CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA 1978 (XIX), por A.F.García
(continuación)
Artículo 31. Sistema Tributario
1. ”Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”.
Toda sociedad organizada y
jerarquizada, todo estado pequeño o grande necesita fondos, necesita capital
para organizarse, crear infraestructuras, prestar servicios… Precisamente estos
últimos son los que más llegan a los ciudadanos en general y hacen posible un
grado de bienestar.
En la mayoría de los países
europeos los servicios de sanidad y educación son enteramente gratuitos y los
ciudadanos asumen con normalidad los impuestos que pagan. En otros, de economía
más liberal esos servicios son a cargo del ciudadano.
Recuerdo llevar un matrimonio
francés, residentes en España, donde recibían atención, incluso quirúrgica,
gratuita, a coger un vuelo a Canadá, comentar entre sí. “En Canadá la
asistencia sanitaria supone la pensión de uno de los dos”.
En España no faltan políticos con
tendencia a privatizar estos servicios; pero no es lo que se hace en UE. Para
ello debemos y deben nuestros gobernantes asumir con honestidad,
responsabilidad y solidaridad lo que aparece en el segundo apartado.
Los que recibimos una nómina por nuestro trabajo o nuestra
pensión no tenemos escapatoria y cargamos con nuestro IRPF la porción mayor de
los impuestos.
Los abusos en otras esferas,
especialmente lo que se llama profesiones liberales, aparecen a diario en los
medios.
Recuerdo haber oído a Josep
Borrell, segundo de Hacienda en los ochenta decir que la inmensa mayoría de los
empresarios declaraban ganar el sueldo base, es decir, menos que sus empleados.
No hace muchos días apareció en
los medios que más del 10% del PIB (producto interior bruto) de España se
refugiaba en paraísos fiscales. Más de 140.000 millones que no pagan impuestos
en España.
Desde luego, eso no lo podemos
hacer los que vivimos de una nómina normal y que sus incrementos y algo más se
los lleva la inflación.
Además, por si a algún político
se le ha olvidado, entre 2011 y 2017, ambos inclusive, lo más que se nos subió
la pensión fue un 0.25 %.
Deseamos y rogamos a Dios que no
nos vuelvan otros años de restricciones.
3. “Sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la ley”.
Uno se entera con satisfacción
que nuestros bancos y nuestras grandes empresas hayan obtenido estos dos
últimos años sólidos superávits. Sin embargo, se entera también con tristeza y
preocupación que miles de personas atraviesan dificultades para llegar a fin de
mes; que niños monoparentales se queden sin ayuda o beca en el comedor, ¿por
qué? Probablemente son los que más lo necesitan. ¿Se castiga a los más
vulnerables?
Ruego encarecidamente a los
responsables de municipios y de comunidades autónomas que se tomen la molestia
de averiguar las situaciones de estas personas y estos niños y pongan los
medios para aliviar y resolver esas lamentables situaciones.
(continuará)
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