembre de 2021

ECO.63 PÁGINA DE NUESTRA HISTORIA

Página de nuestra historia, por A.F.García

El 31 de octubre de este año recibimos la visita de la Asociación AFORCA  (Asociación de Amigos de las Fortalezas y Castillos de Cartagena). Su alcalde, Juan Lorenzo Gómez-Vizcaíno, se nos presentó como hijo de Aureliano Gómez-Vizcaíno, autor del interesante libro “Tierras de Poniente”, que tenemos en nuestra Biblioteca y supone la mejor fuente de información de la zona, Bello Rincón.

Desde el Muelle de la Azohía nos hizo descripción histórica, detallada como corresponde a quien conoce el tema, de la construcción de los distintos componentes de la fortificación de Poniente.


Así como la Torre de Santa Elena supuso un plan de fortificación de nuestra costa en el siglo XVI, bajo Carlos I, en el siglo XX, bajo Alfonso XIII y Miguel Primo de Rivera, se planificó modernizar las fortificaciones de Cartagena.

Se inicia en 1926 el proyecto. En 1930 se construyó el muelle de La Azohía sobre tubos de hormigón de 3,5m de altura en un calado superior a 3m. Sobre él la grúa “Sansón”, capaz de mover 100t colocará los dos cañones Vickers 38,1 de 80t. y 17m de longitud, capaz de lanzar un proyectil 800 kg de acero a 35 km y de cruzar fuego, desde Cabo Tiñoso, con la batería de las Cenizas.

En la batería de la Loma Larga (Campillo de Adentro) se situó una batería de 4 obuses de 24 cm de calibre y un alcance de 11.350m, que permitía batir toda la bahía de Mazarrón.

Una vez desembarcado el material en el Muelle se colocaba sobre polines con ruedas de ferrocarril para hacerlos avanzar rodando sobre raíles que situaban delante según iban avanzando un tramo de unos metros tirados por un tractor a vapor y mulas de tiro.

Para todos estos asentamientos, La Azohía, el Campillo y Castillitos fue necesaria una gran inversión en infraestructuras de carreteras, edificaciones para almacenes, albergues para las guarniciones, aljibes….

El proyecto se inició con la construcción del Muelle por el mismo ingeniero, cuyo nombre no he podido retener y que diseñó las edificaciones de Castillitos.

Una vez finalizada esta explicación, decidieron ascender hasta la Torre, conscientes de que podría estar cerrada, para ver ésta, el Proyector y su entorno.

Por limitaciones físicas hube de renunciar a subir y delegar en nuestro amigo y compañero Ricardo Márquez, que cumplió muy bien.

Hasta 1994 las baterías de Castillitos estuvieron en uso y con guarnición militar. Fue lamentable el saqueo, destrozo y la inmundicia posterior.

En 2009, siendo delegada de costas Francisca de Baraza, se aplicó un proyecto de restauración, que supuso millón y medio para Castillitos y más de 100.000 para la Torre de Santa Elena, su entorno y su acceso. Esperamos que nuestras autoridades locales y regionales finalicen las correspondientes restauraciones y abran a las visitas turísticas y actos culturales diversos.










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