Viajamos a Almagro, al teatro, y …, por Paco Acosta
Nuestra última excursión de la
temporada tuvo una particularidad que hasta ahora no habíamos experimentado en
la asociación. Desde hacía tiempo nos rondaba la idea de visitar lugares que
nos resultan atractivos, pero se encuentran fuera lo aconsejable para una
excursión de un solo día. En consecuencia, teníamos que dormir fuera. Lo que
aparentemente no debe presentar unas dificultades logísticas insalvables a la
hora de organizar y plantear una excursión, en nuestro caso hizo aconsejable
que acudiésemos a una agencia para que nos ayudase.
Tras dos intentos fallidos de
concretar visitas a Granada y Córdoba, con imposibilidad de encajar las visitas
a los monumentos con las posibilidades de alojamiento en las fechas apropiadas,
al final nos decidimos por ir a Almagro, y asistir a la representación de una
de las obras incluidas en el 24º ciclo de teatro clásico que se celebra en el
Corral de Comedias.
No tuvimos oportunidad de elegir
la obra ni el día de la representación, ya que las entradas se encontraban vendidas
en su totalidad con bastante antelación. La única posibilidad que nos
ofrecieron, y aceptamos inmediatamente, fue reservar las entradas para el
sábado 26 de mayo. Casualmente ese mismo día y a la misma hora se iba a
disputar la final de la Champions Ligue entre un equipo español y otro
británico…
Una vez garantizadas las entradas
al teatro, había que localizar el alojamiento para 30 personas… No se pudo encontrar
en Almagro y desde la agencia nos aconsejaron y gestionaron la pernoctación en Bolaños
de Calatrava, a pocos kilómetros de allí.
Por nuestra parte nos quedaba
completar el programa de las visitas que podíamos realizar. En primer lugar, acordamos
hora para, después de comer, visitar el Museo Nacional del teatro, ubicado en
los Palacios Maestrales, antiguo edificio construido a mediados del siglo XIII
y rehabilitado entre 1994 y 2001 para sede del museo. Allí podíamos realizar un
recorrido por la historia de las artes escénicas en España. En la planta baja
el teatro griego y romano clásico, el teatro medieval, con especial interés en
el Misterio de Elche y La Celestina, y el teatro de los siglos de Oro, los
corrales de comedias y los grandes dramaturgos. Y en las plantas superiores se
muestra la actividad escénica del siglo XVIII y el drama romántico del s. XIX,
con el Don Juan Tenorio como máximo exponente, el teatro popular para concluir
con las primeras vanguardias del s. XX, complementado con la presencia de otros
géneros escénicos como la ópera, la zarzuela, la danza e incluso el teatro de marionetas.
La colección es muy heterogénea y constituye un valioso material para el
estudio y conocimiento de las artes escénicas, de los artistas y los creadores,
destacando bocetos de escenografías, figurines, indumentaria teatral, maquetas,
etc., sin olvidar una amplia colección de pintura y escultura con obras de
reputados artistas.
Pensamos que hasta la hora de
comienzo de la función, podíamos efectuar un recorrido por Almagro, contemplar
las numerosas portadas de palacios y casas que entornan la magnífica Plaza Mayor
de Almagro, disfrutar de los encajes de bolillos que se nos ofrecen en las
tiendas de sus soportales, visitar la Iglesia de San Agustín con su importante
decoración de pinturas murales, e incluso acercarnos a admirar el magnífico
edificio que fue el Convento de Santa Catalina, y que actualmente alberga el
Parador de Turismo de Almagro.
Íbamos a asistir a la
representación de una obra en el Corral de Comedias de Almagro, el único que se
conserva intacto y en uso de los muchísimos que hubo en el mundo hispánico. Se
trata de un bello lugar monumental, de arquitectura popular, donde desde hace
casi cuatro siglos presentaban sus obras los grandes autores del teatro
español. Donde el público, en las sillas del patio, o en los palcos laterales, aplaudían
los aciertos de los actores y autor, o en caso contrario los abucheaban.
La obra que vimos ese día resultó
ser Gangarilla, el día del acabose, comedia
original de Arturo Echevarren, basada en diversas escenas, bien hilvanadas, con
un trasfondo humorístico inspiradas en obras literarias del s. XVII, que los
tres actores que la interpretaban llevaron con maestría y provocaron las
sonrisas y la entrega del público que abarrotaba en su totalidad el Corral de Comedias.
Para la mañana del día siguiente,
domingo, habíamos previsto a primera hora un recorrido por el Parque Nacional
de las tablas de Daimiel, que presuponíamos a estas alturas de la primavera y
tras las abundantes lluvias, estaría a rebosar de agua y con gran abundancia de
aves. No en vano este parque constituye la reserva de aves migratorias más
importante de la península. El recorrido de unos dos km., lo hicimos sin
prisas, deteniéndonos en los distintos miradores y observatorios con la esperanza
de disfrutar de las distintas especies… No tuvimos suerte o no guardamos el
necesario silencio. El caso es que allí vimos pocas…, y nos tuvimos que
conformar con lo que de las aves mostraban los folletos. Por el contrario, la
abundante vegetación nos acompañó durante todo el recorrido, haciendo muy
agradable el paseo cuando ya el calor del sol empezaba a sentirse.
Y para terminar las visitas del
día teníamos concertada la visita al Parque arqueológico de Calatrava la Vieja,
que recorrimos con detalle, durante casi dos horas, y disfrutamos contemplando
la importancia de los restos de la fortaleza islámica, sus potentes murallas,
la extensa ciudad pendiente de excavar (¡siempre nos encontramos con las
restricciones presupuestarias!), los sistemas de abastecimiento de agua… y que
pudimos comprender gracias a las abundantes explicaciones de la guía que nos acompañaba.
En resumen, esta excursión
respondió claramente a los objetivos definitorios de nuestra asociación,
recreativos, deportivos y culturales, a los que habría que añadir los de la
magnífica convivencia social y gastronómica que disfrutamos durante estos dos
días.
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