viernes, 1 de abril de 2022

ECO.65 El Almirante Wilhelm Canaris: Su vida.... (IV)

EL ALMIRANTE WILHELM CANARIS: SU VIDA E INFLUENCIA EN LOS DESTINOS DE ESPAÑA Y ALEMANIA (IV), por Kurt Schleicher

(continuación)

 

¿España en la segunda guerra mundial?

En agosto de 1940 Canaris se ve envuelto en las negociaciones con Franco por mandato directo de Hitler, para que aquél accediera a entrar en la guerra, sabiendo que eran amigos. No se conocen detalles de las conversaciones privadas habidas, pero se sabe que Franco empezó a abandonar sus ideas primigenias de participación activa en la guerra mundial con las victorias alemanas en Francia en junio de 1940 tras estos contactos con Canaris, bajo ciertas condiciones, por supuesto (Franco quiso negociar con Hitler su entrada en la guerra al lado de Alemania a cambio de conseguir territorios franceses en Marruecos, ayuda para conquistar Gibraltar, etc., pero Hitler estaba a su vez pillado con Pétain, quien llegó a enfrentarse a los franceses de De Gaulle; a un aliado así no se le podía enfadar quitándole territorios y dándoselos a España, por lo que hubiera sido difícil llegar a un acuerdo a este respecto.

Canaris logró finalmente su objetivo personal, contrario al de Hitler, sugiriendo a Franco que fuera “gallego” y que “torease” al Führer. Se considera en varias memorias con respecto al almirante que si “España no entró en la guerra, se debió fundamentalmente a las diversas maniobras que Canaris realizó para evitarlo”.

Canaris actuó en varias ocasiones de intermediario siguiendo su doble juego (previno a Franco de aliarse con Alemania, pues “Inglaterra nunca se lo perdonaría”). Esto era posible, dado el perfecto español de Canaris y no necesitar traductores ni intermediarios. Hitler pensaba por entonces en una cuádruple alianza “Alemania-Italia-Francia de Vichy-España”.

En varias ocasiones intervino también Serrano Súñer en las negociaciones, hasta la famosa reunión de Hendaya el 23 octubre de 1940, que para Hitler fue realmente “de paso”, pues iba visitar a Pétain al día siguiente en el mismo tren.

Franco lo que quería era conquistar Gibraltar con ayuda material alemana, pero no que lo hicieran los alemanes (operación Félix); tenía miedo a que tropas alemanas atravesaran el país y “arramblaran” de paso con una débil España. Von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores alemán –muy poco diplomático, por cierto− propuso que se les diera una base alemana en Canarias, cosa que alarmó a los españoles y les puso a la defensiva con las orejas enhiestas.

Hitler terminó hasta los mismísimos de Franco (se dice que aseveró: "Antes me saco dos muelas que volver a tratar con este tío"), amenazando más tarde en conversación privada con Canaris, ya fuera de sí, con invadir España. Canaris se chivó a Franco y éste llegó a montar defensas en los Pirineos.

Al final, todo se quedó en agua de borrajas (“Pacto de Viena”), en parte porque Hitler ya pensaba en invadir Rusia y el “tema español” pasó a un segundo plano.

Campaña contra Rusia

1940-1941. Cuando Canaris se enteró de las intenciones de Hitler de dar comienzo a la “operación Barbarroja” contra Rusia, trató infructuosamente de evitar el ataque; finalmente, decidió colaborar con su aparato de la Abwehr para despistar el enemigo y logró que los prolegómenos de esta operación no se supieran, haciendo creer a Inglaterra que el ataque sería contra ésta y no contra Rusia. Por esta razón, se pilló desprevenido a Stalin y se lograron los éxitos de las primeras campañas alemanas en Rusia. El ataque comenzó el 21 de junio de 1941.

1941-1942. Cuando supo de las actuaciones de las SS Einsatzkommando de Heydrich con respecto a la aniquilación de judíos en la retaguardia del frente del Este (en especial en Rumanía y Ucrania), Canaris trató de ponerles coto (ya había iniciado también labores internas de protección de judíos en Alemania), pero no lo logró, pese a mandar cartas de protesta al general Keitel. Esto le sumió en una profunda depresión que se hizo notoria por su relativo abandono de las labores al frente de la Abwehr y que Hitler lo destituyera, arrepintiéndose poco después y restituyéndole en su cargo. Fue un primer aviso. Hitler echó también en cara a Canaris que la Abwehr no hubiese detectado la invasión americana de Sicilia en noviembre de 1942.

Hans Oster decide por entonces dar comienzo a organizar atentados contra el Führer, con el apoyo de Canaris y el de diversos generales confabulados.

1943: atentados contra Hitler.

Al fracasar lo del derrocamiento –no hubo suficientes apoyos– volvió a coger fuerza lo de “muerto el perro, se acabó la rabia”, preconizado por Von Dohnanyi y Oster.

Lo difícil era encontrar una buena oportunidad para acabar con Hitler. En aquel año hubo dos muy destacadas:

1º: Smolensko. Una ocasión se presentó cuando Hitler programó una visita al frente en zona ocupada (Bielorrusia). El 7 de marzo  Canaris y Von Dohnanyi volaron allá con un Ju-52 llevando un explosivo de fabricación británica (Von Dohnanyi se sentó encima). Allí contactaron con Henning Von Threskow, quien organizó el atentado para el vuelo de vuelta de Hitler, el 13 de marzo. La bomba, en una caja de botellas de coñac, se conectó a una espoleta de acción retardada, que falló por el frío del compartimento de equipajes.

2º: Berlin. Desesperados, el coronel Von Gersdorff lo intentó poco más tarde con una bomba de tiempo, al anunciarse una visita de Hitler a una exposición en Berlín, pero éste se adelantó y se fue antes de lo previsto. Von Gersdorff logró desactivar la bomba ¡4 seg. antes de que estallase…! como en las películas.

Tras estos fracasos, se decidió aplazar lo de los atentados… La suerte de Hitler era increíble; poco antes, en febrero de 1943, visitó a las tropas del general Von Manstein en un aeródromo en Ucrania, cuando fueron atacados por 22 tanques T-34 a toda marcha; le dio el tiempo justo para despegar… ¡porque los T-34 se habían quedado sin combustible poco antes de llegar al aeródromo!

 

(continuará)



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