Música por favor: LED ZEPPELIN y Peter Grant, por José Rodríguez Millán
Led Zeppelin fue el grupo que
popularizó el heavy metal. Son los responsables de que, cincuenta años después
de empezar a hacer esa música, hayan surgido continuamente grupos de rock duro
y heavy metal, con millones de seguidores que todavía hoy siguen llenando
conciertos de esos grupos. Otros estilos de rock pasarán de moda más o menos
rápidamente, pero siempre se seguirá oyendo rock duro.
El grupo se formó en 1969
alrededor de Jimmy Page, guitarrista que, aparte de haber tocado en grupos de
éxito como los Yardbirds, estaba curtido en sesiones de grabación con multitud
de artistas ingleses de rock y pop. Tras contactar con varios músicos,
finalmente Page se unió con Robert Plant, vocalista con quien formaba una
primera línea imbatible en directo; y con una sólida sección rítmica formada
por John Bonham en la batería y John Paul Jones al bajo, músicos con larga experiencia
tanto en sesiones como en otros grupos.
Su mérito fue aprovecharse
inteligentemente de oportunidades que otros músicos desaprovecharon, y darse
cuenta rápido de que el éxito y el dinero estaban en América, no en Inglaterra.
Poco a poco, con su gran talento musical y con un directo demoledor,
consiguieron un éxito sin precedentes en Estados Unidos, sólo comprable hasta
entonces al de los Beatles. Este éxito se debió en bastante medida a su
manager, Peter Grant.
Mientras Led Zeppelin comenzaban
actuando en clubs de Londres, Grant consiguió un contrato con Atlantic, sello
americano de soul que no tenía experiencia en rock y que quería probar suerte
en ese campo. Jerry Wexler, dueño de Atlantic junto a Ahmet Ertegun, los fichó
fijándose sobre todo en la reputación y experiencia musical que tenían los
miembros del grupo. Eso fue muy importante para el grupo.
Peter Grant era un manager
paternalista, muy agresivo y muy astuto. En su primera gira americana, Grant se
preocupaba de averiguar qué canciones de su primer disco (Led Zeppelin I)
eran más populares en las ciudades que iban a visitar, colocándolas
estratégicamente en el orden de canciones de cada concierto, para conseguir un
impacto mayor en el público.
En América se encontraron con el
Jeff Beck Group, una formación de rock y blues similar a ellos, que tenía a Rod
Stewart de cantante. Jeff Beck, grandísimo guitarrista inglés, acabó
disolviendo su grupo. Los Led Zeppelin tomaron su lugar en el panorama
americano del rock.
Aunque la marca de Led Zeppelin
era claramente el heavy rock, de vez en cuando incluían en sus discos temas
acústicos influenciados por el folk inglés. En una entrevista de 1970 a un
periódico musical, Jimmy Page dijo: “cuando Robert (Plant) y yo contactamos
por primera vez, vi que podíamos seguir dos caminos; o heavy blues, o algo como
la Incredible String Band (grupo inglés de folk acústico)”. Su tema más
famoso, “Stairway to heaven” es una síntesis perfecta de esos dos
estilos.
Cuando llegó el éxito, Grant
blindó el entorno del grupo con un agresivo entorno de seguridad y de abogados. La seguridad del grupo
estaba formada por guardaespaldas inmensos, alguno de ellos con antecedentes
legales en Inglaterra. El grupo no era ajeno a ese ambiente hostil al exterior.
Durante los años 70, los Zeppelin
fueron los líderes en ganancias por actuaciones en directo y venta de discos. Todo
desde Estados Unidos (no actuaban en Gran Bretaña porque se hicieron exiliados
fiscales) y sin editar un disco single en toda su carrera. También fueron pioneros
en dejar de actuar en teatros para hacerlo en estadios deportivos con un aforo
mucho mayor, estableciendo un circuito que compartieron otros músicos de éxito,
dejando leyendas de excesos en el camino. Los 70 fueron años de sexo, drogas y violencia
gratuita en el mundo del rock.
La última gira de Led Zeppelin
en América tuvo lugar en el verano de 1977. Sus últimos conciertos tuvieron lugar en la ciudad de Oakland. El
organizador de los conciertos era Bill Graham, experimentado promotor de conciertos
de rock. Durante la preparación de los espectáculos, un miembro del equipo de
Graham, Jim Matzorkis, había puesto carteles de madera en las puertas de los
vestuarios con los nombres de los músicos. Un niño de siete años que estaba por
allí, empezó a llevárselos. Como iba a haber dos actuaciones en el fin de
semana, no se quería que esos carteles desaparecieran. Matzorkis le pidió al
niño que se los devolviera. El niño se negó. Matzorkis forcejeó con el niño y
finalmente le quitó los carteles. El problema fue que el niño era hijo de Peter
Grant.
