EL HOMBRE NUEVO DEL FUTURO (I), por Eladio Chávarri filósofo [1952-2002] en estudio y comentario de Baldomero López Carrera, filósofo.
Tras la publicación en este
boletín EL ECO DE LA TORRE de las partes anteriores, Propuesta de un
Humanismo Axiológico (en B48 a B65) y El Ser Humano Actual
-Productor Consumidor- (en B66 a B81), completamos este trabajo
con su tercera parte que lleva por título El Hombre Nuevo del Futuro.
Quizás algunas personas tomen la decisión de dignificar el modelo humano presente porque sienten un fuerte rechazo de él; otras, porque se sienten fascinadas por un porvenir prometedor.
En cualquiera de los dos casos,
esas personas no se resignan a permanecer ancladas en el HPC, a vivir toda su
existencia sin ninguna aspiración por una nueva humanidad, porque ven que
nuestra forma de vida y nuestro modelo humano/inhumano son tránsito para otros
modelos y formas de vida más dignos. Es posible y conveniente disfrutar mucho
de la humanidad y de la inhumanidad presentes, pero ello solo será posible si
las vivimos como procesos dinámicos
que caminan hacia horizontes dignificadores e indignificadores. Así pues, con
la dignificación/indignificación, los humanos no estamos encerrados en el
círculo vital del eterno retorno, sino que caminamos a humanidades nuevas y más
ricas o más pobres.
La dignidad es esa energía connatural y constitutiva de los valores que los impulsa al mejoramiento.
Hay dignificación cuando el proceso se desarrolla hacia una relación valorativa más valiosa que la anterior, con lo que se van añadiendo grados superiores de valores específicos.
Si no existiera dicha energía hacia la dignificación, el ser humano no tendría historia ni evolución de su ser.
Pero esa energía puede circular en sentido contrario y producir indignidades.
Se produce la indignificación
cuando el proceso va hacia una relación valorativa menos valiosa o más
disvaliosa que la anterior.
(continuará)
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