jueves, 2 de mayo de 2024

ECO.78 VISITA A LA CIUDAD DE CARAVACA DE LA CRUZ

Visita a la ciudad de Caravaca de la Cruz, por Ricardo Márquez

 

El pasado 7 de marzo visitamos Caravaca de la Cruz en un viaje organizado por la asociación Torre de Santa Elena.

 


Comenzamos la visita en el Templete o Bañadero, edificio de estilo barroco y planta hexagonal que lo caracteriza, en el cual se celebra el baño de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca cada 3 de mayo, acto ritual que viene celebrándose desde 1384.

En ese punto comienza La Corredera, paseo flanqueado por álamos y donde se encuentra una gran estatua de San Juan de la Cruz; en ese paseo encontramos también la iglesia parroquial de la Concepción, cuyo campanario se conoce como la torre de los Pastores ya que en tiempos pasados dicha torre servía de guía a quienes pastoreaban sus animales.

Callejeando por el barrio en cuesta, hay que recordar que dicha ciudad se construye sobre tres colinas, llegamos a la iglesia de la Compañía de Jesús terminada en el siglo XVIII fue propiedad de los jesuitas -junto con el convento anexo- hasta su expulsión en 1767. A partir de entonces fue desde un hostal a un garaje. En la actualidad, es usada como centro cultural municipal.

 


Vuelta a las recoletas callejuelas llegamos a la Casa Museo de los Caballos del Vino que nos muestra la historia y desarrollo de este singular festejo a través de una destacada colección de piezas utilizadas para enjaezar los caballos. Desde principios de siglo XX hasta la actualidad complementado con varios audiovisuales que recrean los momentos más significativos de esta manifestación festiva, antropológica y cultural, permitiendo ver no sin asombro los magníficos bordados que decoran a los caballos.

 



Continuando con el itinerario subimos al Castillo pasando por el barrio medieval que conserva la típica estructura irregular y desordenada en la que se entrecruzan callejuelas, se abren placetas y aparecen callejones sin salida.


 

Llegando a la cumbre alcanzamos el castillo y dentro de sus murallas encontramos la Basílica de la Vera Cruz construida en el siglo XVII diseñada por el importante arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios, con fachada del siglo XVIII, donde se venera la famosa Cruz de Caravaca, dicho castillo de orígenes islámicos siglo XII fue reformado en época cristiana.

Tras la pausa para la comida nos trasladamos a la pedanía de Barranda que alberga el Museo de la Música Étnica; es una joya poco conocida que tenemos en Murcia. Este museo presenta una colección única de instrumentos de todo el mundo siendo de gran interés por el exotismo, la variedad y la autenticidad de las piezas. Esto es posible gracias a la colección de Carlos Blanco Fadol que recorrió selvas, montañas y desiertos de todos los continentes contactando con grupos étnicos que aún conservan sus instrumentos tradicionales.

El asombroso recorrido por las diferentes salas del museo nos permite apreciar instrumentos construidos con diversos materiales que van desde bronce pasando por plumas de aves hasta huesos humanos, todo explicado por el guía que además tocaba algunos instrumentos para que apreciáramos el sonido, como el tambor más grande del mundo con su atronador sonido; dichos instrumentos están asociados a la religión, la esclavitud, la magia y la brujería, unos imitan el sonido de los animales, otros usados para enamorar, usados por mendigos nómadas, instrumentos de guerra, etc.

 


Como colofón los asistentes formamos una banda musical usando unos exóticos instrumentos y dirigidos por el guía que nos permitió manifestarnos como homo ludens que somos, pasando un rato divertido y comprobando que de los elementos más insospechados se puede hacer música.





















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