viernes, 1 de abril de 2022

ECO.65 Música por favor: Let it be. The Beatles Get Back

MÚSICA POR FAVOR: LET IT BE. THE BEATLES GET BACK, por José Rodríguez Millán

Hace unos meses, el canal Disney estrenó una miniserie de televisión de tres episodios, titulada “The Beatles Get Back”, realizada por el director de cine Peter Jackson (El señor de los anillos) en base a las filmaciones que realizaron los Beatles en 1969 con motivo de la grabación de su disco “Let it be”. Ver esa serie fue una auténtica fiesta para los fans de los Beatles (como yo), aunque reconozco que es imposible tragarse las siete horas y media largas de duración de una vez. Yo tuve que verla en varias sesiones, más de tres, pero me lo pasé muy bien viéndola.

Parte de estas imágenes se vieron en una película estrenada en 1970, con dirección de Michael Lindsay-Hogg, que meses antes había dirigido un especial de televisión para los Rolling Stones llamado “Rock and roll circus”.  Por comparación, la versión de Peter Jackson es bastante menos sombría que la película y bastante más informativa para los fans; en la película sólo se ve a los Beatles por decisión de Allen Klein, manager entonces de los Beatles y de los Rolling Stones, mientras que en la serie, además de los Beatles, sale todo su entorno (productores, técnicos de grabación, personal de Apple -la empresa de los Beatles-, amigos, novias, esposas y la persona que más influyó en que los Beatles acabaran sintiéndose bien en esas sesiones: Billy Preston. Luego hablaremos de él.

Paul McCartney quería ensayar nuevas canciones para posteriormente actuar en vivo, hacer un especial de televisión con la grabación de la actuación y sacar un disco. Los Beatles irían en crucero con un montón de fans a algún sitio para tocar en vivo. En la serie se ven, como posibles escenarios, teatros de ciudades romanas en África (lo que hubiera sido un poco pretencioso). Los otros Beatles no lo acababan de ver, sobre todo Ringo Starr, que no tenía muy claro si se podría comer bien en África. La idea de África se desechó, pero el proyecto de actuación, película y disco no se olvidó.

Las sesiones empezaron en los Twickenham Film Studios de Londres, con Glyn Johns como ingeniero y posteriormente también en tareas de productor. Para sorpresa de Johns, los Beatles le dijeron que no iban a contar con George Martin, su productor de siempre.

El equipo de Michael Lindsay-Hogg lo filmaba todo. Cómo llegaban tarde a las sesiones, las tonterías que hacían, conversaciones varias, la gente que entraba y salía, tiempo perdido lanzando ideas a la nada, Yoko Ono permanecía pegada a John Lennon… Y también los momentos creativos, como cuando Paul McCartney saca de golpe los primeros acordes y la letra de la canción “Get Back”. También se ven momentos de muy mal rollo: al final del primer episodio se ve como George Harrison, harto de que McCartney diera órdenes a todo el mundo, coge la puerta y se va, diciéndoles que se buscaran un nuevo guitarrista. En la serie se comenta que los Beatles hablan con Harrison, que en una primera reunión les sigue mandando a la porra, pero que en una segunda reunión finalmente acaba reconciliándose con el grupo.

Como John, George y Ringo no tenían muchas ganas de hacer el especial de TV, los cuatro Beatles decidieron ir a su estudio de Apple en Savile Row para ensayar las canciones de la actuación en directo. Previamente, Glyn Johns visitó el estudio de grabación, que había sido montado por un conocido de los Beatles apodado Magic Alex. Johns vio inmediatamente que el estudio era un desastre y no valía para grabar nada. Tuvo que ser George Martin quien salvara los papeles, llevando equipos del estudio de grabación de EMI en Abbey Road.

En Apple siguieron los ensayos que empezaron en los estudios Twickenham. Un buen día, apareció por Savile Row un antiguo amigo, músico de los tiempos de Hamburgo en 1962, para saludarlo. Le invitaron a tocar un piano eléctrico que había por allí. Empezó a improvisar sobre las canciones, creándose una corriente de camaradería, creatividad y musicalidad. Billy Preston ha sido lo más próximo que tuvieron los Beatles a un quinto miembro. En el segundo episodio de la serie se ve como George Harrison llega a plantear esa posibilidad y como pide que le paguen las sesiones en las que participó, que empezaron solo fueron una colaboración amistosa.

En esas sesiones tras la entrada de Billy Preston se aprecia cómo empiezan a surgir las canciones que formarían parte del disco "Abbey Road”, que, aunque salió al mercado antes que el “Let it be” realmente se grabó después, esta vez con la producción de George Martin. “Something”, “Octopus’s garden”, “Oh Darling”, bastantes canciones que formaron la suite de la segunda cara del disco… En la serie se observa la creatividad musical en vivo del grupo más importante de la música del siglo XX.

Todavía seguían con la intención de tocar esas canciones en vivo, pero no sabían dónde, y el tiempo de ensayos estaba acabando. Ringo invitó a Glyn Johns a subir al tejado de Apple, para ver los tejados del West End de Londres. Michael Lindsay-Hogg, que seguía filmando las sesiones de Apple, subió con ellos, y se les ocurrió la idea de tocar en vivo en el tejado para los vecinos y la gente que pasaba por la calle. Dicho y hecho. No les importó que el cuartel de policía de Savile Row estuviera cerca y probablemente interrumpiera el concierto, como en efecto ocurrió, tal y como se ve en el tercer episodio de la serie; incluso les pareció que sería algo divertido. Mientras ellos tocaban en vivo junto con Billy Preston, Johns grababa el concierto en los pisos de abajo. Aquí es donde acaba el tercer y último episodio de la serie de Peter Jackson.

Los Beatles pidieron a Glyn Johns que preparara un disco con las canciones grabadas en vivo y en las sesiones de estudio, cosa que hizo. Habló con los Beatles sobre que su nombre apareciera en los créditos del disco como productor, incluso sin cobrar royalties, sólo por el prestigio; pero su versión no fue la que salió al mercado, sino la del famoso productor americano Phil Spector, que hasta entonces no había participado en el proyecto.

John Lennon, por su cuenta y riesgo, le pasó en 1970 las cintas a Spector, que hizo trabajos de posproducción y mezclas.  Su uso de cuerdas y coros femeninos, sobre todo en "The Long and Winding Road" y "Across the Universe" generó muchas críticas. El nombre de Glyn Johns no salió en la versión final del disco, lo que no fue un detalle muy elegante.

Ésta fue una de las razones (una más) de la ruptura entre John Lennon y Paul McCartney, quien en 2003 sacó también el mercado su versión del disco que llamó “Let it be… naked”, eliminando algunas canciones (“Maggie Mae" y "Dig It") que fueron esencialmente improvisaciones de estudio, incluyendo en su lugar versiones nuevas de "Don't Let Me Down", "I've Got a Feeling". "Across the Universe" y "The Long and Winding Road".

 

Las recomendaciones musicales de esta entrega son:

 

Solid (Ashford & Simpson)

Stupidity (Dr. Feelgood)

City Lights (Dr. John)

Manifesto (Roxy Music)

Discipline (King Crimson)


 


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