Cambio Climático. Algo de historia de andar por casa, por Paco Acosta
Nuestro boletín EL ECO DE LA
TORRE, desde sus inicios en 2011 se ha “comprometido” con la divulgación de
este asunto -el Cambio Climático-, (tema que en sus primeros momentos
resultaba un tanto abstracto y casi incomprensible para buena parte “del
personal”).
Por aquel entonces, en “la calle”,
a lo sumo, se hablaba de que “llovía menos que antes”, -y en nuestra
reseca tierra murcian aún menos-, o que en el verano “aquí no hay quien viva”,
ni siquiera en la playa por el calor, que las “paleras” se estaban muriendo por
una plaga de cochinillas, o que a las palmeras las atacaba el “picudo rojo”, bicho
casi inmune a la aplicación de los más potentes tratamientos… Pero todo eso se
consideraba “eran cosas normales”, a lo sumo “ciclos de la
naturaleza”. Algunos ya comentaban que la “aglomeración del ladrillo
en la costa” estaba cambiando el régimen de brisas, y ya no “funcionaban”
en las casas antiguas, las hasta entonces refrescantes “corrientes”
veraniegas. Y también empezó la preocupación por la contaminación atmosférica
de las ciudades, por las emisiones de los coches, ....
Y casi al mismo tiempo comenzaron
a “llegar retazos” de los trabajos que los científicos habían publicado sobre
los Gases de efecto invernadero, la Contaminación ambiental, del aumento del
Cáncer de pulmón, la (mala) Influencia de la humanidad sobre la naturaleza, la
destrucción de la Amazonía, el Agujero de ozono, las manchas solares, la fuerte
incidencia del Cáncer de piel, la creciente Desertificación, la Ecología, las
emisiones de los vehículos, los grandes basureros, la cantidad de CO2 que se
emite a la atmósfera, los efectos “nocivos” de los fertilizantes nitrogenados,
la tala de los bosques, la descarbonización, los combustibles fósiles, las
energías renovables, los plásticos y los micro-plásticos, … así que ha sido
relativamente fácil llegar a hacerlo converger todo en el concepto Cambio
Climático.
Aparentemente todo venía causado
por el Cambio Climático, como si se tratase de algo ajeno, de “fuera”,
irremediable… y afortunadamente a continuación llegó la época de la
concienciación, de la divulgación científica, de dar a conocer causas y
efectos, de que todos podemos hacer algo, …
En la ARDC Torre de Santa Elena,
fuimos unos privilegiados a la hora de “asumir” lo que significaba eso del
Cambio Climático. Contamos con un socio de excepción, el Dr. Dominique
Raynaud, -glaciólogo francés, paleoclimatólogo, investigador del CNRS,
experto en estos temas, que pasaba parte de sus vacaciones en La Azohía, y que
había recibido (junto con otros colegas) el Premio Nobel 2007 “por sus
esfuerzos para construir y difundir un mayor conocimiento sobre el cambio
climático causado por el hombre y poner las bases para las medidas para
contrarrestar ese cambio”. En sus charlas nos “cautivó”
convenientemente para la causa, y se prestó a que la asociación organizara
varias conferencias divulgativas, que tuvieron gran éxito y repercusión
mediática.
Y es que, él juntamente con otros
científicos expertos de todos los países, reunidos en un organismo
políticamente neutral -si esto es posible- como el IPCC (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, por sus siglas en
inglés), se habían dedicado a estudiar el tema en su conjunto, con metodología,
con cifras concretas y concluyentes, con proyecciones de futuro basadas en los
datos medidos y las experiencias puestas en práctica, y generaron sus informes
de evaluación-situación, (en la actualidad ya llevan seis), que a pesar de las
reticencias de “mucha gente” – incluso países- están dando lugar a protocolos
de actuación, a medidas preventivas y correctoras, que son (o serán) de
obligado cumplimiento…, si queremos que todo no se nos vaya de las manos.
Y en eso estamos, tras la
“concienciación”, es el momento de que cada uno tome las medidas que pueda y
contribuya, en lo posible, a contrarrestar todo efecto nocivo. Es labor de
todos.
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