Programa Nutricional y de hábitos saludables (I), por Rosa Frasquet Pérez y A. Fernández García
SESIÓN. 1. DIETA MEDITERRÁNEA.
La dieta mediterránea está considerada
desde 2013 por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. De
todas las dietas y patrones alimentarios estudiados científicamente es una de las
más saludables, completas y equilibradas que existen, siendo una dieta de referencia
a nivel mundial, válida tanto para personas sanas y de todas las edades, como para
la mayoría de las patologías.
Desde el punto de vista nutricional,
se basa en el consumo de grandes cantidades de frutas y verduras, que estarían en
la base de la pirámide; por encima los cereales y granos (arroz, pastas, panes,
harinas, trigo sarraceno, quinua, centeno, trigo, mijo, cebada) principalmente integrales
y tubérculos como la patata o boniatos; por encima de ellos, las carnes blancas
magras (pollo, pavo, ave y conejo), pescados y mariscos de todo tipo, huevos, legumbres
y frutos secos (en cantidades pequeñas, pero se podrían tomar diariamente); más
arriba los lácteos y la leche (quesos, yogures, kéfir, cuajada, requesón) y en la
cima de la pirámide las grasas como mantequillas, natas, margarinas, alioli, mayonesa,
quesos curados, carnes rojas, embutidos, bollería y pastelería, alimentos procesados
y azúcares, que se deben tomar de forma esporádica.
No deben faltar el aceite de oliva,
preferiblemente el aceite de oliva virgen extra que contiene hidroxitirosol, uno
de los mayores antioxidantes que se encuentran en los alimentos, conocido sólo en
el olivo, la aceituna y por supuesto su aceite. Una copa de vino al día, que contiene
fitonutrientes como los taninos que elevan el colesterol HDL y reducen los triglicéridos
puede ser saludable si no se sufre alguna alteración que impida su consumo, pero
superando esta copa diaria, los efectos son lo contrario, debido a los efectos del
alcohol que contiene.
La Dieta Mediterránea tiene su origen en la cultura griega en su época de mayor esplendor, cuando se consideraba que había que cuidar tanto el cuerpo como la mente, de ahí expresiones como: “Mens sana in corpore sano” (Sátira X, 356 de las Sátiras de Juvenal) o la frase del padre de la medicina (Hipócrates) “Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”. Para los griegos la salud era algo holístico, que incluía la alimentación, el ejercicio físico, la salud mental y emocional, junto con las relaciones sociales; de ahí que la Dieta Mediterránea sea una filosofía de vida más que un patrón alimentario.
Área mediterránea, cultivos en clima mediterráneo.
La dieta mediterránea se caracteriza
por el alto consumo de productos vegetales.
Desde 1948 aparecen las primeras referencias
científicas a una dieta alimenticia de la mano del epidemiólogo Leland G. Allbaugh
(1896-1991). El fisiólogo Ancel Keys (1904-2004), también de Estados Unidos, al
estudiar las enfermedades coronarias, observó que éstas eran menores en las zonas
rurales del sur de Europa.
Los estudios se han extendido por
distintos países de Europa, incluidos los países nórdicos, EEUU y Japón.
En el próximo número esperamos poder
ofrecerles la ilustrada pirámide de la alimentación y nutrición en color.
(continuará)
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