CAMBIO CLIMÁTICO: EL “NEGOCIO INTERNACIONAL” DE LA CONTAMINACIÓN (I), por Paco Acosta
Creo que todos nosotros somos
conscientes de que la lucha contra el Cambio Climático constituye uno de los
más importantes -y complejos- desafíos con los que, en el s XXI, se enfrenta la
humanidad. Y también es mundialmente aceptado que la emisión de Gases de
Efecto Invernadero (GEI), en general, o Emisiones de CO2 a la atmósfera,
-lo que comúnmente se denomina “contaminación”-, es uno de los principales “contribuyentes”
a acrecentar el Cambio Climático.
Lo más desmoralizante es que emisiones de CO2 las ha habido, en mayor o menor cantidad, “desde siempre”; pero en los últimos tiempos los volúmenes de emisión han alcanzado unos valores “desorbitados”, por lo general ligados al mayor desarrollo de los países.
Cuando hemos empezado a ser conscientes de lo que “toda esta contaminación” tiene de repercusión en el “agujero de ozono” de la atmósfera, y por ende en nuestra propia salud, actual y futura, los países más desarrollados, han intentado “restringir los volúmenes de CO2” que se envían a la atmósfera (en todo el mundo).
Y aquí viene el conflicto
“mundial”:
· Para los países desarrollados, es decir para sus
ciudadanos, el poner límites a sus emisiones de CO2, supone dedicar más
recursos económicos a mejorar sus sistemas productivos. Y en algunos casos
renunciar a “bastantes comodidades” a las que ya estaban acostumbrados.
· Para los países “en vías de desarrollo” el
disminuir -o incluso mantener sus emisiones actuales-, supone quedarse anclados
en su progreso. En definitiva, tienen que sufrir las
consecuencias de un exceso de contaminación, que ellos no han provocado.
¡Que se aprieten los cinturones los países del “primer mundo” que son los
principales causantes del problema!.
Con independencia de la “mayor o menor aceptación” de los acuerdos tomados en el marco de los organismos internacionales -siguiendo las recomendaciones de los expertos del ICCP, los objetivos de desarrollo de la ONU, y otras directivas por el estilo-, es comúnmente aceptado que cada país emita una cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) -fundamentalmente CO2- tal que no comprometa seriamente ni su desarrollo ni su nivel de vida, en un difícil equilibrio de volúmenes, medido en Millones de toneladas de CO2.
En el gráfico se indican, los valores correspondientes a 2022, de los diez países que emiten más GEI, y sus porcentajes respecto al total mundial.
Con independencia de cómo han evolucionado estos porcentajes desde entonces (han sufrido ligeras variaciones), destaca que China, por sí sola acumula casi la tercera parte del total mundial. Y que los “tres primeros del ranking” superan la mitad de las emisiones mundiales. Pero no es menos descorazonador saber que estos diez países son los responsables de alrededor del 69% de las emisiones globales
En estos países, seis son
asiáticos (los más poblados), dos americanos y otros dos europeos (Rusia y
Alemania). Pero si tenemos en cuenta la población, entonces las emisiones de
CO2 per cápita son en Asia significativamente menores.
(continuará)
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