SOLIDARIDAD EN BELLO RINCÓN, por Eva Sevilla Cervantes
Ha entrado la primavera. Tenemos una hora más
de luz. Sentimos la sangre corriendo por las venas. El sol me deslumbra...
¡bien!. Fuera chaquetas, pañuelo de cuello, calcetines de lana... Así, en confidencia,
os diré que he llegado a creerme una cebolla...; es la explicación más sencilla
que le doy a estas ganas de llorar, emocionada por el espectacular amanecer del
que he sido testigo. Pues, eso, una cebolla y el efecto lacrimógeno a flor de
piel cuando me entero que va a haber este mismo día una carrera que ya está en
su séptima edición.
Lo que me sorprendió fue, ver dos
trasportines del equipo de Astus. Dos jovencitas que disfrutaron del recorrido
gracias al esfuerzo de unos compañeros de equipo que las portaban sin perder la
sonrisa. Como soy así de curiosa, me acerqué al tablón donde se exponían las
listas de participantes y leí sus nombres: Lidia y María Dolores. Luego me
acerqué a la mesa donde repartían dorsales y una señora me comentó, que estaban
muy contentos de que por primera vez participaran personas con algún tipo de
discapacidad. Imagino que el año que viene repetirán la experiencia y habrá más
trasportines.
También
descubrí que la afición por correr une a muchísima gente y que las buenas
causas son la motivación para conseguir que las torres más altas se construyan;
no olvidemos que un grano de arena no es nada pero muchos, muchos forman una
playa. Mojémonos. Seamos montoncicos de arena y... ¡todos a la calle!.
Participemos ordenadamente en las iniciativas que nos ofrecen los que por tener
más tiempo o voluntad, organizan eventos como este.
Por cierto, ya me he enterado de uno que se
va a realizar en agosto, una travesía a nado en triángulo balizado con un
recorrido de 1.500m. Y va a ser en la playa de San Gines. Sé que lo convoca
Asociación D'GENES y recogen fondos para la investigación de enfermedades
raras, sí, de esas que al solo haber una en el país, se estudian poco o...
nada. Bueno, que no es rentable para lo grandes laboratorios y los pequeños,
sin dotación económica, pues menos. Se van a realizar dos pruebas, una para los
que vayan a competir y otra con dorsal cero para todos los públicos: yayos,
yayas, primos, mamas, papás y si el panadero se apunta, también.
Aún falta tiempo; vamos a ponernos en forma y
cuando llegue el momento, sin vacilar, nos apuntamos y nos damos un baño de
solidaridad.
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