viernes, 3 de febrero de 2023

ECO.70 "TURISTAS EXTRANJEROS" POR LA ZONA DE CARTAGENA Y MAZARRÓN, EN LOS SIGLOS XVIII Y XIX (II)

"TURISTAS EXTRANJEROS" POR LA ZONA DE CARTAGENA Y MAZARRÓN, EN LOS SIGLOS XVIII Y XIX  (II), por Paco Acosta

 (continuación)


HENRY SWINBURNE (1743-1803)

Es un noble inglés que tras recorrer España en compañía de un amigo, publicó Travels through Spain, in the years 1775 and 1776, en el que en forma de cartas narra, con buen humor, las precarias condiciones en las que realizó “su” viaje, tanto en lo referente a los alojamientos como en su aprovisionamiento.


En Cartagena, se alojó en “El Águila de Oro” -propiedad de un francés-, que describe como “el mejor cocinero en la mejor posada en la que hemos estado en España”.

La ciudad la encuentra aburrida, con pocas calles buenas y casi ningún edificio notable. Comenta que Cartagena solo contaba con un teatro y un café, a pesar de albergar tres regimientos.

Visitó la pequeña iglesia de Santiago -patrón de España-, del que le han contado desembarcó en Cartagena, procedente de Palestina para convertir el país al cristianismo.

Recorrieron el Puerto -del que dice es “de natural el más completo que había visto jamás”- y, con la adecuada recomendación, visitaron el Arsenal, que encuentra descuidado. Dice que allí trabajaban, en condiciones deplorables, 800 penados y 600 esclavos berberiscos.

Se interesa y describe con cierto detalle el proceso de tratamiento de la barrilla y otras plantas, abundantes en los campos de alrededor, para obtener sosa para blanquear y jabón.

Menciona Mazarrón (como Almazarrón, no muy lejos de Cartagena), donde indica se extrae “una buena tierra roja llamada almagra”, que se utiliza en las fábricas para pulir espejos y también, en Sevilla, “se incorpora al tabaco para darle color, fijar su volatilidad y darle una suavidad que constituye el mérito esencial del rapé español”.

 

JEAN FRANÇOIS PEYRON (1748-1784)

Se trata de un historiador y diplomático francés, que en 1780 publicó Nouveau voyage en Espagne fait en 1777 et 1778.

Describe la historia y la geografía, física y económica, del Reino de Murcia –“el más pequeño de los que componen la monarquía española”- y de sus principales ciudades, citando a Murcia, la capital, Cartagena, Lorca, Mula, Calasparra y Cieza; también hace referencia a Almazarrón, de la que dice que “propiamente hablando, no es más que una fortaleza a orillas del mar, en donde se encuentra mucho alumbre”. Y al mencionar los ríos, cita el Guadalentín, del que refiere: “saliendo del reino de Granada, riega el de Murcia, desde el Poniente al Levante, baña las murallas de Lorca y va a arrojarse en el Mediterráneo, cerca de Almazarrón”.

Llega a Cartagena desde Murcia, y relata el paso entre altas montañas, peligroso y con horribles caminos.

De Cartagena destaca el Puerto, grande y profundo, defendido a su entrada por dos baluartes y el Arsenal, que encuentra inmenso, y “contiene todas las comodidades que pueden ser deseadas para facilitar el armamento y la construcción de un navío”.

 

Sir JOHN TALBOT DILLON (1739-1805)

Es un viajero, hispanista y cervantista irlandés. Visitó España en distintas ocasiones y escribió varios libros sobre ellos.

Su obra más conocida es Travels through Spain with a view to illustrate the natural history and physical geography of that kingdom in a series of letters, publicado en 1780. Poco después, en 1781, publicó otros viajes por España, que tituló Letters from an English traveller in Spain in 1778.


   

Se ha comentado, al menos en lo que se refiere a su recorrido por el reino de Murcia, que sus textos evidencian un desconocimiento personal y permiten suponer que no debió pisar estas tierras, y lo que dice está sacado de otros autores. Lo cierto es que no incluye ninguna impresión personal.

Respecto a Mazarrón, escribe “es famoso el pueblo de Almazarrón, por su tierra roja y fina, sin mezcla de arena, que se usa en España para darle color al rapé, para darle hermoso color, suavidad a las manos y para determinar su volatilidad. Alguna vez se le ha llamado como el nombre del pueblo, pero más comúnmente almagra” o “los alrededores de Almazarrón proporcionan también otra singularidad, esto es: la piedra blanca que llaman alumbre de pluma…” o también “cerca de Almazarrón se ven las ruinas de una mina de plata que en sus tiempos se dice que producía grandes cantidades de la misma”.

