lunes, 23 de septiembre de 2024

ECO.80 Valiosa entrevista a Miguel Roca Junjent

VALIOSA ENTREVISTA A MIGUEL ROCA JUNJENT, por A. Fernández García

Permítanme EL PAÍS, al que estoy subscrito por vía digital, el entrevistador Bernat Coll y el eminente letrado, Roca Junjent (uno de los “padres” de la Constitución), para que gracias ellos, pueda escribir un artículo para el nº 80 de nuestra modesta revista EL ECO DE LA TORRE.

 

Los ponentes de la Constitución del 78, fueron 7: 

Gabriel Cisneros Laborda.

Miguel Herrero y Rodríguez de Miñon

José Pedro Pérez Llorca.

Gregorio Peces Barba.

Jordi Solé Tura.

Manuel Fraga Iribarne.

Miguel Roca Junjent. 

Pudieran ser 9 si se hubieran incorporado Tierno Galván y Arzallus, lo que hubiera sido conveniente y positivo por diferentes motivos. De manera indirecta se le encomendó a Miguel Roca el representar los postulados de ambas regiones. 

Miguel Herrero y Miguel Roca son los únicos supervivientes como ponentes y padres de nuestra Carta Magna.

 

Nuestro eminente jurista es comedido y ecuánime en sus palabras. Sin embargo, el expolítico alerta del papel desestabilizador de las redes, pide recuperar la política de “pactos” y cuestiona que la situación de los políticos fugados sea comparable al exilio derivado del franquismo: “Es otra cosa”. 

- ¿Le molesta que hablen de Régimen del 78? 

- ¡Me indigna!

 

Como ponente de la Constitución, Roca sigue defendiendo 46 años después de su aprobación el espíritu de la Transición que permitió facilitar un encuentro entre posiciones históricamente enfrentadas y antagónicas. Considera que la política actual ha perdido la capacidad de buscar complicidades y alerta de los riesgos de la polarización. “Solo la ignorancia y la incompetencia puede justificar que se hable de Régimen del 78 de forma peyorativa”, reivindica. “Costó mucho lograr todo aquello, la Constitución, la libertad… yo digo ¡viva el Régimen del 78! Ojalá que algunos de los que lo critican reconocieran que pueden decir lo que dicen gracias a este Régimen del 78″. 

¿Cuándo empezó la actual polarización política?A partir del año 2000 empieza una tendencia a encontrarse cómodo en este escenario”, responde Roca. “Con la polarización lo importante no es ganar, sino hacer perder al rival. Se dice ‘si me votas a mí, este no sale’, lo que aleja la acción política de los problemas reales”. 

Sabe de lo que habla. Su familia fue una de las miles de las que huyeron de Cataluña tras la Guerra Civil y la victoria del franquismo. “Mis padres se beneficiaron de la solidaridad de los franceses durante el franquismo. Yo nací en el exilio”, recuerda. 

 

El REFERÉNDUM del 6 de diciembre de 1978 dio los siguientes resultados en las 4 provincias catalanas: 

En Barcelona ha habido una participación del 67,6% con un 9% de NO y un 91% de SI.

En Gerona ha habido una participación del 72,3 con un 9,6% de NO y un 90,4 de SI.

En Lérida ha habido una participación del 66,5% con un 8,1% de NO y un 91,9% de SI.

En Tarragona ha habido una participación del 67% con un 8,3% y un 91,7% de SI. 

PROMEDIO ESTATAL una participación del 67,11% con un 11,46% de NO y un 88,54% de SI.

 

 

Los datos hablan por sí solos: la participación de los catalanes y los votos a favor de la Constitución superan la media nacional. Coincido con Miguel Roca en que los catalanes querían y votaban democracia. Gracias a ella dicen y hacen cosas que no harían en una dictadura. 

En 1975, pocas semanas antes de morir nuestro Dictador se celebraron en Burgos juicios a puerta cerrada y con tribunales militares. Los delitos eran propaganda subversiva.

 

- ¿Qué querían y qué buscaban los del procés?

Este abogado no esconde que lo ha pasado “mal” durante los años del procés. Ahora considera que se abre una nueva etapa. “Creo que el procés como tal ha acabado. Otra cosa es la reivindicación que Cataluña pueda ejercer para reclamar el reconocimiento de su identidad, cultura, modelo de vida o su ambición de autogobierno”, plantea. “Hay una ambición legítima de autogobierno y tiene sentido que evolucione con el tiempo”. 

Fundador de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), el partido que gobernó Cataluña durante 23 años con Jordi Pujol y que desapareció en 2016, Roca trasmite ahora cierta sensación de orfandad política. “Soy un convergente: Me sentiré más próximo con lo que más se acerque con lo que intentamos en aquel momento”. “Junts no quiere saber nada de CDC”. 

A pocos días de irse a Port de la Selva (Girona) a descansar, como acostumbra a hacer cada año, Roca analiza por último el papel de dos nombres ilustres: el propio Pujol y el rey emérito Juan Carlos I. Del primero señala su relevancia para la historia de Cataluña, y del monarca su papel “importantísimo en el momento de la Transición”. 

- ¿Su legado queda marcado por sus escándalos?, acepta, “pero hay personajes que han protagonizado un momento histórico del país. Esto es lo que les marca”, cierra. 

La verdad es que no sé bien ni tampoco comprendo cómo ni por qué a aquellos catalanes como Miguel Roca y Durán Lleida, admirable portavoz por su mesura y buen decir hayan sucedido otros líderes a partir 2016 que de manera vertiginosa han convulsionado Cataluña con movilizaciones, bloqueos y hasta un referéndum de independencia, una votación y aprobación de la misma, saltando sus normas de procedimiento. ¿Por qué? 

Ocurrió con Puigdemont y Torra como presidentes de la Generalitat. 

No fue tan buena su gestión cuando no pocas empresas y la mayor entidad bancaria catalana se ubicaron fuera de la Región y más de una persona ilustre del mundo de la cultura, o incluso gente del deporte, se desligaron de ustedes. 

Pere Aragonés, ha podido decir con orgullo que ha dejado una Cataluña mejor que la recibió. Incluso mejor que nunca. Dos cosas, sin embargo, de este de valioso expresidente me han parecido frustrantes y del mismo signo. Días antes de las elecciones que la valieron la presidencia de la Generalitat había leído un artículo suyo en EL PAÍS en el que manifestaba que la solución para Cataluña sería un gobierno transversal. Me gustó tanto que lo guardé en mi ordenador. No sólo no se aplicó en su mandato, sino que al conocer los resultados de estas últimas elecciones en mayo se apresuró a ponerse en contacto con Junts, su rival, para formar la mesa del Parlament. 

Esto es lo que parece estar intentando hacer Salvador Illa con el apoyo de ERC y el de Sumar con un programa compartido tal como he podido comprobar por los discursos de investidura de los portavoces de los tres grupos. Además, parece que forma gobierno con personal capacitado de amplio espectro político, un gobierno transversal. Salvador Illa no es menos catalán que ningún otro. 

Ahora bien, si entre catalanes independentistas y no independentistas, que andan muy nivelados, el futuro es ver quién se impone resulta preocupante, pero normal en lo que cabe; pero que los lideres catalanes y los ciudadanos catalanes independentistas no consideren normal un President no independentista es muy preocupante. Más aún que no se considere normal, ni se tolere como tal, a las personas que se sienten por igual catalanas y españolas eso es realmente muy alarmante. Eso trae consigo la intolerancia y hace dudar del futuro de la convivencia en Cataluña. Y si no me equivoco algo de eso ocurrió durante el procés. 




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