jueves, 26 de noviembre de 2020

ECO.56 PROPUESTA DE UN HUMANISMO AXIOLÓGICO (VI)

Propuesta de un Humanismo axiológico (VI), por Eladio Chávarri, filósofo [1952-2002] en estudio y comentario de Baldomero López Carrera, filósofo.

 (continuación)

 Partes anteriores en nº 48, 51, 52, 54 y 55.

 Y ahora hacemos un alto para señalar algo muy importante en nuestra vida: los contravalores.

 


LOS CONTRAVALORES

1.- Las utopías y la mayoría de los diseños que se hacen del ser humano se construyen a base de valores y están ausentes los contravalores. También ignoran los contravalores los cada día más abundantes y erróneos señuelos de “educación en valores”. Porque en el ser humano tal como ha existido, existe y existirá, los contravalores forman parte de su entraña tanto como valores, y en ellos hay que educarlos. Junto a los variados tipos de esperanza existen otros tantos de desesperanza; la ignorancia acompaña a todo saber; el mal juego al bueno, las malas personas a las buenas, los pobres a los ricos, etc.

2.- Los valores son la causa de los sufrimientos, hecho que será muy importante en la construcción del ser humano del futuro y del que hablaremos más adelante.

3.- Para entender los valores y los contravalores es preciso tomarlos correlativamente, en relación mutua. No es posible comprender esperanzas, enfermedades, mansedumbres e infelicidades separadas y al margen de sus correspondientes desesperanzas, saludes (permítase), violencias y felicidades 

4.- NO nos atraen los contravalores, sino solo los valores.

Parece que nos atraen los contravalores, pues vemos que hay muchas personas que se drogan, que son injustas, que matan, que se suicidan, que no quieren estudiar, comer o dormir, etc. Hay de afirmar, sin embargo, que solo buscamos los valores. Lo que sucede es que en toda relación con los seres se dan juntos los valores y los contravalores, y no es fácil separarlos. Por eso quien desee los valores, tendrá que cargar con los contravalores que están asociados a ellos. En el consumo de drogas, por ejemplo, se desean estados placenteros, euforia, huida de dificultades, superación de la timidez, no sentir cansancio, etc., todos ellos maravillosos valores. La degradación del organismo, las conductas antisociales y otros contravalores no son queridos directamente, sino que –en el caso de las drogas– vienen inseparablemente unidos a los valores que ellas proporcionan.

5.- Los contravalores pueden ser un estímulo para ir en pos de los valores, para dignificar la vida, para construir un mundo nuevo. La enfermedad puede ser un acicate para que empecemos a cuidar más y mejor nuestra salud. Un desamor puede ser el origen de un amor remozado y más intenso.

(continuará)

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