lunes, 22 de enero de 2024

ECO.76 Cerrando un Ciclo Glorioso

 Cerrando un Ciclo Glorioso, por José Luis Mozo

El último semestre del 2023 la Unión Europea se benefició de la sabiduría y el buen hacer de una presidencia española. Ésta no llegó de forma improvisada, sino con un cuaderno de ruta estudiado para reconvertir a la deslavazada Unión en gran potencia.

REINDUSTRIALIZAR EUROPA Y RECUPERAR SU AUTONOMÍA Y POTENCIA ESTRATÉGICA

En 1975, cuando se empezó a tomar en serio nuestra llamada a las puertas de la Comunidad Económica Europea, la industria española hubiera supuesto el 36% de la total de los diez países miembros, pues ocupábamos el octavo del ranking mundial. Cierto que no fuimos el 10º miembro, pues que preguntaran “¿quién llama?” no significó que nos abrieran en aquel momento. Aún tuvimos que esperar diez años y en el intervalo se nos coló Grecia. Durante el socialismo modernizador y europeísta de los años 80, un conocido ministro llamado Solchaga se dejó decir “la mejor política industrial es la que no existe”. Con un socialismo actual tan alejado de aquél, parece que en algo siguen coincidiendo. Y eso que Maastricht (1992) tuvo en agenda la necesidad de desarrollar un marco que creara condiciones para el crecimiento industrial moderno. Una vez que dije esto en público, un amable oyente me preguntó quién es Maastricht. Así que no sigan por ahí.

Hoy nuestra posición entre los países industrializados del mundo debe andar por el 23º. Nuestro peso dentro de la Unión es el 14%. Desde aquel 1975 la fiscalidad se ha multiplicado por 5 y el porcentaje de paro (hoy cifra-burqa, decente y tapadita) por 9. Durante los años de la segunda década la Unión estuvo cayendo, salvo construcción, en todo aquello que no fuera “terciarizar”. Para los que se consideren incapaces de digerir la palabreja, aclarar que significa dedicarse a una economía de servicios. Eso mismo hizo Estados Unidos después de liberar a Cuba del yugo español. La mafia tomó buena cuenta y convirtió la isla en un inmenso burdel. Vayan tomando nota.

El único país de relieve que mantiene la Unión dentro de la competencia de la industria mundial es Alemania, tras China (destacadísimo líder que pronto alcanzará el 30% de la producción), Estados Unidos, Japón e India. Juntas Italia y Francia (8º y 9º del ranking), cada una en el entorno del 2% mundial, no alcanzan a Alemania, que se aguanta en el 5,5% pero no progresa más que los otros de su nivel. Y creciendo más en servicios. Su economía extractiva, agricultura y pesca, en retroceso. De la minería, mejor no hablar. Aunque les guste o no, tendrán que ponerse a hablar de la cuenca del Ruhr.

TRANSICIÓN ECOLÓGICA

¡Ahí sí que nadie nos tose! ¡Somos lo máximo! Debemos estar cerca del 50% en potencia instalada renovable. Tal vez más del 45%. ¿Saben ustedes las grandes máquinas de última generación qué energía contienen? Exactamente cero. Turbinas, aerogeneradores, lo que quieran. Son productores secundarios de energía. La energía primaria, la de verdad, está en los vientos, en corrientes de agua, en los combustibles fósiles y nucleares. Esas máquinas lo que hacen es transformarla en electricidad para que podamos utilizarla. Pero sin la existencia de la primaria, no son más que pisapapeles gigantes. Cierto que si nuestras turbinas y nuestros aerogeneradores tuvieran todas las horas de viento y agua que quisieran y como quisieran, podrían hoy satisfacer toda nuestra demanda de energía sin necesidad de otras fuentes. Pero no somos ricos en viento ni en agua. Probablemente, esa energía que su comercializador de último recurso les suministra, procederá de renovables el 3 ó 4%. Otra vez las cifras-burqa. La parte del león se la come el gas, con más del 40%, y las nucleares con el 35%. Éstas últimas con la casi imposibilidad de crecer, por maldecidas y en algunos casos en trance de obsolescencia. El gas tendrá que seguir creciendo. Y como ya saben, los señores del gas y del petróleo son un selecto oligopolio mundial ante el que acabaremos de rodillas. Y con nuestra capacidad para las relaciones internacionales, parece que los oleoductos no nos llegarán desde la costa africana, a pesar de que estar a la distancia más corta. De la nuclear verde no hablamos. Del hidrógeno se habla mucho, aunque creo que sin saber lo que se dice. También hay mensajes-burqa.