En ese momento, Peter Grant
pesaba unos 130 kilos y medía 1.90 de altura. Grant fue a buscar a Matzorkis junto
con John Bonham y un par de guardaespaldas. Grant le dice: “nadie le pega a
mi hijo, le diré a Bill Graham que te eche”. Matzorkis intenta explicarles que él no había
pegado al niño, obteniendo como respuesta de Bonham una patada en la
entrepierna. El agredido dejó la escena como pudo, arrastrándose y dolorido.
Bill Graham habló con Grant, diciéndole
que su trabajador no era una persona violenta y que no había pegado al niño.
Grant le respondió que quería aclarar lo ocurrido personalmente con Jim
Matzorkis. Graham, que conocía bien el entorno de los Zeppelin y el carácter de
Grant, le dijo que no quería más violencia. Grant le pidió que confiara en él,
e insistió en hablar con Matzorkis.
El encuentro fue más o menos así:
Graham y Matzorkis van a un tráiler a encontrarse con Grant. Un guardaespaldas
aparta de en medio a Graham y otro mete a Matzorkis en el tráiler, que recibe
un palizón de Grant y del guardaespaldas. Increíblemente, logra salir del
tráiler, cubierto de sangre y con varias fracturas. Queda ingresado en un hospital.
Graham tiene que frenar a su
personal de seguridad para que no empiecen una guerra con la seguridad de los
Zeppelin. Lo consigue, diciéndoles que va a acudir a la ley para llevar a la
cárcel a los responsables; y que se podrán vengar en las siguientes ciudades de
la gira, si quieren.
La historia no acaba aquí. Un
abogado de los Zeppelin visita a Bill Graham y le dice que, si no firma un
documento en el que renuncia a denunciar la agresión por más de dos mil dólares
de indemnización, el grupo no tocará la segunda noche. Graham sabe que eso causaría
un grave problema de seguridad con los 50.000 fans que irían al concierto. Graham
habla con sus asesores legales, que le dicen que ese papel, aunque esté firmado,
no tiene ningún valor en un juzgado. Un par de horas antes del concierto, Graham
firma el documento y los Zeppelin tocan esa noche. Mientras se desarrolla el
concierto, en un ambiente de cólera contenida, Bill Graham mueve sus contactos
en la policía de Oakland para que se detenga a Grant y a Bonham.
El circo de los Zeppelin no pone
pies en polvorosa inmediatamente tras el concierto, confiado en irse una vez
más de rositas; ya lo habían hecho muchas veces. La detención de Grant, Bonham,
un guardaespaldas y un cuarto agresor tiene lugar al día siguiente, con prensa
y televisión en directo. Los cuatro agresores salen en libertad bajo fianza
poco después. Tras ese desastre, llegó algo mucho peor. Karac, el hijo de seis
años de Robert Plant, muere de una infección estomacal. Led Zeppelin canceló
inmediatamente la gira americana, que no se volvió a reprogramar.
El grupo vuelve a Inglaterra,
donde Graham les lleva a juicio reclamando daños por valor de dos millones de
dólares. En el caso penal el grupo declara “nolo contendere” una figura
jurídica que significa algo así como
“no lo hice, pero no lo volveré a hacer”. El caso civil duró año y
medio, llegando a un acuerdo de indemnización de 50.000 dólares, de los cuales se
llevaron la tercera parte los abogados de Graham. Lo curioso es que, para los
millones de fans de Led Zeppelin, el malo de todo esto es Bill Graham,
que ha osado meterse con sus héroes.
En septiembre de 1980, los Led
Zeppelin comenzaron a ensayar en la casa de Jimmy Page como preparación
para una nueva gira por Estados Unidos. El 25 de septiembre, John Bonham fue
encontrado muerto en su cama. Después de una larga borrachera, se había
desmayado y se había asfixiado con su propio vómito. En diciembre de 1980, los Led
Zeppelin anunciaron su disolución, ya que no quisieron continuar sin
Bonham.
Page, Plant y Jones volvieron a
reunirse el 10 de diciembre de 2007 en un
emocionante último concierto en el que toco la batería Jason Bonham, hijo de
John Bonham. Si no han vuelto a actuar en directo es porque Plant siempre se ha
negado a hacerlo, por mucho que se lo haya pedido Jimmy Page.
Las recomendaciones musicales de esta entrega son
Led Zeppelin I, II, III, IV (Led Zeppelin)
Houses of the holy (Led Zeppelin)
Presence (Led Zeppelin)
Truth (Jeff Beck)
Wired (Jeff Beck)
Jeff Beck with the Jan Hammer group (Jeff Beck)
Houses of the Holy (Led Zeppelin) |
Presence (Led Zeppelin) |
Truth (Jeff Beck) |
Wired (Jeff Beck) |
Jeff Beck with the Jan Hammer Group (Jeff Beck) |
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