miércoles, 17 de marzo de 2021

ECO.59 MARÍA, VIUDA SIN PENSIÓN -relato verídico-

María, viuda sin pensión -relato verídico-, por Juan M. Ortiz


María era una luchadora.

Hija de un obrero de la construcción y de una mujer de la limpieza, trabajaba en lo que saliese desde que terminó la primaria y aún así fue capaz de terminar el bachillerato gracias a las becas del franquismo.

Continuó con becas durante toda la carrera de Medicina que terminó con una media de algo más de notable. ¡Mas le valía para mantener la beca!

Pertenecía a ese minúsculo grupo de universitarios hijos de obrero (el 1% de su promoción), que además era mujer y todavía le quedaba tiempo para jugarse la beca y el físico corriendo delante de los grises.

Es notable el celo que ponía la policía en atizar con la porra a las pocas mujeres que intentaban escapar corriendo en las manifestaciones. Incluso tuvo ocasión de comprobar, en Mayo del 68 en París que no había mucha diferencia en el tratamiento a los estudiantes entre los CRS de una república democrática y los grises de una dictadura fascista.

Con su título de médico en el bolsillo continuó su actividad laboral pero ahora cotizando a la seguridad social, el INP del ministro Girón, con el nivel más alto de la base reguladora. No en vano tenía un Título Superior. Como en su época no existían las mujeres-cuota tuvo que superar todas las pruebas previstas compitiendo con hombres con su misma titulación.

Según las estadísticas de la Seguridad Social cuando le comunicaron, el día de su cumpleaños, que pasaba a jubilación forzosa había cotizado durante 38 años y le correspondía una jubilación de 2752 euros en catorce pagas. Pero le explicaron que los Presupuestos del Estado decían que había un tope a las pensiones que era de 2522 euros y que por lo tanto le rebajaban 230 euros al mes, que se quedaba el Estado por solidaridad. Luego le descontaban unos 500 como retención para el IRPF.

No le sorprendió porque a su compañero, entonces las parejas eran mayormente heterosexuales, ya le habían hecho algo parecido.

En realidad, los dos pensaron que eso no era más que otra muestra del abuso exorbitante del derecho del Estado sobre los ciudadanos, o mejor súbditos, a los que estafaba cobrándoles la cuota máxima de un seguro, para luego devolverles como si hubieran pagado menos.

Lo que si hicieron fue investigar a quien se le había ocurrido la idea, descubriendo que procedía del Gobierno socialista de Felipe González en 1984 y que se mantuvo con gobiernos socialistas y conservadores hubiera o no hubiera crisis. Curiosamente el Tribunal Constitucional en una magistral sentencia estableció que el derecho a una pensión en función de lo que se había pagado no era tal, sino una especie de “caridad” que hacía el Estado que podía establecer la percepción a su capricho.

María y su compañero pasaron por lo tanto a cobrar sus 14 pagas anuales idénticas en vez de sus salarios lo que les supuso quedarse con menos de la mitad de sus ingresos de los últimos años.

Con el tiempo falleció su compañero y María, ingenua ella, pensó que la pensión de viudedad podría ayudarla con los gastos habituales, muchos de los cuales se mantenían iguales, a pesar de que ya no eran pareja y estaba sola. Por ejemplo los impuestos sobre la vivienda familiar (IBI, tasas variadas, etc.) que antes contribuían a pagar entre dos ahora seguían siendo iguales pero los tenía que pagar ella sola.

Ahora sus ingresos eran la cuarta parte de lo que ingresaba la familia antes de la jubilación y algunos gastos fijos los mismos o mayores que cuando trabajaban los dos.

Solicitó su pensión de viudedad y se la concedieron, para contarle a renglón seguido que iba a cobrar cero euros ¡porque ya estaba cobrando el máximo!

¡¡¡¡Como para creerte el cuento de las pensiones públicas y la maldad de los planes de pensiones privados!!!

 

Post scriptum.

Teniendo en cuenta que hay más viudas que viudos ¿no podría alguna organización feminista reivindicar el derecho de las viudas a mantener un nivel de vida similar al que tenían cuando compartían ingresos con sus compañeros?


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