TEATRO EN LA AZOHÍA: “Teatro a bordo”, por A.F.García
La semana de la Constitución y la Purísima es, año tras año una semana
de eventos en La Azohía, tanto o más que en verano. Creo que alcanza el máximo
de afluencia y participación.
Me invitaron algunas mujeres, presidentas de asociaciones de la
Azohía, porque, en esta localidad, dicho sea de paso, no solo la de Mujeres
también la de Mayores y la de Vecinos son mujeres. Para mí, hombre o mujer, son
personas y, como tales, igualmente capacitadas para desempeñar una
responsabilidad.
Me insistieron porque había teatro, tal vez conscientes por mi afición
por este arte. El hecho de que yo no pueda aplicar para este arte el tiempo que
no puedo ni debo restar a otras tareas no me impide reconocer el valor
sicopedagógico, incluso terapéutico para los mayores, de esta actividad: baste
mencionar el mantener activos el entendimiento y la memoria, así como adquirir
hábito de expresarnos con un mínimo de corrección, naturalidad y soltura.
El grupo que actuaba, cuatro chicos y dos chicas, se autodenominaba
“My Way” y presentaba la pieza “Teatro a
bordo”. La línea argumental se presentaba, a mi entender, como un vuelco en
la escala de valores: en una joven pareja el varón discurre cómo distraer a su
chica y le quita de la cabeza el capricho de ser madre que puede dar al traste
con la ilusión de su vida de tener una moto. Nos parece como un antiargumento
que parece descubrir la crisis de valores de la nueva generación. La libre
interpretación de la que hacían gala y los momentos coreográficos amenizaron
esta representación.
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