miércoles, 2 de febrero de 2022

ECO.64 LOS VECINOS DE NARES, CONTRA EL NUEVO DESLINDE

 Los Vecinos de Nares, contra el nuevo deslinde, por Paco Acosta



Los vecinos de la Playa de Nares, -unas 30 casas construidas con todos los permisos a principios del siglo pasado y perfectamente legales -es decir con título de propiedad e incluidas en el Registro de la Propiedad, que pagan religiosamente su IBI y demás impuestos- ven con muchísima preocupación las consecuencias del nuevo deslinde que ha efectuado la Demarcación de Costas. El nuevo deslinde, incomprensiblemente afecta únicamente a estos 771 metros del litoral mazarronero; da la impresión que el Ministerio para la Transición Ecológica, de quien depende “costas” no tuviera en todo el litoral murciano nada mejor que hacer que ocuparse de estas modestas viviendas que, con todos los permisos vigentes desde sus orígenes, construyeron nuestros abuelos. Por eso, están manifestando su discrepancia con el deslinde. “Contra el deslinde, todos unidos” o “Contra el deslinde. Nares no se rinde”, son eslóganes que les dan fuerza, y les hace unirse en la defensa de sus derechos.


En esta concentración se comentaba, aunque se tratase de asuntos muy dispares, la “permisividad” con que se ha aceptado que en el límite de los términos municipales de Mazarrón y Cartagena, se levantasen las 5 torres de la Rosa de los Vientos en plena rambla de Valdelentisco, a pocos metros de la playa y para colmo, en un espacio que debería estar protegido por su interés arqueológico e histórico (en ese espacio existió un importante taller de alfarería de época romana y allí salieron a la luz casi una treintena de tumbas de la época). Nadie tenía conocimiento de ninguna actuación al respecto por parte de la Demarcación de Costas de Murcia.

Pero volvamos a Nares y ese “exclusivo” deslinde. ¿Cuál es el objetivo de un deslinde? En principio puede parecernos normal que los poderes públicos “reclamen para el estado” la propiedad de los terrenos indebidamente ocupados. Pero ¿qué pensarían ustedes, si un buen día recibiesen en su domicilio un escrito oficial diciendo -en términos no muy comprensibles para un profano, nombrando no sé cuántos artículos de una ley recientemente aprobada- que su casa, perfectamente legal, se encuentra construida en un terreno que el estado reclama como suyo? Pero, si…. ¡es mi casa, está construida legalmente, tengo todos los papeles, pago mis impuestos!  Sí, sí, pero el estado ha sacado una nueva ley que dice ese terreno le pertenece, porque ¡han cambiado unilateralmente las reglas!, y usted se tiene que aguantar. ¿Seguro que ustedes se quedarían tan tranquilos? ¿No solicitarían apoyo de sus convecinos? Ojo, que si algo así no le ha pasado a usted, el día de mañana puede verse también afectado…

Los entendidos en esto dicen que el estado se reserva “ciertos derechos” cuando se trata de conseguir una notable mejora del interés ciudadano, y por supuesto con una importante justificación. Para esto existe la figura de la “expropiación”. Una figura muy dura con el propietario, al que se le priva del derecho a la propiedad privada. Y en este caso, cuando se haya justificado pero que muy concienzudamente, (por ejemplo para la necesaria ampliación de una carretera, un nuevo trazado del ferrocarril, la construcción de un pantano,… todos ellos de un interés público importante), el estado ha de indemnizar las propiedades “expropiadas” a precio de mercado.

Nuevamente surge la duda ¿de verdad es tan urgente y de tan marcado interés ciudadano el “quitar de en medio las casas de Nares”? Efectivamente hay “alguien que saldrá beneficiado” si se derriban esas 30 casas. En primer lugar, los que más desearían que se derribasen serían esos pocos propietarios de las casas situadas inmediatamente detrás, que se verían de pronto en primera línea de playa. Hay que tener en cuenta que esas casas se construyeron, en los años 70 y posteriores, como expansión del boom turístico. Y siempre han tenido delante las “antiguas casas de Nares”.

Los más maliciosos suponen que tras este “forzado deslinde de Nares” y el “anunciado” derribo de sus casas, se oculta un interés mayor, no declarado. Voy a intentar explicarlo sin que nadie se sienta ofendido. Existe muy cercano a Nares un amplio solar, que antes formaba parte de las Salinas, que malas lenguas dicen ha adquirido “hace poco” un importante y poderoso grupo empresarial murciano, inicialmente del ámbito alimentario, que está diversificando sus inversiones y actividades. “Se dice” que ya tiene realizado el proyecto de construcción en ese solar de un hotel, o resort, o lo que sea… Y además su larga y poderosa influencia llega incluso a las autoridades regionales o centrales, y ¡cómo no! cuenta con la supuesta aprobación de algunas de ellas. Este grupo sería el mayor interesado en “despejar rápidamente” la playa de esas antiguas viviendas. ¡Menuda revaloración! ¿Es eso especulación urbanística? Si todo esto es cierto ¿no suena a corrupción?

