jueves, 18 de septiembre de 2025

ECO.86 ¡¡¡BASTA YA!!!

¡¡¡BASTA YA!!!, por Sienso

Todo empezó aquel fatídico día. Fue el 7 de octubre de 2023 cuando militares del grupo terrorista Hamás penetraron desde la franja de Gaza en territorio de Israel y perpetraron un horrible atentado atacando a miles de jóvenes que asistían a un multitudinario festival de música al aire libre. Murieron 1.400 personas y tomaron unos 200 rehenes.

Ni en sus peores presagios podían imaginar las fatales consecuencias que tendría este hecho para ellos.

Pronto hará dos años y ya son más de 66.000 víctimas en lo que muchas fuentes denominan genocidio y sin duda lo es. De ellos unos 20.000 son niños.

Pasó el tiempo, llegó Navidad y lo que se suponía iba a acabar pronto, continuaba y los muertos seguían aumentando.

Llegaron los reyes y los niños de buena parte del mundo recibieron juguetes; en Gaza, los niños recibieron bombas y hambre; Israel impedía que la ayuda humanitaria llegara. A los muertos a causa de los bombardeos, se empezaron a sumar los niños que morían de hambre.

Entre niños, ancianos y adultos ya se contaban por miles, aumentaban como lo hacen los céntimos en el surtidor cuando repostamos gasolina.

Pero no pasaba nada, el mandatario israelí con el visto bueno del "amo" del mundo, del matón, seguía machacando Gaza con todos los medios y con más virulencia.

Pasaron los reyes y comenzó el curso escolar y también el político; los políticos seguían insultándose, principalmente los peperos que en eso son especialistas.

Los muertos seguían aumentando y aparecían en las televisiones cada vez más caras de niños escuálidos.

Comenzaron a verse y oírse reacciones de asociaciones, ONGs y de algunos políticos como el presidente del gobierno español, aunque con la boca pequeña; el PP ni tenía ni tiene boca.

Llegó la Semana Santa con sus pomposas procesiones y las calle se llenaron de devotos que se santiguaban con rostros compungidos cuando pasaban las imágenes de los santos. Pero miraban para otro lado o usaban el mando de la TV, para tranquilizar sus conciencias.

... Y el número seguía creciendo y los políticos poniéndose verdes e insultando.

Llegó la primavera y con ella las primeras frutas; comimos nísperos, fresas y cerezas. Incluso apareció la corrupción en la izquierda y la derecha, henchida de placer, insultaba con más intensidad y vehemencia.

Los muertos no cesaban de crecer, seguían aumentando y ya se contaban por varias decenas de miles.

Europa seguía callada, el matón satisfecho y el genocida asesino disfrutando. Necesitaba más sangre más niños muertos, aunque ya multiplicaba por 20 el número de los producidos en el atentado que fue el "origen" del conflicto. Necesitaba el exterminio de todo ese pueblo.

Pasó el verano que todo acalla; pasaron más estaciones y la guerra continuaba. Las imágenes son cada vez más duras y la represión más fuerte. La muerte en Gaza es el denominador común, se olía a muerte.

Los genocidas quieren ocultar lo que es inocultable y ven en la prensa internacional parte importante del enemigo; los periodistas mueren casi a diario.

Los países con más peso de Europa no se dan por aludidos y se rinden a los pies del matón mostrándole sumisión. Recientemente se ha celebrado en la Casa Blanca un encuentro al que se le ha llamado "la cumbre de la vergüenza" porque nadie alzó mínimamente la voz y el matón salió más reforzado.

¿Dónde está la dignidad?

No tiene corazón quien ve y calla lo que está pasando.

Tímidamente algunos países ponen fecha para reconocer el estado de Palestina.

Han pasado más estaciones, hemos comido sus frutos y, aunque se ven más manifestaciones exigiendo el fin del magnicidio, éste no cesa y cada día los medios dan el número de nuevos muertos.

En los últimos días, el presidente del gobierno de España, ha dado un paso más y ha aumentado las medidas de boicot hacia el gobierno de Israel a las que ha contestado con mucha caradura y poca vergüenza.

Partidarios del fin del genocidio han tratado de dificultar el normal desarrollo de la vuelta ciclista a España en la que participaba un equipo israelí cuyo dueño es, al parecer, íntimo del ínclito Netanyahu.

Llamó fuertemente la atención, por el gran número de participantes, la manifestación que tuvo lugar en Sídney hace unos días.

Todos deberíamos actuar como en Sídney, todos deberíamos salir a la calle. Cada uno de nosotros debería, desde su individualidad negar comportamientos como los que se están dando en Israel.

El mundo debería salir a la calle para detener esta barbarie. TODOS.

Faltan palabras para calificar la situación, para definir lo que está pasando.

No debemos negar la evidencia, no podemos pensar y decir lo que dijo el alcalde de la capital de España: "No considero lo que está pasando en Gaza un genocidio porque genocidio fue lo que pasó en la segunda guerra mundial en los campos de exterminio nazi". Y se queda el tío tan fresco. ¿Qué pasa? Si aquello fue un genocidio, ¿ya no es posible que haya más?

 

Pase lo que pase la historia nos juzgará. Pero aún estamos a tiempo de que el contador del surtidor de gasolina se detenga.

 

¡¡¡BASTA YA!!!





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