NO DEJES PARA MAÑANA..., por Nuria Llerena
En el último boletín de nuestra asociación me
dio mucha alegría ver que había “nuevos escritores”, personas del Bello Rincón
que se habían animado a escribir un artículo, haciendo que nuestra pequeña
publicación se enriquezca con nuevas opiniones, con otros puntos de vista. Así
que, una vez más, me cuelo en vuestras vidas a través de estas letras para
animaros a que no dejéis para mañana todo lo que os gusta hacer.
La vida pasa rápido, ¿te has dado cuenta?.
Por eso, es tan importante irse a la cama satisfecho con lo que ha pasado en el
día de hoy. Todos poseemos una creatividad infinita dentro de nosotros y es
importante y agradable darle curso para que salga y beneficiarnos así del
placer que produce hacer las cosas que alimentan nuestra Alma. Y no estoy
hablando solo de escribir, no, quizá en tu interior brilla la luz de un músico,
de un pintor, de un poeta, de un actor. Quizá te guste bailar o cantar, tocar
el tambor, cocinar ricos platos, correr, nadar, soñar…
Siempre que ponemos en marcha una actividad
que nos genera placer estamos haciendo que nuestra vida se haga más plena.
Siempre que ganamos la batalla al sillón y hacemos aquello que nos hace sonreír
alimentamos nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestras emociones, generando
equilibrio y paz en nuestra vida. Sentirse satisfecho con uno mismo genera
bienestar y salud, ser creativo en la vida provoca entusiasmo y libera nuestra
imaginación que permanece generalmente estancada, improductiva, infravalorada.
Para hacer lo que nos hace brillar no hace
falta ser el número uno. Vivimos en una sociedad competitiva en la que parece
que si no eres el mejor no tienes derecho a expresar tu sentir. ¡Ya está bien!.
¿a qué estás esperando?. No hay mejor día que el que uno disfruta haciendo lo
que le gusta, lo que le alimenta, lo que le hace ser feliz.
A veces nuestra autoestima coarta nuestras
ganas de comenzar nuevas actividades; a veces el miedo al ridículo nos deja
sentados en la silla y la vida se nos pasa sumidos en la insatisfacción. Nunca
es tarde para descubrir los talentos que ocultamos, nunca es tarde para sacar
el arte que mora dentro, callado, esperando que le demos la oportunidad de que
se exprese.
Todo en la vida está sujeto al aprendizaje y
a la repetición: de niños cuando aprendíamos a leer nos parecía imposible terminar
un texto sin esfuerzo, cuando aprendimos a montar en bici pensábamos que no
seríamos capaces de guardar el equilibrio sobre dos ruedas. Cada nueva
actividad que emprendemos en la vida implica que demos lo mejor de nosotros
mismos, que nos concentremos y que repitamos y repitamos hasta que nos salga bien.
Si siempre hemos deseado aprender a bailar claqué, es hora de ponerse los
zapatos y comenzar a moverse; si queremos cantar, cantemos, en la Coral de La
Azohía o en la ducha de casa; si queremos hacer realidad nuestros sueños, esos
que nos hacen vibrar, apartemos la pereza y el miedo y salgamos con la alegría de
nuestro niño interior, el que nos grita que está deseando salir afuera, a
jugar, a disfrutar. No lo dejes para mañana; hoy es el día perfecto para
empezar.
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