Música, por favor. La "musa" Nica y Thelonious Monk (y II), por José Rodríguez Millán
(continuación)
Cansada de ser mal vista en los hoteles, Nica compró una casa en Weehawken, Nueva Jersey. construida diez años antes por el cineasta Josef von Sternberg. Monk nombró a la casa “Catsville” en referencia a los “cats” (músicos) que pasaban el rato allí. La casa se llamó después “Cathouse” por los cientos de gatos que Nica acogió, como ardiente activista de los derechos de los animales. La casa tenía enormes ventanales con una magnífica vista de Manhattan y del río Hudson. Nica y sus protegidos finalmente habían encontrado un lugar para relajarse, crear, ensayar y tocar en libertad.
En los años setenta, el comportamiento de Monk se había vuelto cada vez más extraño. Tanto la muerte natural como violenta de muchos de sus amigos le habían afectado profundamente.
Poco a poco, se retiró a sí mismo. En 1973, se mudó a Cathouse. Se quedó hasta el final de su vida. Durante esos nueve años, prácticamente nunca salió, aparte de los tres conciertos que realizó entre 1973 y 1976.
Para este humilde aficionado a la música, la música de Monk es como la pintura de Picasso. En diciembre de 1986, Nica publicó un artículo en el Daily Challenge, el único diario negro de Nueva York, titulado “A Rememberance of Monk”, en el que escribió: ”Aparte de sus propias composiciones desgarradoramente hermosas, Thelonious Monk podría tomar cualquier estándar y hacerte escuchar cosas tanto dentro como fuera de ella que nunca antes hubiera soñado. Él podría hacerte escuchar la música dentro de la música, aparentemente hasta el infinito”.
En 1988, Nica hizo su última aparición pública para la apertura de la película “Bird” de Clint Eastwood. En noviembre de ese año, pocos días antes de cumplir setenta y cinco años, fue hospitalizada para una cirugía de triple bypass y murió durante la operación. Su funeral se llevó a cabo en la Iglesia Luterana de San Pedro en Nueva York, la iglesia del jazz. Una multitud de amigos y músicos (incluido el hijo de Monk) le rindieron un vibrante homenaje. Una orquesta dirigida por Barry Harris interpretó sus melodías favoritas, acompañada de bailarines de claqué. El último deseo de Nica era que sus cenizas se esparcieran en el río Hudson alrededor de la medianoche, en referencia al tema de Monk ”Round midnight”. Pannonica de Koenigswarter, la baronesa del jazz, fue una persona ciega a la segregación racial, que defendió los derechos de los músicos, a veces impotentes contra el poder establecido, que reconoció el genio cuando lo escuchó, y cuya lealtad fue incansable. Con su muerte, los músicos de jazz perdieron a una amiga y protectora que había iluminado sus vidas con su humanidad, su inteligencia y su espíritu libre.
Las recomendaciones musicales de esta entrega son:
Genius of modern music, vols. 1 y 2 (Thelonious Monk)
Brilliant corners (Thelonious Monk)
Straight, no chaser (Documental de Clint Eastwood sobre Thelonious Monk)
Like someone in love (Art Blakey & the Jazz Messengers)
Bird (película de Clint Eastwood)
Round midnight (película de Bertrand Tavernier)
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