RINCÓN DE LA LECTURA: "CIEN ESPAÑAS, POR EJEMPLO", por Andrés Pérez García
Hermoso libro de viaje escrito por el prestigioso y
polifacético aguileño Pedro Costa Morata, ingeniero, sociólogo,
político, periodista, profesor y, sobre todo, ecologista. Son cien croniquillas
que nos dejan ver y consiguientemente maravillarnos de la riqueza y la variedad
de estos magníficos lugares, monumentos, historias y hechos, que existen a lo
largo de la geografía española.
Pedro Costa Morata, de gran formación cultural y de una
excelsa sabiduría, posee además un conocimiento extenso y profundo de España.
Sus numerosos viajes por ferrocarril en su niñez y juventud, y después su
trabajo como Consultor de Medio Ambiente le hace viajar por todo el mundo, pero
principalmente por España, estudiando el litoral español y prácticamente toda
la península, que le hace que sea una de las personas que mejor conoce nuestra
Patria. Si a eso le unimos su poder de observación y su empoderamiento para
acercarse a la gente y obtener información de primera mano, y también, a su amor España, ”a esa España a la
que le debo tanto” ocasiona, todo ello, la publicación de este interesante,
atractivo y bello libro.
Estas guías geográficas o croniquillas breves tan llenas de
amor, sensibilidad y emoción han sido elegidas teniendo en cuenta la representación
de la diversidad española y que tuviesen un encanto especial. Su obra es una
mezcla perfecta de experiencias, reflexiones, aprendizajes, historias y
conversaciones con la gente. Las descripciones son extraordinarias tomando todo
lo que tiene y rodea el lugar; es decir, recoge lo físico y lo espiritual.
Nos muestra una España que no tiene secretos para él. Habla
de un país que le ha abducido y entusiasmado.
La diferencia de este texto con otros muchos es que tiene
alma y su información está llena de vida. Nos cuenta la historia y las
circunstancias de sus gentes, no se limita con lo que ve, se acerca a las
personas para que le cuenten los detalles, las anécdotas y los trazos personales
de las cosas.
Tiene tal conocimiento del país que cuando narra la relación
de nuestra historia con el entorno natural lo hace con minuciosidad y estilo de
sabio. Nos ha presentado Cien Españas,
por ejemplo mezclada con enseñanzas y emociones y ha conseguido que nos
quedemos con ganas de leer más, de saber más de esos sitios, de visitarlos. Un
ejemplo:
“Pero
hay mucho más en la Capelada: caballos semisalvajes de bellas crines y probada
desconfianza; algunos de los “curros” más famosos de Galicia, donde tendrá
lugar un rito de la rapa das bestas, miradores al océano inacabable. Con caídas
vertiginosas hacia la espuma, cruceiros de dolor y nostalgias, frio, viento
palo ralo, brumas y silencio”.
Su comunicación nos llega tal como él la percibe. Y lo hace con
una magia, como si poseyera un duende, haciendo eso que nos embriaga de esa
emotividad envolvente y penetrante que hace que nuestro espíritu se llene de
felicidad con la lectura.
Estos relatos geográficos los escribe nuestro maestro por un
motivo básico, como puede ser el daño ecológico a Doñana, la belleza
insuperable del paisaje del mar en Ortegal y Estaca de Bares; la presencia o asentamiento
argárico en La Bastida Totana); el establecimiento, en Mataró, del primer
ferrocarril en España; el origen del castellano en San Millán de la Cogolla; el
horror de los 9.000 soldados franceses enterrados “vivos” en Cabrera. Así hasta
un ciento. Pero introduciendo detalles, información y resaltando todo aquello
que tenga interés, que tenga vida.
No tiene preferencia por ningún sitio, todos son iguales para
él, ama y respeta tal como es España.
Tiene Pedro un don especial en transmitirnos sus relatos y
consigue que nos llegue tal como él los percibe, con un encanto inmenso que nos
deleita y emociona, llevándonos al deseo de visitarlos, de conocerlos in situ.
Muchas gracias Pedro por este valiosísimo regalo que nos haces,
escribiendo estos impresionantes retazos de esa España tan querida por ti, por
todos, y que tú, por agradecimiento de las cosas que te ha dado, intentas
hacerle un homenaje sincero lleno de amor y ternura, con la pretensión de que
nosotros la conozcamos con tu misma intensidad.
Os pido que leáis Cien
Españas, por ejemplo. Os gustará.
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