lunes, 23 de septiembre de 2024

ECO.80 Un apóstol del siglo XXI

UN APÓSTOL DEL SIGLO XXI, por A. Fernández García


Lo hemos despedido esta mañana en el centro de su parroquia de San José del Puerto de Mazarrón después de seis años de apostolado intenso. Según él mismo ha dicho, no había venido a esta parroquia por propia voluntad, sino que le habían asignado a ella. Ahora también le asignan a otra. ¿Con su asentimiento? Estamos convencidos de que sí. 

Casualmente, el texto evangélico de este domingo, día 1 de septiembre, recoge el pasaje de Marcos 7, 1-8; 14-15; 21-23, en el que algunos escribas y fariseos censuran que los discípulos comen con manos impuras, porque no las han lavado antes de comer. Jesús les censura de que consideren mandatos divinos lo que sólo son mandatos o tradiciones humanas. No dice que estas normas de higiene estén mal, sino que aclara para todos cuantos le oían que lo que viene de afuera no hace impuro al hombre, sino lo que sale de dentro: los pensamientos y deseos perversos y las malas acciones. 

Por eso, me atrevo a calificar a don Juan José Noguera Rubio como apóstol de siglo XXI, que sigue la línea evangélica en su enseñanza y en su vida, que se a entregado en cuerpo y alma a los demás hasta agotarse; como él mismo ha dicho, que ha venido capaz de dar saltos y se marcha para una silla de ruedas, motorizada supongo. 

En su buen sentido del humor también ha manifestado que había sido más del campo que las amapolas y en el Puerto de Mazarrón se había hecho más del mar que las sardinas. Se había volcado con los pescadores hasta el punto de convertir a la Virgen del Carmen, patrona de éstos en Patrona de la parroquia. No olvidemos que el patrón es San José. Por ello, una delegación de la Cofradía de Pescadores le entregó un obsequio, ¿un boquerón en plata? 

Este párroco ha dado vigor y solemnidad a procesiones y eventos similares; pero, como apóstol del siglo XXI, ha insistido, ha vivido y nos ha impulsado a vivir la vida evangélica en nuestro interior con rectitud de corazón hacia nuestro prójimo sin distinción de raza, lengua, nacionalidad….  

Juan José Noguera Rubio, que en nuestro más próximo entorno ejercía como Párroco en el Puerto de Mazarrón (parroquia de San José) y también en Isla Plana (parroquia de Nuestra Señora del Carmen) a la par que estaba encargado de la ermita de La Azohía y y, por si esto no fuera suficiente, colaboraba -o compartía la responsabilidad espiritual- en el Monasterio de San José (de las monjas carmelitas descalzas) de Valdelentisco, agotado según sus propias palas (los domingos y los festivos, a pesar de su maltrecha salud, llegaba a celebrar hasta cinco misas, corriendo de un lugar a otro “a toda pastilla en su coche” para no llegar tarde y evitar que los feligreses tuvieran que esperar), pasa ahora a regir una parroquia (esperemos que más tranquila y donde suponemos pueda llevar una vida menos ajetreada) en La Alberca, en las cercanías de Murcia (parroquia de Nuestra Señora del Rosario). Le deseamos que continúe allí, sirviendo a sus “nuevos parroquianos”, con su encomiable labor pastoral.

 

Juan José nació en Pliego, en 1980, y tras ejercer como diácono en Caravaca de la Cruz y Archena, en 2004 fue ordenado sacerdote en la parroquia de Santiago, en su pueblo natal, donde al día siguiente celebró su primera eucaristía (“cantó misa” se dice coloquialmente en Murcia).

Entre 2004 y 2007, fue coadjutor en San Miguel, de Murcia.

En 2007 fue nombrado párroco de Nuestra Señora de la Asunción, en Villanueva de Segura, donde permaneció hasta septiembre de 2012.

A continuación, fue trasladado a la Parroquia de Ntra. Sra. de Cortes, en Nonduermas, -entre Murcia y Alcantarilla-, siendo nombrado también capellán del Hospital Virgen de la Arrixaca.

En 2014 fue nombrado párroco de Bullas, cuya parroquia está bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario.

Y de allí, en 2018, recaló en el Puerto de Mazarrón, (Parroquia de San José), donde al contar con un muy amplio territorio, “impulsó la creación” de una nueva parroquia, la de Isla Plana (donde había una ermita dedicada a la Virgen del Carmen), de la que Juan José también se hizo cargo, a la espera que se nombrase uno que la llevase, cosa que hasta ahora no ha ocurrido. Y en estas dos amplias parroquias, ha servido como párroco hasta este septiembre de 2024, en que, como ya se ha comentado, ha sido trasladado a la Parroquia de Ntra. Sra. del Rosario, en Algezares.

 



 

A continuación, reproducimos el poema que el propio Juan José nos regaló en la tarjeta conmemorativa de su despedida del Puerto de Mazarrón.

 

Nos hicimos juntos a la mar

atravesando el oleaje de la vida

conocimos, a veces, la calma,

pero también, muchas, la dura tempestad.

Quienes en un barco, juntos, se abrazan

para vencer las pruebas y los miedos,

dejan atrás el ser amigos o compañeros

para convertirse en hermanos del alma.

Ahora que me alejo de nuestra costa,

bahía, preciosa, bucólica, de Mazarrón,

desharé los nudos y desembarcaré,

para dejar atrás, de esta barca, su timón.

Pero si tantas pruebas, en la travesía,

afronté, unido a la mejor tripulación,

aunque ya no sea su patrón,

como buen marino, jamás la olvidaré.

Los llevaré conmigo en el recuerdo,

grabados, como un tatuaje, en mi pecho

imborrable en lo profundo del corazón,

hasta el postrero y gélido aliento.

Lloramos juntos y nos abrazamos,

en tantos, dolorosos momentos,

y fueron tan cálidos, fuertes y sinceros,

que dejaron huella en mis brazos.

Reímos, tanto, por cualquier motivo,

sin mirar las horas de un reloj, cruel,

que marcaba las horas hacia atrás

sin darnos cuenta que traería la despedida.

Nunca estuve ni me sentí solo

en los días de sol y suave brisa,

como en esos de lluvia y nubes grises,

muchos, en los que todo se ponía en contra.

Nuestra Dios y su Madre en el centro de todo

yo, en su nombre, su patrón,

y tantos, confiando y respaldando,

que nunca, nada, fue, realmente, difícil.

Arrío la bandera y pliego sus velas,

levo el ancla, ya sin aquella fuerza

que tuve al llegar aquí y embarcar

en esa feliz aventura que hoy toca a su fin.

Pero no dejaré del todo esta barca,

hermanos y amigos, todos vendrán conmigo,

pues donde vaya, más que en el recuerdo,

los pondré en la patena de cada Celebración.

 

Juan José Noguera Rubio

Septiembre de 2024




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