Nuestras Lecturas: "El corazón helado", por A.F.García
Esta gran novela, inmensa al leerla, larga y densa, empieza con fechas de
principios del siglo XX y finaliza con fechas del siglo XXI. Abarca un siglo de
la historia de España. La autora no se atreve a calificarla de novela
histórica; pero su carga de realismo tal vez pueda superar a la que fuera
calificada como tal.
Tenemos que agradecer a nuestra amiga y compañera Tereza habernos facilitado
un esquema gráfico de la genealogía de las dos familias, que en su inicio
arranca con un Fernández a finales del XIX con nombres de evangelistas: Lucas
Fernández y Mateo Fernández, hermanos ¿o primos?.
A ellos se incorpora desde Torrelodones el matrimonio de un ganadero,
Benigno Carrión, y una maestra, Teresa González. De sus hijos, Julio y Teresa.
Julio desempeña un papel muy especial en toda la narración. Será un hijo suyo,
Álvaro Carrión, quien asume, por encargo de la viuda, el papel de narrador y
rastreador del relato, ligado en apasionado amor con Raquel Fernández, última
del apellido Fernández.
De toda la maraña seleccionaremos momentos claves, que la autora describe
con gran realismo, como si lo hubiera visto.
1. Durante la república, ejerce su profesión y empieza una relación con un
compañero maestro. El joven Julio, que había visitado la Casa del Pueblo con su
madre se hace con la tarjeta de juventudes socialistas y se lleva bien con tal
compañero, que le transmite su arte de magia, “las manos son más rápidas que
la vista”, les sorprende haciendo el amor. Le produce un gran impacto y
reacciona con ostensible falta de respeto a su madre, “puta”, se
enfrenta con su amante saliendo mal parado.
2. María Muñoz es miembro de una rica familia olivarera, visita a sus tíos
y primos en Madrid, le presentan a Mateo Fernández, ingeniero de caminos, de
ascendencia nobiliaria, pero republicano, porque desea la igualdad entre las
personas; resultan un matrimonio feliz hasta que el 14 de abril de 1931, en que
se proclama la república: una alegría, para esta pareja; una gran contrariedad
para sus parientes.
3. Se inicia la Guerra Civil. Los sublevados, pronto se aproximan al
suroeste de Madrid, donde se ofrece una heroica resistencia, en la que destacan
los hijos de Mateo y María: Mateo, el marido de Paloma, Carlos, e Ignacio,
que se destaca en Usera y asciende a capitán con 21 años, que por su juventud
no le identifican con la graduación y consigue huir a Francia, mientras Mateo y
Carlos, son fusilados tras un juicio sumarísimo. Carlos, desde Aranjuez no
encuentra donde cobijarse, se fía de su prima, Mariana Fernández; pero ésta le
traiciona y al amanecer un grupo de falange se lo lleva. La carta de amor que
este profesor universitario dedica a su bella mujer es un documento amoroso,
que ésta guarda como una reliquia y el trauma que no supera en su vida. La
pobreza es extrema en Madrid y Almudena nos muestra a María Muñoz que, para su
familia, que aún residen en casas palaciegas, prepare albóndigas sin carne y
tortillas sin huevos.
4. Hacia Francia pasaron muchos miles, acaso cientos de miles, de los que
una parte importante se trasladaron a América Latina. Los que se quedaron, “los
indeseables”, fueron hacinados en campos de concentración en playas
cercanas del Mediterráneo francés, sin las condiciones de acomodo e higiene
deseables, bajo la vigilancia estricta de soldados senegaleses. Llegaría un
momento en que grupos solidarios de la izquierda francesa colaborarían con los
encerrados en abrir durante la noche pequeños túneles por donde se fugarían
entre 10 y 15 personas y cerraban a continuación para que no lo descubrieran
dichos guardianes. Esa Francia, ya ocupada, empezó a necesitar de esos
españoles como trabajadores y sobre todo combatientes diestros y avezados, que
recuperando espacios, pueblos y ciudades del sur desplazando a los ocupantes
nazis, antes de que ocurriera el desembarco de Normandía y que la compañía 109
de la división Leclerc sería la primera en entrar en París. El capitán Ignacio
Fernández había sido dos veces condecorado. Esto no se había dado a conocer
hasta hace pocos años.
5. El joven Julio Carrión, que se traslada a la capital al final de la
guerra, porque no desea seguir el trabajo de su padre, ganadero. Como joven
avispado, va perfilando su vida con algunas ideas básicas: no estar nunca con
los perdedores; a un listo lo puede superar otro más listo. Se hace de falange,
seducido por la coherencia de un falangista y se alista para la “División
azul”. En el III Reich juran lealtad a Hitler y se desplazan hasta primera
línea del frente, junto al río Vòljov, que les separa de las tropas soviéticas.
