¿POR QUÉ A LOS ESPAÑOLES NO NOS
GUSTA ESPAÑA?: LAS RAZONES DE REVILLA, por Paco Hernández
Hace unos días, comentando el libro “Todo lo que era sólido” de Antonio
Muñoz Molina, hablábamos sobre el hecho de que sentimos a España como un país
diferente: una monarquía bananera o, al
menos, un país contradictorio. Yo saqué a relucir los comentarios que oí a
Miguel Angel Revilla, presidente de Cantabria, en el programa “La 6ª Noche”, el
18 de febrero de este año sobre el hecho de que los españoles no nos vemos bien
a nosotros mismos o, como decían los autores de “la Generación del 98”, a los
españoles, parece que desde siempre, nos duele España.
Un par de días mas tarde, un
compañero del grupo me mandó una poesía de Joaquín Mª Bartrina que, en en el
siglo XIX, apuntaba de manera breve y certera al objeto de este debate:
“Oyendo hablar a un
hombre, fácil es
acertar dónde vió
la luz del sol:
si os alaba a
Inglaterra, será inglés;
si os habla mal de
Prusia, es un francés;
y si habla mal de
España, es español”
Antes que nada, un consejo: si el
tema te interesa lo mejor es que busques el programa en internet y lo escuches
directamente. Yo voy a intentar resumirlo, pero no podré transmitirte la gracia
y la clarividencia de los razonamientos de Revilla en la manera en que lo
expone.
Para empezar, le preguntó el locutor
del programa acerca de la sentencia de la infanta a lo que respondió lo absurdo
que resulta que en este país las mujeres parece que no se enteran de nada.
Esa había sido la defensa de la ex-ministra de sanidad que parecía no saber
qué coches había en su garaje y cosas así.
¡Que le dijeran a él!. Durante los
años que estuvo de director de banco, cuando iba a gestionar algo a domicilio,
el posible cliente siempre decía lo mismo: “Primero habla con ella, y luego ya
veremos”... Nunca cerró una gestión sin que la mujer diera la primera su
consentimiento. “En el País Vasco, Cantabria y Asturias, la mujer es la que
controla todo al céntimo”.
1- Una sentencia absolutoria basada en
esta defensa de la infanta desacredita a la justicia española, pues la Casa
Real, ya se desacredita ella sola.
Por entonces, habían llamado a
declarar al Primer Ministro de Francia, Sr. Fillón, al que habían tenido toda
la noche declarando para que explicara cómo había colocado a su mujer. ¡El
mismo día en que se conoció el asunto!. Pocos tiempo después, se hizo lo mismo con
el Sr. Sarkozy, el ex-presidente de la República, por algo parecido.
Por la rapidez y contundencia de su
actuación los franceses pueden estar orgullosos de cómo funciona su justicia.
Aquí, por algo así ni se dan por
enterados, decía Revilla. De paso, contaba la anécdota del Presidente de la Diputación
de Orense, que había enchufado a más de sesenta familiares en la misma, entre
ellos a su hijo, que también le había sucedido en la presidencia de la
Diputación, y no ha ocurrido nada. Pero a la mayoría de los españoles nos avergüenzan
estas cosas... y hay centenares de casos parecidos.
Revilla contaba también que hacía
poco que había ido D. Carlos Espinosa de los Monteros, encargado de promocionar
la marca España, a dar una charla a
Cantabria. Allí explicó una encuesta reciente que se había hecho en los
principales países europeos sobre la visión que los ciudadanos tenían de los
distintos países de la Unión: los franceses se ponían ellos como los mejores y
a los españoles, terceros; los ingleses se ponían también los primeros, y a los
españoles segundos; los alemanes se ponían los primeros y a los españoles,
terceros; y así, todos.
La mayoría nos ponían en buena posición.
Pero decía este señor que los españoles debíamos ser masoquistas o estúpidos:
¡Poníamos a otros los primeros, los segundos... y a nosotros nos poníamos los
sextos!. No podía comprender por qué los españoles
actuábamos así.
Revilla decía que los españoles no
somos distintos a los demás, ni más tontos, que las cosas no iban por ahí... Que
él lo explicaba con diez razones o ejemplos, entre las que la sentencia de la
infanta podía ser la primera. ¿En otro país europeo occidental se habría
producido esta sentencia?.
Luego hizo una lista de hechos, que,
según él, no pasan en otros países europeos y que hacen
que nos avergoncemos de la gente que nos
manda aquí y de nosotros mismos. Intentaré resumirla:
2- La amnistía de Montoro a unas
20.000 fortunas que tenían millones en negro y que han pagado al fisco muchísimo
menos de lo que paga la mayoría de los españoles. Además, mantiene en secreto,
una lista de 889 ricos, con las siglas P.E. - políticamente expuestos – para
mantener su anonimato con este truco..., cuando son defraudadores que deberían
ser juzgados. La justicia aquí es severísima con los pobres y muy tolerante con
los ricos, sacaba en conclusión.
.... Continuará
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se ruega NO COMENTAR COMO "ANÓNIMO"