ECO.70 ¡HOLA, SOY OBESO!

¡HOLA, SOY OBESO!, por Juan Miguel Ortiz, Doctor en Medicina

 

¡Hola! Me llamo Juan Miguel y soy obeso.

Empiezo con el saludo característico de las reuniones de Alcohólicos Anónimos porque también en este caso es esencial reconocer el hecho para poder cambiarlo.

Asimismo, podría haber empezado reconociendo que estoy enfermo porque la obesidad es una enfermedad.

Peor aún la obesidad es una epidemia.

Empecemos por el principio ¿qué es la obesidad?

De acuerdo a la clasificación internacional de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad se define como el anormal o excesivo almacenamiento de grasa, secundario a diferentes causas, incluyendo desbalance energético, fármacos y patología genética.

Para la Federación Mundial de Obesidad (World Obesity Federation [WOF]) es una enfermedad crónica, recurrente y progresiva. Es una enfermedad no transmisible (yo diría que salvo culturalmente).

Vale, pero ¿cómo sé que soy obeso?

Como en toda enfermedad la cuestión no es simple, pero en primera instancia se puede emplear un criterio (no debe ser el único) que nos clasifica de entrada, salvo mejor opinión de la autoridad competente; en este caso nuestro médico.

El criterio es el Índice de Masa Corporal IMC que podemos calcular de manera muy simple ya que casi todos sabemos el valor de los datos necesarios:

IMC = nuestro peso en kilos dividido entre nuestra altura en metros y eso dividido otra vez entre nuestra altura en metros.

Para mi caso IMC= 95/1,72/1,72 = 32,11 y miro la tabla siguiente (esto vale para adultos de ambos sexos, para los menores es algo más complicado).

 

Bajo peso:                         IMC <18,5 kg/m2

Normopeso:                      IMC 18,5 – 24,9 kg/m2

Sobrepeso:                        IMC 25 -29 kg/m2

Obesidad grado 1:             IMC 30-34 kg/m2

Obesidad grado 2:             IMC 35-39,9 kg/m2

Obesidad grado 3:             IMC 40-49,9 kg/m2

Obesidad grado 4:             IMC >50 kg/m2

 

Lo que decía al empezar, soy obeso grado 1.

 

Es una epidemia global.

Para la OMS, hay unos dos mil millones (2.000.000.000) de adultos con sobrepeso y obesidad en el mundo, lo que viene a ser algo así como un 40% de la población, siendo los obesos del orden del 15% de los humanos.

Para la Región Europea (que incluye muchos más países que la Unión Europea) los datos vienen a dar cifras para el sobrepeso y obesidad del orden del 60% (más en hombres que en mujeres) y para sólo obesidad cifras de casi el 25% (más en mujeres que en hombres).

Lo que nos deja en la curiosa situación de que es más NORMAL tener sobrepeso (incluida la obesidad) que tener un peso NORMAL (normopeso).

En España con peso superior al normal estaría el 61,4% de los hombres y el 46,1% de las mujeres mientras que enfermos de obesidad tendríamos al 16,5 de los hombres y al 15,5 de las mujeres. En ambos casos es mayor la proporción en hombres que en mujeres.

Bueno, pero estar gordito es signo de buena salud ¿no?

Pues no, de entrada, se calcula que un IMC superior a 25 kg/m² te quita unos cinco años de esperanza de vida.

El sobrepeso y la obesidad se considera que causan más de un millón de muertes al año en la Región Europea es decir algo así como el 13% de toda la mortalidad.

La obesidad se asocia con las enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares), la diabetes, los trastornos del aparato locomotor (como la osteoartritis), y algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).

 La causa esencial de la obesidad es el almacenamiento de grasa cuando la energía que gasta el organismo es menor que la energía que ingresa. Por eso los dos factores esenciales son una vida sedentaria y alimentos con muchas calorías. Además, influyen factores genéticos y ambientales (factores obesogénicos).

Las células de grasa (adipocitos) se comportan como un órgano endocrino liberando substancias (adipocitokinas) que tienen acciones sobre el metabolismo, la inflamación y el estrés oxidativo y que explicarían los efectos perjudiciales del aumento de la masa grasa.

Como en otras enfermedades y causas de riesgo (alcoholismo, tabaquismo) es muy importante tener en cuenta que el sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades no transmisibles vinculadas, pueden prevenirse actuando sobre los factores causantes:

• disminuir la energía que se adquiere procedente de los alimentos: limitar la ingesta de aceites, grasas y azúcares.
• incrementar la actividad física (60 minutos al día para los jóvenes y 150 minutos a la semana para los mayores) además de la que haga normalmente.
• presionar ante gobiernos y empresas para crear un entorno que proporcione a las personas la posibilidad real de llevar a cabo ambas medidas. 

Desgraciadamente por el momento no parece que ningún país de la Región Europea haya conseguido todavía un resultado positivo en la estrategia de parar el aumento en la proporción de sobrepeso y obesidad en su población que viene produciéndose año tras año.

 

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PS. Si quiere calcular un peso aceptable: es sencillo, haga el cálculo 20*su altura*su altura. En lugar de 20 puede utilizar un número en el rango 18 a 24.