Cerrando un Ciclo Glorioso, por José Luis Mozo
El último semestre del 2023 la Unión Europea se benefició de
la sabiduría y el buen hacer de una presidencia española. Ésta no llegó de
forma improvisada, sino con un cuaderno de ruta estudiado para reconvertir a la
deslavazada Unión en gran potencia.
REINDUSTRIALIZAR EUROPA Y RECUPERAR SU AUTONOMÍA Y
POTENCIA ESTRATÉGICA
En 1975, cuando se empezó a tomar
en serio nuestra llamada a las puertas de la Comunidad Económica Europea, la
industria española hubiera supuesto el 36% de la total de los diez países
miembros, pues ocupábamos el octavo del ranking mundial. Cierto que no fuimos
el 10º miembro, pues que preguntaran “¿quién llama?” no significó que nos
abrieran en aquel momento. Aún tuvimos que esperar diez años y en el intervalo
se nos coló Grecia. Durante el socialismo modernizador y europeísta de los años
80, un conocido ministro llamado Solchaga se dejó decir “la mejor política
industrial es la que no existe”. Con un socialismo actual tan alejado de aquél,
parece que en algo siguen coincidiendo. Y eso que Maastricht (1992) tuvo en
agenda la necesidad de desarrollar un marco que creara condiciones para el
crecimiento industrial moderno. Una vez que dije esto en público, un amable
oyente me preguntó quién es Maastricht. Así que no sigan por ahí.
Hoy nuestra posición entre los
países industrializados del mundo debe andar por el 23º. Nuestro peso dentro de
la Unión es el 14%. Desde aquel 1975 la fiscalidad se ha multiplicado por 5 y
el porcentaje de paro (hoy cifra-burqa, decente y tapadita) por
9. Durante los años de la segunda década la Unión estuvo cayendo, salvo
construcción, en todo aquello que no fuera “terciarizar”. Para los que
se consideren incapaces de digerir la palabreja, aclarar que significa
dedicarse a una economía de servicios. Eso mismo hizo Estados Unidos después de
liberar a Cuba del yugo español. La mafia tomó buena cuenta y convirtió la isla
en un inmenso burdel. Vayan tomando nota.
El único país de relieve que
mantiene la Unión dentro de la competencia de la industria mundial es Alemania,
tras China (destacadísimo líder que pronto alcanzará el 30% de la producción),
Estados Unidos, Japón e India. Juntas Italia y Francia (8º y 9º del ranking),
cada una en el entorno del 2% mundial, no alcanzan a Alemania, que se aguanta
en el 5,5% pero no progresa más que los otros de su nivel. Y creciendo más en servicios.
Su economía extractiva, agricultura y pesca, en retroceso. De la minería, mejor
no hablar. Aunque les guste o no, tendrán que ponerse a hablar de la cuenca del
Ruhr.
TRANSICIÓN ECOLÓGICA
¡Ahí sí que nadie nos tose!
¡Somos lo máximo! Debemos estar cerca del 50% en potencia instalada renovable.
Tal vez más del 45%. ¿Saben ustedes las grandes máquinas de última generación
qué energía contienen? Exactamente cero. Turbinas, aerogeneradores, lo que
quieran. Son productores secundarios de energía. La energía primaria, la de verdad,
está en los vientos, en corrientes de agua, en los combustibles fósiles y
nucleares. Esas máquinas lo que hacen es transformarla en electricidad para que
podamos utilizarla. Pero sin la existencia de la primaria, no son más que
pisapapeles gigantes. Cierto que si nuestras turbinas y nuestros
aerogeneradores tuvieran todas las horas de viento y agua que quisieran y como
quisieran, podrían hoy satisfacer toda nuestra demanda de energía sin necesidad
de otras fuentes. Pero no somos ricos en viento ni en agua. Probablemente, esa
energía que su comercializador de último recurso les suministra, procederá de
renovables el 3 ó 4%. Otra vez las cifras-burqa. La parte del león
se la come el gas, con más del 40%, y las nucleares con el 35%. Éstas últimas
con la casi imposibilidad de crecer, por maldecidas y en algunos casos en
trance de obsolescencia. El gas tendrá que seguir creciendo. Y como ya saben,
los señores del gas y del petróleo son un selecto oligopolio mundial ante el
que acabaremos de rodillas. Y con nuestra capacidad para las relaciones
internacionales, parece que los oleoductos no nos llegarán desde la costa
africana, a pesar de que estar a la distancia más corta. De la nuclear verde no
hablamos. Del hidrógeno se habla mucho, aunque creo que sin saber lo que se
dice. También hay mensajes-burqa.