 



Retornemos al deslinde de Nares y sus consecuencias para los propietarios de esas viviendas. Una vez avisados los afectados y publicado oficialmente el deslinde en los pertinentes Boletines Oficiales, se ha abierto, como es preceptivo, un plazo -de un mes- para que se puedan presentar alegaciones. ¿Qué alegaciones se pueden realizar?

Los propietarios no admiten que “se muevan los antiguos mojones” de la playa de Nares, que siempre han estado por delante de las casas (como se observa en la foto), y que ahora van a situarlos “por detrás”, con lo cual esa treintena de casas quedan totalmente incluidas dentro del terreno de dominio público. Y por tanto automáticamente esas casas quedan “marcadas” como si fueran ilegales ¿?, es decir construidas sin permiso en un terreno que no es suyo… ¡pero si esa casa es legalmente suya de toda la vida!, y en bastantes casos antes fue de sus abuelos y luego de sus padres… ¡Y ahora resulta que no, que es de dominio público! Por una ley que, al parecer, tiene recursos para ser aplicada con efecto retroactivo… ¡No lo entiendo!

El Ayuntamiento, que tiene consideradas todas estas casas como construidas “en suelo urbano consolidado, contemplado como tal en el Plan general vigente” y que en el Plan general de Ordenación de Mazarrón “dichas viviendas estaban fuera del DPMT -Dominio Público Marítimo Terrestre-”, también puede realizar sus alegaciones, en el sentido de manifestar su desacuerdo con los propios términos del deslinde. Aunque en un primer momento se dijo “El consistorio también presentará alegaciones en los próximos días oponiéndose a la nueva delimitación”, ignoro si las ha realizado, y en su caso, en qué términos.

Los “buenistas”, es decir los que piensan bien, comentan que el resultado de ese “símil de expropiación” por parte de la Demarcación de Costas en nombre del Estado, no es el derribo inmediato de las viviendas. ¡Faltaría más! Antes se tendrán que aclarar muchas cosas, tanto en el ámbito de la opinión pública, como judicial.

Y, ¿cuál es entonces el resultado del deslinde?  El resultado del deslinde, en el mejor de los casos es que a los propietarios de esas viviendas se les “podría” dar una concesión.

¿Qué es una concesión? Es un plazo, unos cuantos años (se habla de al menos 20, pero no está aclarado ni establecido, pues, por lo que se ve, tiene algo de discrecional, o digital –“de dedo”-), en el que te permiten continuar con “tu casa”, aunque con unas restricciones (el Ayuntamiento de Mazarrón, nada más conocer el nuevo deslinde, acordó en un pleno “Suspender las licencias urbanísticas y títulos habilitantes sobre la zona afectada por la providencia de incoación del expediente de deslinde”, lo que significa “en román paladino” algo así como: no conceder permisos de obra, ni permitir segregación o división de fincas, ni legalización de viviendas, ni … ). ¿Y después? Pues que pasado el tiempo de la concesión te derriban la casa. Y además te cobran los gastos de derribo…

Retornemos al deslinde de Nares y sus consecuencias para los propietarios de esas viviendas. Una vez avisados los afectados y publicado oficialmente el deslinde en los pertinentes Boletines Oficiales, se ha abierto, como es preceptivo, un plazo -de un mes- para que se puedan presentar alegaciones. ¿Qué alegaciones se pueden realizar?

Los propietarios no admiten que “se muevan los antiguos mojones” de la playa de Nares, que siempre han estado por delante de las casas (como se observa en la foto), y que ahora van a situarlos “por detrás”, con lo cual esa treintena de casas quedan totalmente incluidas dentro del terreno de dominio público. Y por tanto automáticamente esas casas quedan “marcadas” como si fueran ilegales ¿?, es decir construidas sin permiso en un terreno que no es suyo… ¡pero si esa casa es legalmente suya de toda la vida!, y en bastantes casos antes fue de sus abuelos y luego de sus padres… ¡Y ahora resulta que no, que es de dominio público! Por una ley que, al parecer, tiene recursos para ser aplicada con efecto retroactivo… ¡No lo entiendo!

