Propuesta de un Humanismo axiológico, por Eladio Chávarri [1952-2002] en estudio y comentario de Baldomero López Carrera (filósofo)
(continuación) Partes publicadas anteriormente ( I en eco48) (II en eco51)
Empiezo la primera parte sobre
algunas nociones sobre los valores señalando algo muy importante, decisivo y hasta novedoso: la entidad plural y variada que tiene la vida humana. La vida
del viviente humano –y su anverso, la muerte– suele concebirse como monolítica, indiferenciada y uniforme,
como si fuera una especie de magma o de sopa –como expresa el gráfico de la
izquierda–. Pero en realidad, la vida humana se ramifica en grandes y diferenciados
ámbitos de vida, como vemos en el cuadro de la derecha. Podemos llamarlas “vertientes vitales” porque a través de
ellas fluye la variada vida humana
y, también a través de ellas, los seres
entran en la persona como su alimento, también variado. Así pues, la vida
se manifiesta como una inmensa red unida y, al mismo tiempo, diferenciada en vertientes vitales.
Pues bien, cada vertiente vital
es con todo derecho realmente vida: vida
biopsíquica, vida económica, vida religiosa, etc. Pero ninguna de ellas por
sí sola representa toda la vida
humana. ¡Cuántos errores se siguen produciendo en las reflexiones sobre la vida
al no tener en cuenta la pluralidad y la variedad que reina dentro de ella; o
al reducirla casi exclusivamente a la vertiente
biopsíquica!
Eladio Chávarri escoge una
muestra de ocho vertientes vitales, de las que hablaremos enseguida.
(continuará)
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