¿QUÉ ME DICES DE LA
HEPATITIS A?, por F. Ramos, médico
En el número
anterior de este modesto boletín hablábamos de la listeriosis con el título
“Otra intoxicación alimentaria”, haciendo alusión al brote producido por esta
enfermedad en Andalucía, que, como hemos visto después, ha traspasado sus
fronteras y ha producido casos en varias comunidades autónomas, bien por la
comercialización de los productos en todo el territorio del estado español o
por el desplazamiento de comensales a esa circunscripción territorial. Este
título no era premonitorio de lo que nos ha sucedido esta última semana,
primera semana de noviembre, en Cartagena, ha sido pura casualidad. Me refiero
al brote de hepatitis A que se ha producido en un concurrido y populoso
restaurante de esta ciudad, que en el momento de escribir estas notas los afectados ascienden a 30 y posiblemente aparezcan casos
nuevos. Igualmente, en el boletín nº 22 de esta revista hablábamos de la
hepatitis A, de las características de la enfermedad y de las medidas
preventivas para evitar su padecimiento (Anexo I). De aquel artículo me
gustaría destacar que hacíamos énfasis en que es una enfermedad de los países
de bajo desarrollo socioeconómico, dado que las infraestructuras de
abastecimiento de aguas de consumo y depuración de aguas residuales eran
deficitarias y la trazabilidad de los alimentos no estaba desarrollada. Así
como insistíamos en que las medidas de higiene personal y la vacunación en
personas que van a viajar a países endémicos de esta enfermedad eran las
medidas más eficaces para prevenirla, y resaltábamos las estrategias que la
administración sanitaria había puesto en marcha para su prevención y control.
Nada de lo que se dijo es mentira; todo está de vigente actualidad y hay que
seguir insistiendo en ello…, como dato deciros que hasta la fecha del brote, en
todo el territorio del estado español se habían producido 816 casos de
hepatitis A durante el año 2019.
La pregunta es ¿qué
es lo que ha ocurrido para que esto suceda?
Como conocemos
todos, el conflicto se inicia porque un cocinero que estaba infectado por la
hepatitis A, que era un portador sano, o sea, estaba infectado y no padecía la
enfermedad, realiza, en su actividad laboral, manipulación de los alimentos sin
tener adecuadas prácticas higiénicas en dicha manipulación, ”lavado de manos, fundamentalmente
después de ir al aseo”.
¿Esto se hubiera
podido evitar? Por supuesto que sí, como todos imagináis.
Yo doy por supuesto
que esta persona cumplía el requisito de poseer su carnet de manipulador de
alimentos que le habilita para trabajar en hostelería. ¿Pero sabéis cómo se
puede obtener este carnet?. Es muy fácil; se puede obtener por cursos
organizados por colegios profesionales, empresas, asociaciones de vecinos, etc.
y también vía on-line.
Desde mi modesta
opinión, el problema está en la formación de prácticas higiénicas de los manipuladores de alimentos. Creo que hay que
revisar los criterios de acreditación de empresas para la realización de estos
cursos, que tendrían que ser más extensos y periódicos; y, sobre todo, suprimir
los cursos on-line, tan de moda en nuestra sociedad, porque una región que vive
volcada al turismo debe de ser exquisita en su servicio de hostelería, por
respeto y seguridad de los residentes y visitantes.
ANEXO I (extracto de lo publicado en el nº 22)
La hepatitis A es una
enfermedad infecciosa causada por un virus que se transmite
fácilmente al beber o comer
alimentos contaminados y por el contacto con una persona infectada.
Manifestaciones
La mayoría de las veces la enfermedad es asintomática
pasando desapercibida, especialmente en los niños. A mayor edad más
sintomatología y gravedad. Cuando se manifiesta suele aparecer malestar general, fiebre, náuseas, vómitos, diarreas,
dolores de barriga, coloración amarillenta de la piel y conjuntivas, orina
oscura y heces blanquecinas. La enfermedad puede durar varios meses y sus
complicaciones pueden ser muy graves. Aunque en los niños es más leve que en
los adultos, suele durar más y la pueden trasmitir con mayor facilidad a las
personas próximas.
¿Cómo
se transmite?
La transmisión es fundamentalmente por vía
fecal-oral, a través de aguas no tratadas o alimentos contaminados por el uso
para su riego de aguas fecales o manipulación de alimentos sin las debidas
prácticas higiénicas de una persona infectada. Aunque se pueden trasmitir
también a través de prácticas sexuales o contacto directo con personas
infectadas.
¿Cómo
se previene?
Para evitar la infección en las personas que
viajan a países endémicos:
Tener una higiene adecuada, con lavado de manos
frecuente, sobre todo, antes de comer y después de ir al aseo.
No consumir alimentos sin control sanitario.
Beber agua embotellada.
Evitar consumir comidas o bebidas de venta
ambulante.
No consumir cubitos de hielo caseros.
Administrarse la vacuna de la Hepatitis A, que
es muy eficaz y segura.
En nuestra Región está indicada la vacunación
para:
- Los niños inmigrantes o hijos de inmigrantes entre 1 y 10 años que van a viajar a su país de origen (Latinoamérica, África o Asia).
- Hijos de padres o madres magrebíes al cumplir el año de edad.
- Los viajeros internacionales que viajan a países africanos, asiáticos y latinoamericanos y cuya estancia va ser prolongada.
- Varones que practican sexo con varones.
- Personas que se inyectan drogas.
- Hemofílicos.
- Personas que tienen contacto directo con enfermos de Hepatitis A.
- Personas que tengan hepatopatías crónicas (cirrosis, insuficiencia hepática, etc.).
- Trabajadores de depuradoras o que tengan contacto con aguas residuales.
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