En Cartagena pudo haber visitado el Arsenal y el Puerto, que califica de extraordinario.

 

MUHAMMAD B. UTMAN AL-MIKNASI (¿?-1799)

Llegó a España a finales de 1779 como embajador del sultán marroquí, para negociar la redención de los marroquíes cautivos que trabajaban en el arsenal de Cartagena. Sus experiencias y curiosidades las narra en su obra Al-’Iksīr fī fikāk al-’asīr (Libro sobre el rescate de cautivos intitulado “El Elixir”), en la que el propio autor reconoce desde el principio que no pertenece al género de la literatura de viajes diciendo: “He decidido redactar todo lo que he visto en mis idas y venidas de grandes y pequeñas ciudades, de pueblos y campos, aunque no soy de esta especialidad, y no tengo experiencia en ella”.

Volvió a venir a España en 1791-92, pero no dejó constancia escrita específica de este otro viaje.

Describe Cartagena como una “ciudad de tipo medio, tirando a grande llena de artesanos, de oficios y de mercancías”. Resalta que “la mayor parte de sus comerciantes son mujeres”.

Visita detenidamente el Puerto, señalando que existe una zona para la marina real y otra de ámbito mercantil. Describe con detalle su funcionamiento, los astilleros y los estanques para reparación de los buques, donde trabajan los cautivos que venía a liberar.

Detalla las “negociaciones” de liberación y tendentes a solucionar la vida de los cautivos. Pudo liberar, primero a 30 y después a 92 prisioneros. Para su traslado alquiló un barco, que los condujo a desde Cartagena a Ceuta.

Comenta después que, en sucesivas veces, “se llegaron a sacar unos dos mil de ellos”.

Tras esto, y antes de proseguir su viaje hacia Granada, pudo presenciar unas maniobras militares que se hicieron en su honor.

 

ETIENNE-FRANÇOIS LANTIER (1734-1826)

Este es un oficial francés, de familia noble, que se denomina a sí mismo caballero de la orden de San Gervasio. Es autor de un relato novelado -más bien una novela- que desarrolla en España, titulada Voyage en Espagne du Chevalier Saint-Gervais. Hay quien duda que estuviera en España, pues existen “curiosas coincidencias” con lo expuesto por viajeros anteriores.


Menciona Cartagena, las dificultades del camino para llegar. Elogia la grandeza de su puerto y hace referencia a las malas comidas (que concreta en una Sopa de tocino rancio o la aceitosa tortilla, que le sirvieron en la posada. No falta tampoco, la cita a la Iglesia de Santiago y la llegada del apóstol a Cartagena.

 

JOSEPH TOWNSEND (1739-1816)


Es considerado un incansable viajero; médico ilustrado, interesado por la geología y la botánica, emprendió en la época de Carlos III, un viaje por España que publicó -en 1791- con el título A Journey Through Spain in the Years 1786 and 1787. Consiguió éxito editorial -tuvo varias ediciones- y llegó a publicarse en Francia en 1809.

  

De toda la región de Murcia menciona la abundancia de moscas, lo que, según su testimonio, acortó su estancia aquí. De Cartagena, comenta su población -sesenta mil almas, distribuidas en quince mil familias, sus calles anchas y las casas cómodas, de tejados planos. A la Catedral la califica de “miserable edificio, actualmente degradado”, que se ha convertido en iglesia parroquial, al haber sido trasladado el Obispado a Murcia.

No pudo visitar el Arsenal, -porque había olvidado solicitar las cartas de recomendación”, aunque describe las dársenas y hace hincapié que en él trabajan como esclavos “dos mil criminales, casi todos ladrones, que, condenados a la cadena, son llamados presidiarios”, y que exigen quinientos soldados para vigilarlos.

Al hablar del Puerto cita la pesca, -que califica de considerable en Cartagena-, y menciona las importantes capturas de atún chicharro y melvas.

En cuanto a la industria cita: la del esparto, para la elaboración de cuerdas, esteras, alpargatas e incluso telas; la de la barrilla (y de otras plantas como el aguazal, el sayones y la saliscornia) cuya ceniza es utilizada para la producción de sosa.

Comenta la agricultura de la zona, -con producción de trigo y cebada, o también la barrilla, que se emplea como cultivo alternativo al barbecho-; el arbolado -olivo, higuera, albaricoquero, granado, jinjolero, palmito, palmera, olmo y álamo-; las norias para obtención de agua, que escasea en los valles circundantes “donde no existe ningún río”.

 

(continuará)



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