No tardó en caer herido y realiza su convalecencia en Riga, lejos del campo
de batalla, al que ya no volverá, sus superiores le destinan a labores
alternativas sin especificar. Cuando intuye que la derrota de Hitler es
evidente consigue pasaje de retorno a España como militar. Durante esos años ha
cobrado como militar español y como militar alemán, dos nóminas que se
ingresaban en la cuenta de su padre. En Orleans se tira del tren con su
equipaje cuando arranca a poca velocidad y se cambia de atuendo. Acaba de
desertar y se dirige a París, ya liberada.
6. Los supervivientes Fernández Muñoz no tardan en localizarlo en los bares
del Barrio Latino, muy frecuentado por los exiliados españoles. Recordando al
joven de la Casa del Pueblo, le invitan a su casa, se gana su confianza hasta
el punto de encargarle la administración de sus bienes en España con poder
notarial. Paloma, la bella roja, cuya foto Álvaro vio entre los objetos
personales de su padre, más alta que éste y que calificó como la más bella que
vio en su vida. Julio pasó una noche de ensueño con ella con la promesa de
despojar a Mariana, la prima que había traicionado a su marido.
7. Llegado a España, va a Torrelodones, muy bien vestido, visita a su padre,
comprueba que le ha reservado un pequeño capital, invita y se congracia con los
vecinos. Llega a frecuentar a Mariana, que se le ofrece en matrimonio para
amparar a Angélica; pero esta precoz adolescente es quien se ofrece en
matrimonio a Julio cuando ella sea mayor de edad. Se despide con un beso
adelantado el día que abandonan el palacete, desposeídas por Julio, que de esta
manera cumple lo que ha prometido a Paloma.
Con los poderes de la familia Fernández Muñoz ofrece sus propiedades en
mini subastas en las que él es el único concursante a las mismas ofreciendo
simbólicas cantidades por cada una. Sorprendido su amigo falangista, Eugenio
Sánchez, de su rápida manera de amasar una fortuna, comenta “eso es robar”
a lo que Julio comenta “no me toques los…”
8. Pasados seis años, bella y elegante, Angélica pide ser recibida en el
despacho de Julio. En casa hay estrechez, desea trabajar y viene preparada:
contabilidad, mecanografía… Julio la sitúa en la recepción y la joven no deja de
sorprenderle por su capacidad y brillantez; no tardará en aceptar sus
sugerencias para satisfacción de los empleados y mejora de la imagen de la
empresa. Es muy hábil: seductora y distante. Llega el momento del matrimonio y
le advierte: “Julio, eres un hombre rico; pero no eres un hombre honorable:
has mentido, has robado, has estafado…”, pero rechaza el calificativo de
patán.
9. Cuando Raquel tiene ocho años y acompaña a su abuelo Ignacio a visitar
aquella casa, sabe que lleva una carpeta vieja y le nota inseguro. Allí
encuentra una gran familia de la alta burguesía y también nota que la visita de
su abuelo les produce inquietud. La señora, de porte distinguido le hace ir a
la cocina con sus dos hijos más pequeños, Clara y Álvaro. Meriendan juntos;
luego las dos niñas juegan con sus muñecas y Álvaro con su tren. El abuelo
espera a Julio que ha ido al fútbol con los hijos mayores. De llegada, se
revuelca con sus hijos y les saca las cosquillas. A Raquel la sube en sus
rodillas y le da dos chupachups con su juego de magia. La niña, encantada, se
lo agradece con un beso. De salida, el abuelo va muy silencioso, se sienta en
un banco de la plaza. Raquel lo ve muy triste, que solloza y sólo se oye la
expresión “¡qué hijo de puta!”. Le queda muy adentro.
10. La escritora ha realizado un revoltijo con la narración que parece unir
en pareja de primos terceros lo que había partido o separado, acaso por azares
de la Guerra, a partir de los hermanos Mateo y Lucas Fernández. La aparición de
Raquel como ejecutiva de un banco, que al gran Julio le resulta lo más parecido
a Paloma y le regala el lujoso ático. No sabemos si Raquel se venga sembrando
la inquietud, que le lleva a la tumba, lo que le birla el pelotazo que ella
planeaba. Álvaro revive la historia de la familia recuperando la digna imagen
de su abuela como una mujer extraordinaria, muy admirada en Torrelodones.
11. Si la brillante y sesuda Angélica Otero Fernández consigue, tal como ofrece a Álvaro, incorporar a Raquel a la familia, sella y cierra un final feliz a una familia en la 4ª generación de su genealogía.
12. La “división azul”, atravesó el río Vòljov.
Un teniente veinteañero, al mando de 32 hombres en seis barcazas inflables
cruzó el río, de 200m de anchura, e improvisó una cabeza de puente con sólo dos
ametralladoras, causando la admiración de los alemanes. Muy paralelo al capitán
Ignacio Fernández.
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