ECO.81 EL YACIMIENTO MARROQUÍES BAJOS, UN TESORO ARQUEOLÓGICO

El yacimiento "Marroquíes Bajos" en Jaén, un tesoro arqueológico, por Paco Acosta

El yacimiento arqueológico de Marroquíes Bajos, situado en las proximidades de la ciudad de Jaén, es uno de los hallazgos más significativos de la historia antigua de Andalucía. Este sitio, que data de la época ibérica y romana, ha proporcionado una visión invaluable sobre la vida y cultura de las civilizaciones que habitaron esta región.

Descubierto en 1984 durante unas obras de construcción, Marroquíes Bajos ha sido objeto de numerosas excavaciones que han revelado una rica variedad de restos materiales. Entre los hallazgos más destacados se encuentran estructuras arquitectónicas, cerámicas, herramientas y objetos cotidianos que permiten a los arqueólogos reconstruir el modo de vida de sus antiguos habitantes. El yacimiento se extiende por una superficie considerable y se cree que fue un importante centro urbano durante el periodo romano.

Uno de los aspectos más fascinantes del yacimiento es su estratificación, que muestra una ocupación continua desde el siglo VI a.C. hasta el siglo III d.C. Esto indica que Marroquíes Bajos no solo fue un asentamiento ibérico, sino que también experimentó un notable desarrollo bajo la influencia romana. Las excavaciones han sacado a la luz restos de viviendas, calles pavimentadas y sistemas de drenaje, lo que sugiere un alto grado de urbanización y planificación.

La cerámica encontrada en el sitio es especialmente relevante para entender las prácticas comerciales y culturales de la época. Se han descubierto tanto piezas autóctonas como importadas, lo que indica que Marroquíes Bajos era un punto neurálgico en las rutas comerciales del sur de la península ibérica. Además, algunos objetos decorativos reflejan influencias culturales diversas, evidenciando la interacción entre diferentes pueblos. 

Otro hallazgo significativo es el conjunto funerario encontrado en el área del yacimiento. Las tumbas revelan prácticas funerarias complejas y ofrecen información sobre las creencias religiosas y rituales de los habitantes. Estos elementos son cruciales para comprender no solo la vida cotidiana, sino también las creencias espirituales que guiaban a estas comunidades.

Sin embargo, el periodista Ginés Donaire, en un artículo publicado en El País, el pasado verano, titulado “Cinco milenios de historia sepultados bajo la maleza”, se queja “Las hierbas y la maleza crecen sin parar en el yacimiento arqueológico de Marroquíes Bajos hasta el punto de cubrir por completo las huellas de más de 5.000 años de historia de Jaén. El que está documentado como el poblado más antiguo en Andalucía (junto con el de Los Millares, en Almería) y uno de los asentamientos habitados más longevos de Europa, languidece entre el abandono más absoluto y todos los proyectos de musealización y puesta en valor turístico se han frenado por la desidia y la inacción de los gobernantes locales”.

“Son más de dos metros de hierba la que ha crecido sobre los distintos puntos de excavación, afectando ya especialmente a la cisterna y el pozo romanos, la zona en la que se encontró el primer enterramiento íbero y uno de los anillos del Calcolítico. El abandono es patente”.

Así lo debieron apreciar también los arqueólogos que han participado en la 5ª campaña (verano de 2024), pues en su “diario de la excavación” correspondiente al día 25 de Julio 2024, han dejado escrita esta coletilla “la empresa FCC ha terminado con su arduo trabajo de desbrozado y retirada de vegetación y maleza silvestre que poblaba el sitio arqueológico. El mantenimiento periódico con esta práctica redunda positivamente en el aspecto más atractivo de la excavación y, sobre todo, sobre los restos arqueológicos que allí se encuentran”.

A veces, las críticas publicadas tienen efecto inmediato…