En preescolar de autonomía y
estrategia se enseña que en lo suministros críticos lo más importante es ser
autosuficiente y si no es posible, diversificar las fuentes al máximo. Como se
ve, estamos en el camino.
JUSTICIA SOCIAL
¿Por dónde empezamos? En 2022 los
alimentos nos habían subido 15,3%. Parece que hablar de justicia sin devolver a
la gente su capacidad para la cesta de la compra es una cruel ironía, pero
tranquilícense, que en 2023 “casi” baja la subida anual hasta el 10%. Y se ha
hecho una aportación capital, aunque la obtusa Europa no acabe de entenderlo, y
es la de subir los impuestos. Así se resolverían la mayoría de los problemas. Los
de “ellos”, sin duda alguna.
Y a la juventud, desarmada por
una educación deficiente y sin posibilidades de labrarse su propio futuro, un
subsidio de miseria, ¡viva la vagancia!, y la aportación de papá y mamá hasta
que la muerte los separe. Después va a ser difícil.
REFORZAR LA UNIDAD EUROPEA
No sé bien para qué. Total, en
2030 ya estaremos en el paraíso. Ese camino no se recorre atolondradamente,
está bien señalizado con todos sus hitos. Entre los primeros logros, acabar con
el hambre en mundo. Algún aguafiestas podrá objetar que aumentar el precio de
los alimentos un 27% los últimos dos años apunta a un trastorno de los
navegantes, pero ¿qué camino carece de obstáculos? Y en caso extremo, siempre
queda un plan B: la inanición terminal. Seguro que así el hambre acaba. Otro
hito importantísimo es el de los concursos de belleza: la paz del mundo. ¿Saben
que hay guerras? Y ahí la Unión Europea está dando, ¿cómo no?, enérgicas
respuestas.
Ucrania: En junio de 2022 (4
meses después de la invasión) el Consejo Europeo lo acepta como país candidato.
Noviembre 2023 (presidencia española, etapa final): se recomienda iniciar
negociaciones y en diciembre se aconseja “buscar un marco” para entablar esas
negociaciones. Portazo de salida. El que venga detrás, que arree.
Palestina: La exacerbación es
conocida desde hace largos años: Hamás inicia sus acciones para lograr que, por
exceso de contundencia en su réplica, Israel promueva la indignación del mundo.
Con una situación tan vetusta no vale la pena buscar nuevas soluciones. Lo de
siempre: proceso de paz. Esta vez un tanto pintoresco porque se propone excluir
a Hamás y ¿recuperar? a la autoridad palestina. ¿Se han enterado que la
autoridad palestina es Hamás? Pues va siendo hora, porque la consecuencia
también será la de siempre: miles de inocentes dejarán su vida y su hacienda en
este juego.
Hay mucha más historia detrás de
estas breves citas. Búsquenla, si quieren, donde puedan. Porque los mensajes-burqa
de los medios serviles no darán mucho más. Como no dieron en su día las cifras
de los servicios funerarios de una pandemia que apenas nos iba a afectar. Si
quieren saber algo más del encuentro de Pedro Sánchez con Benjamín Netanyahu o
de su desencuentro con Manfred Weber o de la mesa de negociación sobre
Cataluña, pregunten en Suiza, en El Salvador o dónde diablos se les ocurra.
¿Para qué están los medios serviles? Obviamente, para servir.
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