El Ayuntamiento, que tiene consideradas todas estas casas como construidas “en suelo urbano consolidado, contemplado como tal en el Plan general vigente” y que en el Plan general de Ordenación de Mazarrón “dichas viviendas estaban fuera del DPMT -Dominio Público Marítimo Terrestre-”, también puede realizar sus alegaciones, en el sentido de manifestar su desacuerdo con los propios términos del deslinde. Aunque en un primer momento se dijo “El consistorio también presentará alegaciones en los próximos días oponiéndose a la nueva delimitación”, ignoro si las ha realizado, y en su caso, en qué términos.

Los “buenistas”, es decir los que piensan bien, comentan que el resultado de ese “símil de expropiación” por parte de la Demarcación de Costas en nombre del Estado, no es el derribo inmediato de las viviendas. ¡Faltaría más! Antes se tendrán que aclarar muchas cosas, tanto en el ámbito de la opinión pública, como judicial.

Y, ¿cuál es entonces el resultado del deslinde?  El resultado del deslinde, en el mejor de los casos es que a los propietarios de esas viviendas se les “podría” dar una concesión.

¿Qué es una concesión? Es un plazo, unos cuantos años (se habla de al menos 20, pero no está aclarado ni establecido, pues, por lo que se ve, tiene algo de discrecional, o digital –“de dedo”-), en el que te permiten continuar con “tu casa”, aunque con unas restricciones (el Ayuntamiento de Mazarrón, nada más conocer el nuevo deslinde, acordó en un pleno “Suspender las licencias urbanísticas y títulos habilitantes sobre la zona afectada por la providencia de incoación del expediente de deslinde”, lo que significa “en román paladino” algo así como: no conceder permisos de obra, ni permitir segregación o división de fincas, ni legalización de viviendas, ni … ). ¿Y después? Pues que pasado el tiempo de la concesión te derriban la casa. Y además te cobran los gastos de derribo…

¿Por qué molestan estas casas? Bastantes de ellas tienen más de 100 años, ya estaban en Nares en 1920, y constituyen un ejemplo de la arquitectura popular de aquella época -posiblemente sean el único ejemplo de esa arquitectura que queda en la comarca-. Y si comparamos la foto de 1920, con la siguiente de 1965 y con la que encabeza este artículo, comprobamos que estas casas apenas han sufrido cambios en todos estos años, lo que indica “el nulo interés especulativo de sus propietarios”. Algunas hasta conservas, aún la fachada y el aspecto original… Y se pone de manifiesto el gran contraste existente respecto al volumen de cemento y ladrillo que ya ha cubierto, quizás en demasía, los terrenos de detrás… Y que ahora se pretende ampliar aún más.


Efectivamente las casas están construidas, en primera línea de playa, y repito, son perfectamente legales, con todos los permisos y bendiciones, de entonces y de ahora, ¡hasta que a alguien le ha parecido que era “necesario” hacer un nuevo deslinde…!

Por eso sus propietarios se sienten indefensos ante la “fuerza y potencia de la administración”, que les pretende quitar la propiedad sus casas, para derribarlas. Protestan como pueden y recaban el apoyo moral de todos aquellos, que se sientan solidarios con esto que consideran una injusticia.










Los Vecinos protestan pacíficamente....





...aunque, para el acto de apeo (cuando se señalan dónde van los nuevos mojones) ¡los de "costas" vinieron acompañados por varios coches de la Guardia Civil!


¿A quién estorban estas casas?... ¿Qué intereses hay detrás?


Las Casas de Nares, estaban ahí, mucho antes de la proliferación urbanística....


Y los mojones de delimitación ¡siempre han estado por delante de las casas!





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Las Torres de la Rosa de los Vientos 

Las he comentado en el cuerpo del artículo. Y como puede haber personas que lo lean y no sepan de qué se trata, aquí van unas pinceladas y unas fotos.  No parece que se utilicen los mismos argumentos de justificación para acometer un deslinde en Nares  y "no hacer nada aquí", dicen los vecinos.

Ejemplo, ¡mal ejemplo! de edificaciones admitidas..., sin que, se sepa, "costas" haya hecho nada ni haya acometido "con toda urgencia" ningún deslinde... Y eso que esta "aberración urbanística" fue denunciada en su día...

Estas 5 torres se encuentran situadas en el límite de los términos municipales de Mazarrón y Cartagena (Isla Plana-Playa del Mojón), en el lecho de la desembocadura de la Rambla de Valdelentisco. Además, cuando se levantaron, hace relativamente pocos años -entre 1992 y 2002-, se produjo la destrucción de un yacimiento arqueológico (allí estuvo una importante alfarería romana, -cuyo cuño se ha encontrado en diversas ánforas en excavaciones realizadas en el río Tíber en Roma-)


Las 5 Torres de la Rosa de los Vientos... casi a pie de playa











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