miércoles, 2 de febrero de 2022

ECO.64 AVANCE ECONÓMICO 2022 (I)

Avance Económico 2022  (I), por Juan Carlos Martínez 

 

Voy a dar un avance, unas pinceladas, de lo que se espera en este año 2022 respecto a la economía en España; haré referencia a lo que más nos puede influir directamente.

El 2022 va a volver a ser un año marcado por decisiones de carácter político más que económico, aunque entrambas se retroalimentarán y justificarán. Es algo que sabemos irán a caballo de los acontecimientos de cada momento. Lo que sí es cierto es que estamos en un momento en que la productividad de nuestro país deja bastante que desear y que nos basamos, en todo este año y el que viene, en las subvenciones a fondo perdido que vendrán de Europa y los préstamos que se nos darán con unas condiciones económicas favorables.

Esto es cierto que, gracias a encontrarnos dentro de la Unión Europea, tenemos acceso a este tipo de ayudas, pero también debemos entender a los países del norte de Europa que nos miren con cierto recelo respecto a cómo manejamos nuestra economía. Ha sido muy difícil sacar adelante este acuerdo y sólo por el concurso de Alemania y Francia, se ha conseguido un acuerdo al que ha habido que apuntillar los "controles" que solicitaron los países que no estaban de acuerdo con estas ayudas que, al fin y a la postre, son los que van a pagar la broma. Y es que la llevan pagando mucho tiempo y eso, cansa, cuando además es de dudosa claridad que, si nos va bien a nosotros, les va a ir bien a ellos, al menos de forma directa; IKEA, ERICSSON, VOLVO y un largo etcétera de empresas multinacionales no es suficiente para justificar los derroches.

Así que nos encontramos con un escenario en el que dependemos de nuestro crecimiento de las subvenciones y no del tejido empresarial, cuando debería ser justo al revés. Ya sé que esta afirmación es muy dura para algunos sectores políticos, pero es la cruda realidad o ¿nos imaginamos que todo un país estuviese dedicado a ser funcionario? Una de las claves de esta afirmación es un artículo recientemente publicado que venía a explicar el declive de la economía catalana respecto a la de Madrid, ya que aquélla presentaba más de 200 empresas de carácter público lo que nos da una idea de cuáles son las necesidades de inversión constante de mantenimiento y el pobre enriquecimiento.

Como no comulgo con sectarismos y demagogia populista, hasta filosófica, de cuál es la economía real, no debato sobre qué empresas deben ser públicas y cuáles privadas. No toca hoy.

Así que el gobierno, en quien tenemos depositadas nuestras esperanzas, tiene la siguiente problemática: Economía que nos despega por su propia fuerza, cumplir pactos políticos que son imposibles de llevar a cabo sin un desajuste de determinadas partidas que, además en el caso de España, están siendo muy vigiladas por el resto de nuestros compañeros europeos. Además, todo ello debe ir cargado de un maquillaje constante electoral al que nos tienen sometidos y que sólo los pupilos del cuento del Traje Nuevo del Emperador (Andersen) se creen. Es una más entre muchas, tipo recibo de la luz o la historia del pollo que se comen entre dos (lo de la media de las tarifas, sí).

Así, nos encontramos con una situación de plena inflación que no es capaz de manejar el gobierno. En otra época, antes de la UE, se hubiese "arreglado" devaluando la moneda y empobreciendo mucho más a los españoles. Hay que ver a Solchaga justificando ante el país y ante los suyos, la última devaluación de la peseta y cómo se echan balones fuera y se acusa a los mercados y sus especuladores, cuando resulta que al mercado no sólo acuden especuladores, sino también inversionistas que son los que apuestan por el futuro de un país. Así que, con medidas de ese tipo del pasado, lo único que hicimos fue espantar a los posibles inversionistas a largo plazo que son las que mantienen el país. Todavía habrá alguno que hable de la "peseta"... En fin, es lo que tienen "los burros, cuando comen caramelos de menta" como decíamos en el pasado.

Volvamos al presente. Pues bien, tenemos un escenario inflacionista que no se había dado en los últimos 30 años y que nos pretenden contar el mismo, o similar, cuento. Esto supone el empobrecimiento del país, que no contará con tanto dinero para comprar ni para ahorrar. Consecuencia inmediata son los factores de producción de las empresas que más pronto que tarde, trasladarán a los precios. Nuestros ilusos pensionistas creen que con las subidas del 2,5% de su pensión van a sofocar la subida de precios del 5%. Ya, seguramente...

Pero es que la subida de los términos de la energía es una de las verdaderas razones apuntadas. Los precios de la energía suben y eso repercute sobre el resto, es una realidad absoluta.

Nos pueden hacer pasar por tontos, como siempre (recordar de nuevo el cuento de Andersen que para eso se hacían) pero todos estamos viendo que echar gasoil no es lo mismo hace poco más de un año que ahora, o que el recibo de luz sigue subiendo. Ojo, la temida ola de frío de las terceras semanas de los meses de enero está a punto de llegar.

¿Y para cuándo se espera que la energía deje de desestabilizarnos? Pues desde luego que no antes de bien entrado el año 2023. La energía se "compra" y se "vende" en los mercados de futuros (derivados) se establecen unos precios actuales de lo que va a resultar en los próximos meses, es decir, hoy "apuesto" a que tomará determinado activo tendrá ese valor. Es un activo real (no como las crypto). El resultado de estos precios es bastante aproximado y aunque la "curva" de precios de futuros oscila, no llega a ser tan amplia la oscilación al menos en el corto medio plazo. 

Fijémonos en     https://www.meff.es/esp/Derivados-Commodities/Precios-Cierre

Ya puede salir cualquiera a debatir sobre la bajada de precios de la luz y luego que alguien le saque a lo que está cotizando en los mercados y si es capaz de regularlo con la intervención pública, que venga y nos lo cuente, que seguro es una eminencia de la filosofía, barata, eso sí.

Así que a corto y medio plazo los precios altos con la inflación se van a mantener y no hay visos que alguien pueda controlar sin caer en un alto coste político, pero... ya sabemos que eso no pasa ahora mismo por la cabeza de ninguno de nuestros dirigentes, aunque vamos a ver cómo justifica Calviño lo que cuenta en Europa y lo que luego lo hacen aquí, pero ya sabemos lo del cuento de Andersen...

(continuará)

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