El Marqués de Villena y Mazarrón (I), por Paco Acosta
La “historia oficial de la villa
de Mazarrón” comienza en 1572, gracias a la carta fundacional de Felipe II. Hasta
el 1 de agosto de ese año las llamadas Casas de los Alumbres de Almazarrón,
dependían administrativamente de Lorca.
Y la razón de ser de “estas casas” era la explotación de sus recursos minerales de Almagra y Alumbre, descubiertos a mediados del siglo XV, y cuya explotación, había sido concedida -se la repartieron por mitad- a la familia Fajardo (los Marqueses de los Vélez) y al Marqués de Villena (la familia Pacheco).
Como rápidamente se constató que se trataba de una gran explotación, y ésta reportaba grandes beneficios (el alumbre era muy demandado por las industrias textiles de Flandes, Inglaterra y otros estados europeos), ambas familias, construyeron “residencias para ellos” en ese terreno, y lo dotaron de sus respectivas parroquias.
El castillo, (edificado
entre 1491 y 1494), cuyos restos todavía se conservan, fue levantado por los
Marqueses de los Vélez, y muy próximo a él se erigió la Parroquia de San
Antonio (actualmente en restauración).
Por su parte el Marqués de
Villena contaba con la iglesia de San Andrés (la más antigua del municipio, de
1543), en cuya puerta lateral se pueden ver escudos y blasones de la casa de
Villena; pero lamentablemente se ha perdido -derribada completamente en 1972- su
“residencia” (se desconoce la fecha de su construcción, aunque se supone
paralela a la edificación del castillo de los Fajardo). En mi niñez, aún
existía, en las cercanías de la torre del Molinete, una gran casona de
buena planta y varias alturas, casi en ruinas, de la que se decía era la casa-fuerte
o casa-palacio del Marqués de Villena.
Casa-Palacio
(desaparecida) del Marqués de Villena, en Mazarrón |
Bien pensado era extraño que esa casa-palacio de los Pacheco estuviera alejada de su parroquia…, y además, en aquel entonces, sería casi una insensatez situar la vivienda extramuros de la población.
Esa misma duda debieron tenerla los autores del artículo “El Palacio de sus excelencias: sobre el hallazgo y situación de la Casa-Palacio del Marqués de Villena en Mazarrón (Murcia)” *).
En su resumen lo explican
claramente: “La aparición de unos
restos murarios en un solar del casco histórico de Mazarrón llevó a los
autores, tras reparar en su antigüedad, a sospechar que pudieran pertenecer a
un antiguo núcleo residencial contemporáneo a la cercana fortaleza del marqués
de los Vélez. Las sospechas se han visto confirmadas al localizar documentación
notarial y archivística que rectifica la tradicional distribución de los
espacios del poder en la villa, pues, efectivamente era allí, y no en otro
lugar, donde se encontraba la hasta ahora desconocida residencia oficial o casa
palacio de los marqueses de Villena”.
Los argumentos que exponen en el artículo para situar allí, donde han aparecido los restos de muros, la residencia oficial o casa-palacio de los marqueses de Villena resultan convincentes.
En primer lugar, hay que tener
muy en cuenta la cercanía a la Iglesia de San Andrés, casi enfrente de la
puerta lateral (por entonces era la única de la Iglesia). Esto es, la iglesia “tenía
su entrada principal orientada precisamente hacia donde situamos la casa
palacio”.
Además, el propio nombre de la
calle, que viene de muy antiguo, “calle de las Torres” hace suponer
que la casa-palacio estaría dotada de “torres”…
Por otro lado, esa misma calle linda con la actual plaza de Ramon y Cajal. Y se sabe con certeza que el nombre anterior de esa plaza (se cambió en 1922) era “Plaza de Palacio”.
Y aunque no se han conservado
testimonios documentales de la época, si que han quedado algunos rastros en
documentos notariales posteriores.
En uno de ellos de 1809, en un protocolo de compra de una casa, se dice: “[…] con permiso de la Excma. Sra. Marquesa de Villena, el primero de los otorgantes tres de quatro [sic] partes de la casa que llaman de las Torres, que se sitúa en parte del solar en que estaba fundado el Palacio de Sus Excelencias, donde está la esquina que llaman del Torreón, en la población de esta villa, Parroquia de San Andrés, calle que llaman de las Torres […]”.
Otro documento, este de 1728, describe ese espacio de Mazarrón, entre las propiedades del marquesado: “en un solar de lo que antes era torre y patio del Palazio [sic] que tenía su excelencia en esta dicha villa, en la Parroquial del apóstol S. Andres, linda con dos calles publica y por lebante [sic] con era de la dicha torre, que se aya [sic] arruinada y por mediodía con solar y descubiertos de dicho Palacio…” y también “por poniente medio día casa y solares de dicho Palacio y por norte con solar de Don Alonso Zamora y ruina y solar de una de las torres que tenía dicho Palacio…”.
Existe también otro testimonio
documental, que, con motivo de un arrendamiento, describe parte del edificio, y
señala sus torres, sus puertas principales, su situación a medio día … “Y
por medio día con calle que ba [sic] por las puertas principales de
dicho palacio”.
Por todo eso los autores están seguros que esos muros corresponden con los restos del palacio de los de Villena y sus torres. Solo queda corroborarlo con estudios posteriores, la datación concreta de los restos, las técnicas constructivas empleadas, etc., para concederles la protección legal que corresponda por parte del Servicio de Patrimonio de la Región de Murcia.
Y para solventar el tema de la
hasta ahora considerada casa-fuerte de los marqueses, los autores indican que debió
ser una edificación de propiedad del Marqués de Villena, pero con otra función
menor.
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Juan Martínez Acosta, Juan
Sánchez Calventus, Juan Francisco Martínez López
Revista Alberca nº 20 , [2022] (pags
107-120)
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