jueves, 2 de julio de 2020

ECO.54 EL RINCÓN DE LA LECTURA: "LA VENGANZA CATALANA"

EL RINCÓN DE LA LECTURA: "LA VENGANZA CATALANA", por Paco Acosta






La venganza catalana. Crónica de los almogávares, es el título completo de esta novela histórica de Ildefonso Arenas.

Con esto quiero indicar que así no caben interpretaciones equivocadas, lo que podría ocurrir si el título se redujese a la primera frase. Y por si fuera poco la portada también lo explicita al presentar unos jinetes-guerreros medievales con sus lorigas metálicas en la cabeza, y prestos para la batalla.

El libro narra la epopeya histórica de unos feroces guerreros catalano-aragoneses, los almogávares, que durante buena parte del siglo XIV, fueron un ejército mercenario, es decir que aunque batallaron bajo la bandera de las cuatro barras de Aragón, ésta ondeaba junto a la de todo rey, duque o similar que los quiso contratar. Su principal “teatro de operaciones” fueron los territorios que habían constituido el ya en descomposición imperio Bizantino, tanto en la parte del Asia menor como en la zona de Grecia y los Balcanes. Combatieron y derrotaron en multitud de batallas a ejércitos de los grandes imperios y repúblicas de Anatolia, Tracia, Macedonia y Tesalia.

El autor los presenta no como un ejército estructurado y organizado al uso, ajustado a las normas de guerrear que venían impuestas por los cánones de caballería, sino que actuaban como una horda de secuaces cuyo principal, y casi único objetivo, era el pillaje, la consecución del botín, el arrasar los campos y ciudades por las que pasaban, la requisa de ganados, la violación y captura de mujeres para incorporarlas a su servicio y en definitiva el exterminio de todos los enemigos. Su sistema de mando y gobierno, se ejercía a través de un comité de caudillos, que en conjunto tomaban las principales decisiones.

En base a todos estos antecedentes, muchos de los “señores” de aquellos territorios los contrataban tanto para no tenerlos como enemigos, por si quedaban ociosos o pasaban a depender de otro señor, como para que los apoyasen en la conquista de otros territorios. Así, además de la soldada que percibían del señor, les permitían ejercitar el pillaje y quedarse con el botín que consiguieran. Ellos mismos se denominaban la Compañía Catalana de Oriente.

Llegaron a ser una fuerza de varios miles de combatientes, que era temida tanto por su ferocidad como por su heterodoxa forma de guerrear y masacrar al enemigo. Es famoso su grito de combate “Desperta Ferro”. En un determinado momento, tras conquistar el Ducado de Atenas, aspiraron a fundar en el oriente del mediterráneo un estado catalán independiente, al que denominaron Neopatria. Así, en Atenas llego a ondear la bandera catalana.

Esta novela relata, a través de un joven catalán, Guillem de Tous, que hace de cronista de esta impresionante aventura, las interioridades de un grupo de guerreros almogávares. Como ayudante de campo de Ramón Muntaner, conoce y se relaciona con Roger de Flor y otros caudillos, como Bernat de Rocafort, y a través de éstos con el emperador bizantino Andrónico y la emperatriz Irene. Y tras el asesinato de Roger de Flor, producido en unas tormentosas relaciones político-mercenarias, los almogávares, en represalia, arrasaron Grecia. Este hecho es conocido como La venganza catalana, que da título al libro.

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