EL RINCÓN DE LA LECTURA: "LA VENGANZA CATALANA", por Paco Acosta
La venganza catalana. Crónica
de los almogávares, es el título completo de esta novela histórica de Ildefonso
Arenas.
Con esto quiero indicar que así no
caben interpretaciones equivocadas, lo que podría ocurrir si el título se
redujese a la primera frase. Y por si fuera poco la portada también lo
explicita al presentar unos jinetes-guerreros medievales con sus lorigas
metálicas en la cabeza, y prestos para la batalla.
El libro narra la epopeya histórica
de unos feroces guerreros catalano-aragoneses, los almogávares,
que durante buena parte del siglo XIV, fueron un ejército mercenario, es decir
que aunque batallaron bajo la bandera de las cuatro barras de Aragón, ésta
ondeaba junto a la de todo rey, duque o similar que los quiso contratar. Su
principal “teatro de operaciones” fueron los territorios que habían constituido
el ya en descomposición imperio Bizantino, tanto en la parte del Asia menor
como en la zona de Grecia y los Balcanes. Combatieron y derrotaron en multitud
de batallas a ejércitos de los grandes imperios y repúblicas de Anatolia,
Tracia, Macedonia y Tesalia.
El autor los presenta no como un
ejército estructurado y organizado al uso, ajustado a las normas de guerrear
que venían impuestas por los cánones de caballería, sino que actuaban como una
horda de secuaces cuyo principal, y casi único objetivo, era el pillaje, la
consecución del botín, el arrasar los campos y ciudades por las que pasaban, la
requisa de ganados, la violación y captura de mujeres para incorporarlas a su
servicio y en definitiva el exterminio de todos los enemigos. Su sistema de
mando y gobierno, se ejercía a través de un comité de caudillos, que en
conjunto tomaban las principales decisiones.
En base a todos estos
antecedentes, muchos de los “señores” de aquellos territorios los contrataban
tanto para no tenerlos como enemigos, por si quedaban ociosos o pasaban a
depender de otro señor, como para que los apoyasen en la conquista de otros
territorios. Así, además de la soldada que percibían del señor, les permitían
ejercitar el pillaje y quedarse con el botín que consiguieran. Ellos mismos se
denominaban la Compañía Catalana de Oriente.
Llegaron a ser una fuerza de
varios miles de combatientes, que era temida tanto por su ferocidad como por su
heterodoxa forma de guerrear y masacrar al enemigo. Es famoso su grito de
combate “Desperta Ferro”. En un determinado momento, tras conquistar el
Ducado de Atenas, aspiraron a fundar en el oriente del mediterráneo un
estado catalán independiente, al que denominaron Neopatria. Así, en
Atenas llego a ondear la bandera catalana.
Esta novela relata, a través de
un joven catalán, Guillem de Tous, que hace de cronista de esta impresionante aventura,
las interioridades de un grupo de guerreros almogávares. Como ayudante de campo
de Ramón Muntaner, conoce y se relaciona con Roger de Flor y otros caudillos,
como Bernat de Rocafort, y a través de éstos con el emperador bizantino
Andrónico y la emperatriz Irene. Y tras el asesinato de Roger de Flor,
producido en unas tormentosas relaciones político-mercenarias, los almogávares,
en represalia, arrasaron Grecia. Este hecho es conocido como La venganza
catalana, que da título al libro.
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