jueves, 7 de noviembre de 2019

ECO.50 EDUCACIÓN CÍVICA

EDUCACIÓN CÍVICA, por A.F.García

Esta expresión, que a más de uno le puede resultar dura, la podemos sustituir por “civismo”, que puede resultar peor, porque si no nos ha gustado la educación cívica o no la hemos llegado a tener, todos necesitamos, una conducta cívica en mayor o menor grado.

De la educación-cortesía hablaremos otro día. De momento, diré que aprendí en el metro de Madrid a ceder el asiento a las señoras, hábito que procuré mantener. Ahora es alguna mujer joven la que me cede el asiento.

Hablemos de civismo y, permítanme hablar de higiene y espacios limpios. En una de mis escapadas por Europa admiré las áreas de carretera con unos aseos públicos de acero inoxidable limpísimos: norte de Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Austria, Suiza. De regreso, unos 150 kms más acá de Cannes, me desvié, más por hacer un alto que por necesidad. Me asomé a los aseos y retrocedí para seguir ruta porque no me apuraba. Allí, como ocurre en bastantes servicios en nuestro país, habían pasado personas, que, aparte de tener maneras muy peculiares de sentarse en la taza del váter, desconocen el uso de la escobilla mientras tiran de la cisterna. Eché una ojeada a los vehículos estacionados y eran de matrícula española o italiana en su mayoría.

Así se encuentra la mayoría de los que están situados en nuestras autovías. En algunas áreas no los han instalado y entonces un radio de no pocos metros lo encontramos sembrado de estos excedentes humanos, aparte de otros elementos: plásticos, papeles….

Vayamos a los plásticos y afines, que, aunque está de moda arrastra muchos años. Se dice que el Oceano Pacífico equivale a la superficie de todos los continentes juntos. Así resultará más natural que se diga que encierra un mar de plástico superior a la superficie de los Estados Unidos o, lo que es lo mismo, a Europa. Queda mucho mar aún, ¿verdad?

Y ¿nuestro Mediterráneo? ¿Tiene menos? Acaso más. El primer año que actuó en Bello Rincón un grupo organizado para recoger plásticos dentro y fuera del agua en una cala a la que no se puede acceder por tierra recogieron 165 envases de plástico.

En otoño de 2012 se produjo una riada en la rambla de Bocaoria, vertió al mar toneladas de material plástico y PVC. En algunas grandes explotaciones agrícolas cercanas quemaban plástico en grandes hogueras dando lugar a densas columnas de humo negro. ¿Es esto mejor?

Cuando mis facultades físicas eran mejores disfrutaba del grato recorrido de ir hasta la punta de la Azohía y desde allí ascender hasta la Torre. Siempre había restos que terminarían en el mar: bolsas de plásticos con botes, botellas, restos de bocadillo y hasta alguna prenda. No hace más de un año cuando un vecino de al lado, me envió unas fotos y unos renglones con ese tema.

Este verano he disfrutado del baño marino a la salida del sol, para evitar sus ardientes rayos, y lo he encontrado placentero y saludable. A esa hora es fácil encontrar personas muy responsables, que, con bolsa en mano y guantes, sin más compensación que la satisfacción de lo bien hecho, recogen plásticos y otros desechos, que otras personas egoístas e irresponsables abandonaron el día anterior, a muy pocos metros de una papelera o un contenedor. ¡Qué injusto es el mundo! ¿Qué harán los muchos que vienen por mar en sus embarcaciones deportivas o de recreo y que aumentan de un año para otro?

Cada día, cada año, acuden más personas por tierra y mar a disfrutar de los encantos de Bello Rincón. Si a ellos les gusta, disfrutan de ello ¿no les da por pensar que de ello deben disfrutar sus hijos y nietos? ¿Realmente viven ajenos, insensibles a ese mínimo sentido cívico?

Es raro el año que algún gran pez no aparece varado y muerto en nuestra playa. Eso sí, tiene varios kilos de plásticos en sus intestinos. Es el problema de los microplásticos, cuya gravedad ha empezado a tomar cuerpo en los medios de comunicación. ¿Tampoco esto nos hace pensar?

Estamos destruyendo nuestro Mar Mediterráneo, el de más larga y densa historia, la cuna de nuestra civilización.

España es, después de Japón, el país del mundo con mayor consumo de pescado. Eso ayuda, sin duda, a una dieta más sana y una mayor longevidad. Aunque se está imponiendo el consumo de piscifactoría, se mantiene no poco la preferencia por el de captura directa. Se están tomando precauciones contra el anisakis de aquél. ¿Qué precaución cabe contra los microplásticos de éste?

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