En preescolar de autonomía y estrategia se enseña que en lo suministros críticos lo más importante es ser autosuficiente y si no es posible, diversificar las fuentes al máximo. Como se ve, estamos en el camino.

JUSTICIA SOCIAL

¿Por dónde empezamos? En 2022 los alimentos nos habían subido 15,3%. Parece que hablar de justicia sin devolver a la gente su capacidad para la cesta de la compra es una cruel ironía, pero tranquilícense, que en 2023 “casi” baja la subida anual hasta el 10%. Y se ha hecho una aportación capital, aunque la obtusa Europa no acabe de entenderlo, y es la de subir los impuestos. Así se resolverían la mayoría de los problemas. Los de “ellos”, sin duda alguna.

Y a la juventud, desarmada por una educación deficiente y sin posibilidades de labrarse su propio futuro, un subsidio de miseria, ¡viva la vagancia!, y la aportación de papá y mamá hasta que la muerte los separe. Después va a ser difícil.

REFORZAR LA UNIDAD EUROPEA

No sé bien para qué. Total, en 2030 ya estaremos en el paraíso. Ese camino no se recorre atolondradamente, está bien señalizado con todos sus hitos. Entre los primeros logros, acabar con el hambre en mundo. Algún aguafiestas podrá objetar que aumentar el precio de los alimentos un 27% los últimos dos años apunta a un trastorno de los navegantes, pero ¿qué camino carece de obstáculos? Y en caso extremo, siempre queda un plan B: la inanición terminal. Seguro que así el hambre acaba. Otro hito importantísimo es el de los concursos de belleza: la paz del mundo. ¿Saben que hay guerras? Y ahí la Unión Europea está dando, ¿cómo no?, enérgicas respuestas.

Ucrania: En junio de 2022 (4 meses después de la invasión) el Consejo Europeo lo acepta como país candidato. Noviembre 2023 (presidencia española, etapa final): se recomienda iniciar negociaciones y en diciembre se aconseja “buscar un marco” para entablar esas negociaciones. Portazo de salida. El que venga detrás, que arree.

Palestina: La exacerbación es conocida desde hace largos años: Hamás inicia sus acciones para lograr que, por exceso de contundencia en su réplica, Israel promueva la indignación del mundo. Con una situación tan vetusta no vale la pena buscar nuevas soluciones. Lo de siempre: proceso de paz. Esta vez un tanto pintoresco porque se propone excluir a Hamás y ¿recuperar? a la autoridad palestina. ¿Se han enterado que la autoridad palestina es Hamás? Pues va siendo hora, porque la consecuencia también será la de siempre: miles de inocentes dejarán su vida y su hacienda en este juego. 

Hay mucha más historia detrás de estas breves citas. Búsquenla, si quieren, donde puedan. Porque los mensajes-burqa de los medios serviles no darán mucho más. Como no dieron en su día las cifras de los servicios funerarios de una pandemia que apenas nos iba a afectar. Si quieren saber algo más del encuentro de Pedro Sánchez con Benjamín Netanyahu o de su desencuentro con Manfred Weber o de la mesa de negociación sobre Cataluña, pregunten en Suiza, en El Salvador o dónde diablos se les ocurra.

¿Para qué están los medios serviles?   Obviamente, para servir.  




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