Visita a La Comarca de los Vélez, por Ricardo Márquez
El pasado 25 de mayo, visitamos la comarca de los Vélez en una visita
guiada organizada por la asociación Torre de Santa Elena. Comenzamos con un
agradable paseo por el casco antiguo de Vélez Rubio, declarado Conjunto
Histórico Artístico, con el arte barroco de la Iglesia de la Encarnación, la
del Carmen y el Ayuntamiento, sus fachadas señoriales y el museo de la comarca
que recorre toda su historia.
El primer lugar donde nos detuvimos fue en la iglesia de Nuestra
Señora de la Encarnación. Es un templo construido en ladrillo a cara vista
sobre un basamento de piedra de sillería. Forma un conjunto armónico y
majestuoso, de grandes dimensiones. La obra data de 1753 y es un ejemplo muy
interesante de la transición entre el final del Barroco y la etapa neoclásica.
Destacan dos esbeltas torres y las fachadas labradas en piedra. La iglesia es
de planta rectangular, dividida en tres naves, y posee una esbelta cúpula
iluminada por artísticas vidrieras. El interior cuenta con varios retablos. Se
encuentra situada en un privilegiado emplazamiento de la población, en el
centro del plano urbanístico del siglo XVIII.
Dando un paseo por callejuelas bien cuidadas, llegamos al Museo
Comarcal Velezano. La sede del museo se encuentra en un edificio del siglo
XVIII, el antiguo Hospital Real, rehabilitado por el ayuntamiento. El museo fue
creado por el ayuntamiento de Vélez-Rubio a partir de una iniciativa de Miguel
Guirao Pérez y su familia, que el 22 de noviembre de 1991 formalizaron la
donación al ayuntamiento de la colección arqueológica, paleontológica y
etnológica iniciada en los años 50 por el profesor Miguel Guirao Gea y
continuada por su familia. Los fondos del museo se componen de una colección de
varios miles de piezas procedentes de diversos yacimientos arqueológicos del
sureste peninsular.
Partimos hacia Vélez Blanco, donde la belleza también es patente en
este municipio. Nada más llegar, se impone la imagen del castillo-palacio
renacentista de los Vélez, uno de los más bellos de España. Fue construido
en 1515 por el primer Marqués de Vélez y es un ejemplo emblemático de la
arquitectura del Renacimiento español, conjugando el aspecto militar con el
palaciego.
El castillo cuenta con una fachada exterior imponente, con altas torres
y ventanas decoradas. En su interior, se encuentran diferentes estancias, como
la Sala de los Mármoles, la Sala Dorada y la Capilla. Estas salas están
decoradas con elementos renacentistas y góticos, como artesonados, azulejos y
esculturas.
Destaca especialmente la impresionante escalera renacentista de mármol
que conecta los diferentes niveles del castillo. También se pueden apreciar
vistas panorámicas de los alrededores desde las terrazas y balcones del castillo.
En la actualidad, el Castillo de Vélez Blanco alberga el Centro de Interpretación de los Mármoles de Macael, donde se muestra la importancia de la industria del mármol en la región.
Después de recorrer los interiores del castillo y parte de los exteriores,
pusimos rumbo a María, un precioso pueblo de casas encaladas, bellas iglesias
indicando la puerta de entrada al Parque Natural de Sierra de María, donde nos
esperaba una degustación de embutidos de la zona que son de excelente calidad.
Ya en la sobremesa, cuando se templaban las gargantas entonando los
cánticos que manda el cancionero español, resonaron con estruendo varios
truenos anunciando tormenta. Raudos y veloces, nos dirigimos a la ermita de
Nuestra Señora de la Cabeza, a más de 1400 metros de altura, al lado de la
fuente donde, según cuenta la leyenda, la virgen se le apareció a un pastor.
Vimos la ermita, pero a nuestra Señora de la Cabeza no, ya que por
imposición de agenda debía estar en otro sitio.
Con la lluvia torrencial encima y gracias al buen hacer de Bernardo, el
conductor del autocar, volvimos a Vélez Blanco para visitar el Centro de
Recepción, donde es posible informarse sobre la geografía, fauna y flora del
lugar, poniendo el broche final a un fructífero día.
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