ECO 34. ALCARAZ. La Muy Noble y Muy Leal Ciudad.

ALCARAZ. La Muy Noble y Muy Leal Ciudad, por A.F.García.

La que fue una ciudad fortificada estratégica para los reyes castellanos hoy es una población desconocida para el común de las personas; eso sí, una bella desconocida.

En la zona ha habido publicadores desde tiempos prehistóricos como lo confirma el hallazgo de pinturas rupestres, pero la fundación de la ciudad parece corresponder al periodo califal. Recibió el nombre de la sierra en cuyo extremo Norte está ubicada, y que en árabe significaba sierra de cerezos. Quedó constancia de la fama de sus telares y alfombras y de la fortaleza del triple recinto amurallado que resistió un largo asedio de las tropas de Alfonso VIII antes de rendirse el 23 de mayo de 1213, pasando a ser una avanzadilla del reino de Castilla frente al emirato de Murcia.

Llega tener Fuero y representación en Cortes. En 1429 recibe de Juan II el título de ciudad. Mantiene su autonomía frente a las pretensiones de los nobles mientras ella ejerce jurisdicción sobre un amplio alfoz con importantes poblaciones, entre ellas Bonete, Munera, Bogarra, Ayna, Riopar.

En 1470, en un momento de debilidad monárquica de Enrique IV, cae bajo el poder del ambicioso Marqué de Villena, pero cinco años después se levanta en armas contra el mismo y se posiciona a favor de Isabel, siendo la primera ciudad castellana en hacerlo, cuyas tropas al mando de Don Rodrigo Manrique le liberan del asedio del Marqués.

En este periodo de finales del XV y principios XVI del disfruta de su máximo esplendor. Bajo la dirección del gran arquitecto local Andrés de Vandelvira se embellece la ciudad, cuya Plaza Mayor es una de las más bellas de la Península. Esta, con la Calle Mayor, el Ayuntamiento, el Palacio de Justicia (Casa del Inquisidor).

 

Iglesia de la Trinidad con su portada gótica, la Lonja de Santo Domingo, la Torre del Tardón (reloj), la Portada del Alhorí… forman un conjunto arquitectónico y artístico que impresiona al visitante e impacta a la vista: la combinación de gótico tardío con decoración flamígera y plateresca y renacimiento de influencia italiana dan una especial belleza y atractivo al conjunto, declarado Patrimonio Histórico en 1949.

Carlos I había dado en dote a Isabel de Portugal, su esposa, las rentas de la ciudad de Alcaraz y la villa de Albacete. A finales del XVI perdería el dominio sobre las poblaciones mencionadas y otras. 

En 1950 aún superaba los seis mil habitantes; pero hoy es una pequeña población, pero orgullosa de su belleza y su historia, muy digna de visitar.