ECO.75 ABEJAS DE MI VIDA

ABEJAS DE MI VIDA, por Marco A. Santos Brandys

En mis andanzas, encontraba frecuentemente al deambular por el campo, unas colmenas, a las que yo intentaba evitar molestar en su trabajo a las abejas, viéndolas volar zumbando en su laborioso afán, pasando yo silbando y mirando al cielo.

Cercana, estaba la rambla con un balsón, donde se almacenaba el agua entre piedras y juncos, pululando una variada florifauna. Ese agua, junto con la de la balsa próxima, la utilizábamos para regar, dar de beber a los animales, lavado y otros usos.

Caminando cercano a las colmenas, noté un día mayor alboroto que de costumbre en el panal, y unas pocas aladas se me aproximaron peligrosamente. Aceleré el paso, pero el zumbido se hacía más persistente, tomando la mala decisión de apretar el paso. Algunas abejas se volvieron hacia mí, llegando a notar su aguijón, con lo que pasé del paso al trote. Entonces, un grupo numeroso de bichos me persiguieron, cambiando yo del trote al galope, si bien no pude evitar sentir la punzada de varias en la piel. La cercana balsa contenía agua, y tirándome en ella me sumergí para evitar el picotazo de las enfurecidas obreras. Pasé allí un rato hasta que se calmó el ambiente, volviendo dolorido a casa. Como en las aventuras de los viejos tebeos.

El hermano de mi suegro, el tío Alfonso, se embelesaba y me embelesaba llevándome a ver las colmenas de su finca.

No voy a decir nada nuevo, pero a pesar del incidente, las abejas son unos insectos muy sociables, viviendo en enjambres y organizados en tres rangos sociales: la reina, los zánganos y las obreras. Durante el invierno se alimentan de la miel y el polen almacenados, manteniéndose juntas para conservar el calor. Las larvas también se alimentan en invierno de esos productos almacenados y al llegar la primavera, vivirá un nuevo enjambre en la colmena.

La miel y el polen, son ricos en materias azucaradas, enzimas y proteínas, proporcionándoles energía y elementos indispensables para el crecimiento. En contacto con una cuchara de metal las enzimas mueren y la mejor forma de comer miel es con cuchara de madera o plástico.

Las abejas son vitales para los cultivos, porque su polinización no sólo aumenta el rendimiento, sino que mejora la calidad de la fruta, y su desaparición supondría una gran pérdida para la diversidad y calidad alimentaria.

Desempeñan un papel imprescindible para el equilibrio ecológico en la naturaleza y para la vida humana como polinizadoras y por su capacidad para producir miel, jalea real, cera y propóleo. El propóleo es uno de los antibióticos naturales más potentes.

La miel contiene una sustancia que ayuda a que el cerebro funcione mejor y es uno de los raros alimentos que puede sustentar la vida. Una cucharada de miel es suficiente para sostener la vida humana durante 24 horas. Las abejas salvaron a la gente de África del hambre.

La miel no tiene fecha de caducidad.

Los cuerpos de los grandes emperadores del mundo fueron enterrados en ataúdes de oro y luego cubiertos con miel para evitar la putrefacción. Una de las primeras monedas del mundo tenía el símbolo de una abeja.

El término "luna de miel" proviene del hecho de que los recién casados consumían miel para la fertilidad después de la boda.

Una abeja vive menos de 40 días, visita al menos 1000 flores y produce menos de una cucharadita de miel, pero para ella es toda una vida.