sábado, 20 de mayo de 2023

ECO.72 VA POR ELLAS, ¡¡¡POR TODAS!!!

Va por ellas, ¡¡¡Por todas!!!, por "Sienso"

 

Hace ya casi dos meses que se celebró el día de la mujer.

En 1910 tuvo lugar el segundo encuentro internacional socialista en Copenhague. Allí se propuso fijar un día simbólico, en torno al 8 de marzo, que sirviera para reivindicar los derechos. de todas las mujeres, principalmente el derecho al voto.

Desde hace más de 100 años, en la citada fecha, se celebran los derechos conseguidos por las mujeres en todos los ámbitos y se conmemora la larga historia de luchas y sacrificios para conseguirlos.

En la actualidad se celebran marchas y concentraciones en todo el mundo para denunciar que todavía queda mucho camino por recorrer hasta conseguir la ansiada igualdad entre sexos. Pero la realidad constata que, en muchos países, nacer mujer aún es una desventaja social.

Aquí en España surgió un grupo de mujeres, nacidas entre los años 1898 y 1914, abiertas a nuevos conceptos de modernidad, de las ideas avanzadas y vanguardistas provenientes de Europa. Fueron mujeres comprometidas con su tiempo y realidad social que tuvieron una actitud rompedora para intentar transformar la realidad y el panorama cultural en campos tan variados como la poesía, la literatura, la música o el cine en aquella España tan atrasada y convulsa. Algunas de ellas fueron exiliadas y tuvieron que continuar su actividad fuera de nuestro país.

Sin restarles méritos, en absoluto, es justo hacer constar que todas procedían de clases sociales acomodadas, que todas pudieron acceder a la cultura y contaron con los medios materiales necesarios para dedicarse plenamente a profundizar en el arte en el que habían destacado y para el que tenían aptitudes. También tuvieron la posibilidad de viajar por diferentes países para, además de difundir su obra, ampliar sus conocimientos.

Más adelante, a principios de los años 80 del siglo pasado, comenzó a celebrarse con fuerza en nuestro país lo que en principio se llamó "día de la mujer trabajadora" y más tarde, simplemente "día de la mujer". Las calles de las principales ciudades se llenaron de mujeres que portaban pancartas y lanzaban proclamas reivindicando protagonismo y derechos. Pasaron los años y el movimiento continuó creciendo, aunque el protagonismo se lo fueron disputando mujeres, sindicatos y partidos políticos.

Pero quiero en estas líneas recordar y hacer un homenaje a unas mujeres, para mí, muy especiales e importantes en nuestra historia reciente. Me refiero a las mujeres del mundo rural que vivieron durante nuestra guerra civil y en las décadas posteriores. Ellas llevaron, en buena parte, el peso de la vida doméstica de su entorno; de ellas dependía la economía pues eran las administradoras, el cuidado y la alimentación de la prole, la limpieza y el mantenimiento del hogar, ayudaban en las tareas del campo, especialmente en época de siembra y recolección; además, no dudaban en realizar eventualmente trabajos ajenos remunerados que siempre venía bien a la economía familiar.

Pero cuando verdaderamente hacían magia era a la hora de poner cada día sobre la mesa los alimentos suficientes para alimentar a la familia. El "super" era para ellas la huerta y el corral. De ahí había que abastecerse diariamente tratando de ser suficiente y original para no repetirse mucho; la comida dependía de lo que daba la huerta, de algún pequeño animal de corral y de los huevos que ponían las gallinas.

Si había que hacer magia diariamente, un día clave era cuando se celebraba el mercadillo semanal del pueblo vecino. El grupo de vecinas se apoyaban en todo y para todo continuamente. Diariamente hacían el mismo ritual, muy temprano iban cada una a su corral y hacían acopio de todo el material posible que solía estar compuesto por unos cuantos huevos, quizá un par de conejos y algún pollo; siempre cuidando de que el equilibrio de la fauna doméstica no se resintiera. Con el escaso dinero obtenido se compraba lo más necesario para el hogar ya que siempre solía haber alguna emergencia, se reponía algo de vestimenta para quien más lo necesitaba, había que comprar algo de pescado para la paella que era el menú especial para ese día. Finalmente había que comprar unos "pirulís" para los más pequeños que los esperaban con ansiedad.

Esto recordaba el milagro de " los panes y los peces"

Eran grandes mujeres, mujeres de verdad, muy fuertes, mujeres CON MAYÚSCULAS.





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